Mamá y yo acudimos al hospital porque ella se sentía enferma, los doctores la metieron al salón de cirugía y a mí me llevaron a la cocina.
Mamá nunca volvió a salir de ahí, cuando los doctores vinieron a darme la devastadora noticia supe que era mentira, ellos la habían matado.
Cogí un cuchillo de la cocina y me abalancé sobre uno de los doctores.
- Ustedes mataron a mi mamá- antes de poder lastimarlo unos brazos me rodearon e inmovilizaron, cerré los ojos.
Al volver a abrirlos estaba de nuevo en la habitación acolchada y el enfermero me pinchaba con una aguja un anestésico.
Cerró la puerta de la habitación en la cual se leía:
"Encerrada por el asesinato de su madre y masacre en un hospital"