<One-shot>

Unión Familiar <GTNH>

Bajo aquella presión invisible que todavía no podía tolerar, mi remordimiento, mis apegos y dolores, no dejaban de salir de mi cuerpo, como si se tratara de un espectáculo bizarro. Una vez que la volví a ver, allí, de rodillas frente a mí, realmente me pregunté: ¿Quién es ella? No entendía por qué mi hermana haría algo tan humillante, y solo para hacerme recapacitar. Simplemente las lágrimas salían, un mar de desborde de sentimientos. Y aunque ya sabía que ella no se iba a rendir hasta que lo aceptara, mi perspectiva no cambiaría más de lo habitual. Incluso si pasaran los años, no habría un cambio significativo en mi interior. Estoy rota, ese es el problema.

Sin embargo, ¿Por qué ella se esfuerza tanto? A pesar de todo lo que ella podría ser capaz, ahora mismo la veo, siguiendo de rodillas, mientras me sujetaba con un leve jadeo. Como era de esperarse, mi condición física era mi único fuerte. Ya no hay nada más que ofrecer de Nakano Yotsuba. Pero, ¿Por qué? No lo entiendo. ¿Por qué ese empeño de siquiera considerarlo? He sido la malvada desde hace mucho tiempo, desde que éramos unas niñas ignorantes. Incluso con su rogar de ahora, no logro comprender sus palabras. Mi mente ya no es lo que era antes. Pero, a pesar de todo, fue divertido. Llegar hasta este punto de mi vida, fue entrañable, como si se tratase de un viejo recuerdo de mi niñez, de una esencia de aquellos días; debe ser por eso que estoy llorando a la par. No encuentro otra explicación. Pero... no todo era entendimiento razonable. La lógica no era algo que podía acompañar a alguien como yo, es por eso que era considerada una herramienta de aprovechamiento. Y ahora... ¿Qué? Ya no hay nada, como dije, que ofrecer. Por eso mismo, también, es que llegan las lágrimas a desbordarse.

- "Yo... no lo entiendo. No puedo comprenderlo. Pero aun así..."

- Bien. Vámonos de aquí, Yotsuba. Ya está todo resuelto. Puedes ir a verlo.

Pero aunque pudiera verlo, ¿Qué cara tendría que poner? Yo lo dejé a su suerte. Lo hice cambiar sin siquiera cumplir nuestra promesa. Él se esforzó para llegar a este día. No entiendo las razones que pudo tener Uesugi-san para elegirme. Sin embargo, Nino sigue aquí, apoyándome.

- No puedo arrepentirme, ¿verdad?

- No sería lógico que lo hicieras después de aclararlo... Yotsuba – respondió una voz familiar –.

- Fuu-kun... - volteando la mirada en su dirección –

- ¿Uesugi...san?

Realmente, puede que incluso si pasaran años, seguiría sin entenderlo. Él es mucho más especial que yo. Debe ser por eso que yo, al igual que todas, lo seguimos sin dudarlo. Pero ahora mismo, el simplemente me espera a mí. ¿Por qué alguien quisiera seguirme a mí?

- Sigo esperando, Yotsuba. ¿No te gustaría ir a otra parte?

- Pero... - volteando para ver a su hermana – Nino.

- Eres alguien difícil de tratar. ¡Vete de aquí! No hagas que todo esto sea en vano – aguantando las lágrimas –

- S-sí.

- ¡Fuu-kun! ¡Si me entero que le has hecho algo malo a mi hermana, te juro que pagaras por tu vida! – gritando entre lágrimas –

- Nino – viendo como Yotsuba dejaba a su hermana detrás para venir junto a él –. Sí. No te preocupes.

- "En verdad, es una gran molestia" – notando lo avergonzada y apenada que se encontraba Yotsuba al llegar al lado de Fuutarou – "Dije que me cambiaria a mí misma, pero realmente no sé qué hacer. Que dilema."

- Uesugi-san... ¿Por qué?

- ¿Por qué, dices? Es fácil. Dado que las estrellas no pueden brillar, tú eres la luz que me guía. Lo hiciste hasta llegar aquí. Y siempre es así. Siempre ha sido así, de esta forma.