Mi Chico Inocente// Isargas (Corregiendo)

14. ,,Amáme"

Ya habían pasado dos semanas desde la noche. El día era soleado, el momento perfecto para dar un paseo. ,,Marto! ¡Despierta! ¡Vamos a dar un paseo!"
,,¡No soy tu perro!"
,,Eso puede ser cierto, pero no hemos estado afuera por una semana".
,,Pero estoy enfermo". Juan no le creyó. ,,Vamos, no seas perezoso".
,,No lo soy, de verdad..." Juan solo escuchó un sonido de vómito y se dio cuenta de que Martín estaba diciendo la verdad.
,,¿Estás bien?" Estaba sosteniendo su cabello y apartó la cabeza de la toalette. El olor era horrible. ,,Jesús Martín, ¿qué comiste?"
,,No lo sé". Martín se sintió tan agotado y le dolía mucho la cabeza. ,,Es solo una gripe". Juan lo ayudó a acostarse y le preparó una sopa. Estaba preocupado por Martín y estaba pensando en llevarlo al hospital. Tenía fiebre alta y después de unas horas estaba totalmente deshidratado. ,,¿Juan?"
,,Estoy aquí". Juan le dio pastillas a Martín para la fiebre y no salió de su cama. Estaba sosteniendo su mano ardiente. El amor que sentía por él no le permitió irse ni por un minuto. ,,Soy listo."
,,¿Para qué?"
,,Para hacerlo". Martín se sentía obviamente mejor ahora. ,,Estás enfermo, Martín", sonrió Juan y cambió el pañuelo frío en la frente de Martín.
,,Estás en llamas, amor".
Martín abrazó a Juan y tiró de él sobre él. ,,Maldita sea, Marto." El corazón de Juan comenzó a latir muy rápido y en ese momento estaba tan caliente. ,,Ámame". Martín lo besó y agregó su lengua. Extendió cada pedazo de la boca de Juan y Juan hizo exactamente lo mismo. Eran fuego con fuego. ,,¿No estabas muriendo como hace una hora?" Martín le cerró la boca con otro beso. El momento fue tan mágico que se podía sentir seriamente el calor en el aire y seguramente no fue por la fiebre.

Ambos se desnudaron lo más rápido posible, ambos estaban listos. Primero Juan metió solo un dedo dentro, luego dos y esperó hasta que el más joven se acostumbrara. Era tan suave e hizo todo muy lentamente, porque no quería lastimarlo nuevamente. Martín estaba lleno de emoción, era lo único que quería en este momento. Cuando sintió a Juan dentro de él, era diferente que antes y se sentía más natural y cómodo. ,,Empecemos". El cálido aliento en el cuello de Martín lo encendió como nunca antes. Juan se alzaba sobre él como el dios de Grecia. Martín sintió toda la pasión mezclada con su propia lujuria. Se sintió como una flor y Juan era una abeja, sus toques eran tan suaves, como sus labios. ,,Oh, mierda...ohh...Jesús..." Martín no podía sentirse más excitado. Juan estaba saliendo y entrando con tan buen ritmo, que Martín estaba cerca del orgasmo cada minuto. Estaba gritando de alegría y placer, estaba en el cielo.
,,¿Alguna vez montaste a caballo?"

,,No-" Juan le dio la vuelta, así que ahora Martín estaba sentado sobre él y podía ver su hermoso rostro. Comenzó a imitar el paseo a caballo, cerró los ojos y exhaló. Isaza abrazó a Martín alrededor de su columna e hizo movimientos de Martín como a él le gustaba. Juan amaba todo de Martín. Era tan inocente y bello.
Era su chico inocente.
Juan finalmente comenzó a gemir, así que carga. Martín estaba feliz por eso porque no ha mostrado ninguna emoción hasta ahora. ,,Dime cuándo vendrás". Toda la sala estaba llena de gemidos y amor. Ambos hombres estaban felices, emocionados y, sobre todo, enamorados. Martín se movió, Juan finalmente rodó los ojos con un fuerte gemido y terminó en él, lo que hizo que Martín sintiera que él también vendría. ,,Creo que está aquí".
,,Entonces sosténlo si puedes". Martín no recuerda claramente qué sucedió después, lo único que sabe que sucedió fue la mejor sensación que tuvo y luego...oscuridad.