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El chico tímidamente se sentó en la misma mesa que ella, el uno del otro amaba la manera en la que el otro lo hacía sentir, pero ninguno de los 2 se atrevía a hablar al respecto, tomaban una taza de café mientras veían el rio, y de vez en cuando uno veía al otro si que lo supiera, a los ojos de la chica él era la perfección, no había nada igual, y ante los ojos del chico ella era angelical, sus facciones eran divinas, y verla de cerca le hacía poder gozar de cada detalle suyo, siguieron con ese juego hasta que ambos coincidieron en la mirada, cualquiera que los viera podría decir que cuando se miran a los ojos parece que se pierden, desaparecen de este mundo solo para concentrarse en el otro, los ojos café del chico brillaban al igual que los de la chica.

No había palabras, es como si con tan solo movimientos podrían entender al otro, sus miradas se desconectaron, el chico llevó su mirada al río, algo había impactado contra su corazón, le dolía pero era agradable y a la chica era demasiado ese sentimiento, era como si quisiera llorar pero también gritar a los cuatro vientos lo mucho que lo ama, pasaron minutos y solo se dedicaban miradas y analizaban el rostro del contrario con cuidado, hasta que el chico soltó la primera palabra.

-Por fin coincidí contigo, e estado saliendo a los lugares a los que usualmente vas, no te había encontrado-Ya no existía, el corazón de la chica ya no existía, había explotado

-Yo la verdad no había salido, había estado en mi casa...ocupada-No iba a decirle la verdad, no querría quedar de esa manera con él.

Pasaron ese tarde solo cruzando algunas palabras con el otro pero millones de miradas las cuáles estaban llenas de sentimientos y conversaciones, se entendían perfectamente el uno del otro, pero no sabían que el amor era mutuo.

1, 2, 3 años pasaron y mantenían ese tipo de relación, Soobin la invitaba a salir pero lo único que había eran miradas y unas cuantas palabras, también llegaban a tomarse las manos, no había un ambiente incómodo, era agradable y estable, sus caminos se tenían que separar, él ya no estudiaría ahí y ella tampoco, irían a diferentes ciudades, continentes, y tal y como no encontraban palabras para decirse lo que sentían, o un hola, no las encontraban para decirse adiós, no podían.

No voice; Soobin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora