➵even a fool knows✧

❛ Capítulo 1 ❜

⚘.┋Día Blanco, confecciones y desilusión.

❛ ୫ ❜

-Son las ocho y media de este día catorce de marzo, el sol poco a poco toma lugar sobre la inmensa Seul y la temperatura de hoy alcanzará los veintidós grados. Sin duda alguna será un perfecto día para las parejas o aquellos jóvenes que declararán sus sentimientos. Feliz Día Blanco, Seúl.

-Sin didi sirii in dii pirficti -masculló el joven pelinegro imitando a la chica de la radio, mientras él rápidamente se colocaba las zapatillas y amarraba las agujetas. Iba atrasado para el colegio y todavía le faltaba ir a la florería-. Esto no me estaría pasando si iba ayer por esas malditas flores, pero nooo... Hwang vago Hyunjin se tuvo que quedarse dormido en el bus y pasarse la parada.

Se maldecía una y otra vez haberse desvelado la noche de anteayer mirando videos random en YouTube, por consecuencia al estar ya sentado en el autobús cabeceó varias veces hasta que se quedó dormido y el vehículo paso de largo la parada que estaba cerca de la florería. Debo cambiar mi rutina, si sigo así se me hará imposible ganarle a Lee. Pensó Hyunjin mientras bajaba las escaleras y yendo directamente hacia la puerta de entrada con toda la prisa del mundo.

Tenía que hablar con Dawoon antes que el atleta Lee Minho, la persona que le caía más pésimo en lo que llevaba de vida estudiantil. Y el sentimiento era correspondido por el chico castaño, el cual era una persona caracterizada de ser alguien realmente calmado, pero esa faceta desaparecía al estar cerca de Hyunjin. Para que se hagan una idea de lo mal que se llevaban, todos los días escolares de cada semana, uno de ellos o los dos inclusive terminaban en detención luego de clases limpiando algún lugar del instituto. Aunque si empezaban una disputa en la hora de educación física, terminaban dejando el alma y litros de sudor en el complejo deportivo. Pero cabe aclarar que para Minho, no era nada ya que estaba acostumbrado a entrenar; y el que terminaba como muerto viviente siempre era Hyunjin.

Volviendo al ahora, Hyunjin se encontraba corriendo como alma que lleva el diablo hacia la florería, tenía que llegar rápido y hacer su compra lo más antes posible. Ya presentía, en lo más profundo de él como un vacío, que llegaba hasta diez minutos tarde. En momento como esos se recriminaba no ser más atlético y rápido, así sería casi como Flash y llegaría a cualquier lugar en un santiamén.

«¿Para qué haces todo esto? Ella no es la persona que realmente te gusta.»

Ignoro la voz de su cabeza y se apresuró más al verse cerca de su destino. Al llegar a la pequeña carreta inundada de flores transformadas en ornamentos y con adornos de todo tipo, optó por lo más accesible a su bolsillo y compró una rosa blanca envuelta en varios papeles celofán de colores con una cinta blanca doblada en un moño. Muy bonito.

Pero lo que no fue bonito fue que nuevamente tuvo que correr entre la gente de la vereda hasta Cheongdam High School, la cual quedaba varias cuadras. Y menos agradable fue tener que llegar casi quince minutos tarde junto al sermón del profesor de inglés, el cual se mezclaban palabras del idioma nativo como el extranjero.

Menudo día el que le había tocado.

❛ ୫ ❜

La mirada café de Dawoon recorría el pasillo del colegio atestado de alumnos mientras se dirigía a la tienda escolar para encontrarse con su mejor amigo, en cada tramo se encontraba con chicos consistiendo a sus parejas con tiernos regalos de color blanco.

Ella suspiró, como anhelaba que alguien se le declaré o se interesé en ella y puedan compartir un día tan especial como lo era el Día Blanco, sin que fuese su adorable amigo. Ya que Yang Jeongin y ella se veían a largo plazo en una soltería y veinte gatos, celebraban esos días entre ellos para pasar el rato y olvidar la lamentable vida amorosa que llevaban cada uno. Ya saben, como hacen todos los mejores amigos. Pero igual tenía ese deseo de que alguien en ese día le diesen algo, porque eso significaba que estaba interesado en ella y que estaba dispuesto a comenzar a conquistar su corazón. Aunque con su corazón de pollo, fácilmente caería en los brazos del chico que Cupido le pusiera enfrente de ella.