Solo Fue Un Beso - YENYUL

Kim Minju y Ahn Yujin

Ahn Yujin toda su vida había sido una chica que llamaba la atención en donde sea que estuviera.

Cuando era niña, todos le temían en su escuela, era la más alta de su clase superando la altura de muchos de los chicos, incluso de grados mayores, tenía una mirada bastante penetrante y eso lograba que todos le tuvieran miedo. Claro, todos menos Yang Jeongin.

La primera vez que se conocieron fue porque unos chicos de otras clases estaban molestando al alumno de intercambio nuevo, a la niña nunca le gustaron las injusticias entonces decidió meterse e intervenir para defenderlo. Así se convirtieron en mejores amigos,  tanto que parecían genuinos hermanos. Jeongin acababa de mudarse con su familia de Busan a Seúl, Yujin lo protegía de los abusivos y con los años fueron creando su propio grupo de amigos en donde ella era la única mujer. Pero eso no le importaba a ninguno de ellos, eran como una pequeña familia.

La reputación de Yujin siguió siendo la misma, incluso si ya tenía amigos nuevos, nadie podía notar que ella era una niña muy dulce y risueña, nadie se le acercaba más de lo estrictamente necesario, y a esa altura de su vida le daba completamente igual si le temían o no. Tenía a Jeongin, Jisung, Renjun y Jaemin, no necesitaba de nadie más. El rumbo de su vida iba sin grandes cambios hasta que llegaron los últimos años de escuela. Cuando en la misma inauguraron el equipo de baloncesto femenino. 

Al principio, Yujin se había unido solamente porque sus amigos estaban en otras clases extracurriculares y no quería aburrirse estando sola, pasó las audiciones y solo bastaron pocos días de entrenamiento para que todo su equipo votara y decidieran convertirla en la capitana. No creyó que esto  afectaría en algo su vida diaria, no contaba que su nueva "posición" traería consigo una popularidad que no le agradaba en absoluto, se sentía intimidada porque ahora todos la miraban como si fuera un trozo de carne. Sin dudas estaba mucho mejor cuando la gente se alejaba porque le temían, le sorprendía lo increíblemente hipócritas que eran todos allí. Todos menos sus amigos, por supuesto, quienes siempre la apoyaron en todo.

El primer año siendo la capitana fue el más caótico de su vida. Muchos chicos se le insinuaban y, la joven pelinegra de dieciséis años, los apartaba de la manera más amable que podía. Jeongin siempre la molestaba acerca de eso, él sabía que su amiga solo tenía ojos para una única persona, pero esa persona no la miraba de la misma manera. O era lo que todos creían.

Era otro día de escuela, el grupo estaba reunido fuera de la cafetería, comiendo de sus almuerzos y bromeando de todo y nada a la vez. Yujin se unió a ellos momentos después, cargando con ella una nueva campera con el nombre de su equipo.

— Vaya, casi no te reconozco. — Bromeó el joven chino. La pelinegra frunció sus cejas.

— Si esa es tu forma de decir que me veo bonita, gracias Renjun. — Rodó los ojos, sentándose junto a su mejor amigo. — Te aconsejo cambiar tus cortejos, a este paso jamás tendrás novia. — Apuntó con el dedo al chico quien solo rió.

— Aprendo todo de ti, niña. Por eso tu tampoco tienes novia. — Volvió a bromear, Jaemin sostuvo su brazo justo a tiempo, antes de que le arrojara parte de su almuerzo.

— No metas a la comida en su absurda discusión. — La regañó. Consiguió hacerla sonreír.

— Bien, capitana, por fin tienen atuendos de equipo. — Fingió emoción Jeongin.

— No lo quería pero ellas son tan fastidiosas. — Volvió a rodar sus ojos. — Tengo una reunión de "comité" junto a los de baloncesto masculino y necesitan de la presencia de la capitana. Así que resolveré eso rápido y volveré, si se comen mi almuerzo los asesinaré y saben que no miento. — Advirtió la pelinegra poniéndose de pie.