∽Vinland Saga Headcanons∽

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Modern AU
Leif and the Internet

Leif es un hombre de naturaleza, no le gusta usar ni siquiera la radio para por las noticias. Un día unos tipos que fueron al puerto para hacer inspección le dijeron que tenía que poner radares, radio de comunicación y en si actualizar su barco o le pondrian una multa.

Le tuvo que pedir ayuda a Ilva y a Thorfinn para poder buscar en internet como actualizar su barco.

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Era de mañana en el puerto de Islandia y Leif se estaba preparando para zarpar a Noruega, sería un viaje de rutina para él y su tripulación pero antes de que pudieran desatar las cuerdas del barco unos hombres de seguridad y otro en un traje con una tablita y lapicera en mano se acercaron al barco de Leif para hablar.

-Señor Erikson, soy del departamento de seguridad marítima, voy a inspeccionar su barco.

-Hola, claro que pueden pasar. Verá que tengo todo y papeles en condiciones.

Después de la inspección y de anotar varias cosas, el señor de seguridad le dió a Leif un ultimatum.

-Señor Erikson, su barco está completamente desequipado, no tiene ni una radio para comunicarse con tierra. Le daré dos meses para poner lo mínimo necesario en este barco o pagará una multa de veinticinco mil euros. Aquí tiene la lista de cosas.

-¿¡Qué!?, ¡Mi barco está perfecto!, yo no necesito de esas máquinas para navegar. Llevo décadas en este oficio y se más del mar que un tipo con un traje que solo mira y anota cosas.

-Señor, no me importa si tiene experiencia o no, esto es orden del gobierno y si no es capaz de cumplir me veré obligado a confiscarle su barco y sus licencias para navergar e importar y exportar mercancía. Esto no es por usted, es por seguridad de todos los que viajen por mar.

Dicho esto, el hombre de traje fue directo al siguente barco dejando a Leif con un amargo sabor de boca. Debería recurrir a algo que jamás pensó necesitar.

-¿Quieres que te ayudemos a buscar articulos para tu barco?

-Por favor, niños. Yo no se como se usa ese... Ese... Inter... Emm.

-¿Internet?

-¡Eso! Haganme el favor, no quiero perder mi barco.

-Supongo que está bien.

-¡Muchas gracias niños!, se los voy a compensar de alguna manera.

Después de esa conversación en el marco de la puerta de la casa de los dos jóvenes, Thorfinn fue a buscar su computadora portátil para terminar rapido con esa visita inesperada.

Una vez encendida la computadora en la sala principal, Ilva y Thorfinn se encontraban a ambos lados de Leif que solo hacía lo que los niños decían.

-Muy bien, ahora que se encendió abre Google. Es esa bolita de colores.

-¿Y como la abro?

-Haz doble click encima de la bolita.

-¿Y como hago eso?

-Diablos, dejame hacerlo a mi.

-¡Tú no toques nada!, deja que Leif aprenda por su cuenta.

Después de diez minutos de discusión e indicaciones que Leif no entendía, lograron abrir Google.

-Ahora, ¿Qué tienes que buscar?

-Veamos... Lo primero es un radar.

-Ok, haz click sobre la barra blanca del centro que es el buscador y después escribe lo que quieras buscar.

Leif le hizo caso a Ilva pero al ver como escribía tan lento solo la palabra "radar" Thorfinn lo apartó para escribir él.

-¡Escribe más rapido, mierda! Deja que lo haga yo.

Una vez terminaron otra pequeña discusión, los hermanos le dijeron que primero investigara un poco de cuales serían los mejores radares del mercado y compararon precios.
Una vez que se decidieron por cual les convenia comprar entraron a una página que lo vendía barato.

-Esta bien, se ve que es original y se encuen...

-¡No, espera, no le des click!

-¡Pero dice que me gané un millón de dólares!, ¿¡sabes cuanto es eso!?

Y en su terquedad, Leif le dió click a ese pop-up que le abrió cinco ventanas y congeló la pantalla.

Cuando lograron descongelar la computadora, el siguiente problema que preocupaba a los hermanos era ese acceso directo en el escritorio que no podían borrar de ninguna forma. Thorfinn ya se veía contando cuanto le costaría arreglar su preciada notebook y no paraba de recriminarle a Leif lo que hizo.

-¡Gracias, Leif! Ahora voy a tener que gastar una fortuna en arreglarla porque los malditos hijos de puta que se encargan de esto son unos putos codiciosos de mierda, ¡Gracias, de verdad!

Thorfinn subió a su habitación murmurando muchas maldiciones más dejando muy apenado al pobre Leif que solo quería comprar un radar de barco.

Ya para la tarde-noche Ilva se estaba despidiendo de Leif que, usando la computadora de Ilva, solo logró comprar unas pocas cosas.

Ese día Leif aprendió que el Internet es un lugar peligroso y extraño. Nota mental: Nunca usar Internet.