Wendy siempre quiso ser la favorita de la maestra, quería ir al pizarrón y hacerle un hermoso dibujo, así que puso en marcha un plan para hacerlo, y lo logró.
- Muy hermoso Wendy, vuelve a tu sitio- dijo la maestra tratamudeando.
Wendy recogió del suelo el cuchillo ensangrentado y se volvió sonriendo mientras miraba los cadáveres de sus compañeros amontonados en el rincón de los castigados.