la suma entre tu+yo

-Sara-

Llevaba un día de locos, iba de aquí para allá constantemente. Era hora del almuerzo y había pensado ir a ver al director para aclarar mis dudas pero no hizo falta ya que fue él mismo quien me encontró, bueno, él y dos chicas.
-Señorita Demons, un placer conocerte por fin- el director Murphy,según me había informado, llevaba siendo el director de este instituto desde sus inicios y era muy querido por todos, se veía muy agradable- espero que estas primeras horas no hayan sido muy complicadas.
-No, señor Murphy,todo genial, yo también estoy encantada de conocerle- mentí respecto a mis dificultades para encontrar las aulas pero no quería borrarle la ilusión del rostro.
-Todos aquí me llaman Greg.Sara, estas son Circe y Maya, unas de nuestras mejores alumnas que comparten curso contigo, se han ofrecido voluntarias a enseñarte parte de las instalaciones- las dos chicas que se encontraban frente a mi, también estaban sonrientes, vivas, llenas de color, me daban muy buena espina y les estiré la mano que estrecharon al momento,Circe, según había entendido era más baja que yo,tenía el pelo corto y liso, moreno oscuro al igual que sus ojos, tenía una sonrisa muy amplia.Maya estaba a su lado y esta era alta tenia el pelo negro ceniza rizado en las puntas, era tan bonito que quería tocarlo,sus ojos...no sabría describirlos, eran de una mezcla de tantos colores que no podría definirlos.
-Estamos encantadas de conocerte- dijo Circe que daba pequeños saltos en el sitio inquieta- vamos a aprovechar esta hora de descanso para enseñartelo todo.
-Genial chicas, os dejo, si tienes cualquier duda después de la visita puedes venir a mi despacho, eso si a las tres no que es mi hora de café.- eso ultimo me sacó una sonrisa y asentí para darle una respuesta.Nos dió la espalda y lo perdí de vista.
-¿De donde vienes Sara?
- Vengo de Chicago, del centro, me acabo de mudar- mi familia nunca ha tenido recursos, nunca hemos podido permitirnos mucho de los lujos que otras familias gozaban, nací en una granja a las afueras de Chicago, di mis primeros pasos ahí, rodeada de animales,naturaleza, barro, adoraba con todo mi ser vivir allí,pero nos quitaron la granja,nos lo quitaron todo, entonces mi madre encontró trabajo en el centro de Chicago, nos mudamos a un pisito de lo más humilde en el que a penas podiamos movernos con libertad, yo era feliz, lo único que quería era estar con mi familia estar todos unidos, pero hace unos meses mi madre dejó el trabajo por un oferta mejor aquí.
-Que bien, me encanta Chicago, tengo amigos allí- comentó Maya- el instituto no tiene mucha perdida, el centro de todo es la pista, todo está a su alrededor, clases, gimnasio, baños, cafetería y todo lo que quieras encontrar.
-Somos muchos pero ya verás que si vas a tu rollo no te va a resultar un problema- continuó Circe que ya me extendía un plano con números marcado con unas iniciales.Como me habían comentado antes, el instituto tenía una forma circular, en el centro de todo el campo de futbol y la pista de atletismo, y hay una serie de entradas que conectan con la pista central para poder acceder a los pasillos principales. En la primera planta esta la cafetería que era donde nos dirigiremos a continuación.