Go-Toubun No Hanayome <Reencuentro>

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Después del campamento escolar, durante el evento de la fogata, varias parejas se habían formado gracias a la leyenda que sujetaba este. Al igual que se formaban parejas, también estaban los espectadores, seres quienes no pudieron conseguir a nadie para pasar su ultimo día, pero de un modo u otro, estaban satisfechos, en especial el grupo de chicas que no estaban tan interesadas en conseguir pareja.

Aunque no se hayan presentado como tal en el evento con los demás estudiantes, era reconfortante verlos a la distancia del amplio bosque. Las chicas que eran compañeras de ******* estaban felices por ella, ya que después de todo, pudo ser fiel a su corazón. Por parte de los hombres, viendo como su compañero estaba tomado de la mano de una chica tan linda como lo era ella, estaban muriendo de envidia por dentro; bueno, exceptuando a sus amigos.

Acompañados por la increíble y hermosa luna, Fuutarou se soltaba de la mano de Yotsuba, quien hacía lo mismo que el pelinegro, quedando finalmente a una distancia de unos dos metros aproximadamente de cada uno. Solo podían mirarse con nostalgia, viendo fijamente el cuerpo de cada uno, su apariencia, su personalidad, viendo como todo había cambiado durante los cinco años que habían pasado separados.

Yotsuba no podía dejar de sonreír, una vez más estaba en frente de la persona que una vez dejo atrás. Ya no iban a ser capaz de volverlos a separar.

Fuutarou, quien paso parte de su vida cumpliendo la promesa para poder volverla a ver cómo era debido, jamás se esperó que la volviera a tener tan cerca como lo fue hace cinco años. Los sentimientos que había tenido guardados por mucho tiempo, ya no podía ocultarlos. Uesugi Fuutarou no pudo aguantar derramar unas lágrimas al apreciar a la persona que logro que cambiara para siempre.

Era el momento. Junto con la compañía de una música relajante y armoniosa, Fuutarou comenzó a acercarse a Yotsuba, estando frente a ella y ofreciéndole su mano.

- ¿Realmente puedo ser feliz? Me siento feliz, pero... estoy segura que una de mis hermanas está enamorada de ti.

- Yotsuba, ¿Cómo solía imaginar ese paisaje que solía soñar? Ese hermoso sueño del que te hable.

- Uesugi-san....

Lentamente Fuutarou comenzó con sus brazos rodear la cintura de Yotsuba, acercándola más a su cuerpo. Estando cerca el uno del otro, Fuutarou con sus manos comenzó a deslizarlos por los suaves y largos brazos de Yotsuba, llegando al límite y entrelazándolos con sus manos. Era una hermosa escena de una chica siendo guiada en un baile especial.

- Debiste decírmelo antes, tonta. Incluso si no pudiste con nuestra promesa, eso no quiere decir que tengamos que separarnos. Yo.... Yotsuba, desde aquel entonces he deseado ser digno de volver a hablar contigo, y ahora, ya no puede haber nada que nos separe, nunca más.

- ¿Estás seguro? – Llorando – No puedo negar mi felicidad, y aun estoy insegura de lo que nos pase, Fuu... ¡Fuutarou-kun!

- ¡Si, Yotsuba!

Junto a la melodía, Fuutarou junto a Yotsuba habían empezado a bailar. Unos hermosos movimientos por parte de Yotsuba, hacían que sus compañeras estuvieran un poco sorprendidas sobre su habilidad. Fuutarou, intentando no ser un estorbo como principiante, aun así, dio lo mejor de él, consiguiendo dar con el paso de Yotsuba, dando como resultado unos coordinados movimientos. Sus compañeros no podían negar que lo estaba dando todo por hacerla feliz, solo podían sonreír y desearles lo mejor.

Llegando al final de la canción, Fuutarou había posicionado sus brazos en la espalda de Yotsuba, mientras que ella, sus brazos los había envuelto en el cuello del pelinegro.

En un último paso, por la alegría de volverse a encontrar, volverse a ver como debió haber sido, por desbordar todos sus sentimientos en ese baile especial, por la leyenda. Fuutarou y Yotsuba, con su último paso, se habían inclinado hacia abajo, quedando con Fuutarou sosteniendo a Yotsuba mientras le sonreía, Yotsuba de igual manera se sujetaba, y sin poder aguantarse más, libero después de mucho tiempo, una sonrisa totalmente sincera.

El amor había dado sus frutos, y el tiempo no fue un impedimento contra ello.

Oficialmente se había formado esta pareja separa e inseparable.

- Dime.... ¿Cómo era ese paisaje con el que solía soñar?

- Ahora que lo pienso, era bastante cómodo. Perfecto para iniciar una nueva vida.

- Yotsuba.... Te amo.

 Te amo

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