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El sol aparece de nuevo por mi ventana ¡Que gran día! El único pensamiento que ha estado rondando por mi cabeza toda la oscura noche. Emocionada no puede describir lo que mi ser siente en este momento, es una mezcla de emoción, anhelo, deseo, no tengo una mínima idea pero es algo indescriptible, algo que nunca había sentido antes.
Levantó mi feliz cuerpo de mi acogedora cama, mis ojos se dirigen hacía el alba y una pequeña sonrisa se genera en mi rostro, ¿Cómo olvidar lo de ayer? Es como haber vivido en una mentira todo este tiempo y de la nada salir de esta. Dirijo mi mano hacía esta y la colocó delicadamente sobre mi boca, el temor recorre rápidamente mi cuerpo cómo un escalofrío de mis pies hasta mi cabeza; bueno, no pasará nada; es lo que pienso. Me levantó de golpe y comienzo a dirigirme hacía el pequeño tubo que sostenía mi ropa, agarro la primera blusa rosa que veo y puedo deducir que hoy es un gran día para combinarla con una falda blanca. Sali de mi habitación después de haber estado colocándome dichas prendas y algo de esencias que me había regalado mi mamá para tener un olor normal y agradable. Al salir de mi habitación veo a mi mamá sentada en el suelo haciendo cómo siempre sus cosas con las hierbas ¡Enserio la adoro! Me dirijo a ella y le acaricio su mano derecha dándole a entender que ya me tengo que ir a la institución.

A pesar de nuevo que mi sonrisa no pueda ser vista, ella esta presente. Al momento de pisar el rústico piso de la institución pude sentir la fría mirada de Suzy y supongo que sus amigas

-Uhmmm- susurro tratando de desviarme de aquellas miradas, al llegar a mi salón simplemente me relajo y tomo mi asiento, fijo mi cabeza hacía la maestra explicando las cosas básicas de la cocina con un gran aburrimiento expresado en su cara. Volteo a ver el reloj y parece que el tiempo cada vez pasa más y más lento, que más da... ya quiero ver a ese japonés, es lo único que quiero.

-¡Mya!- dice una Rox corriendo hacía mi con la respiración agitada -¿Te encuentras bien?

-Porque me encontraría mal es la pregunta- respondo a la dicha pregunta de mi amiga con un lindo sarcasmo de mi parte, Rox sólo me da un leve golpe en la parte superior del hombro y se despide de mi, si, así es nuestra amistad, saludarnos y respectivamente irnos.

Con mi pequeño bolso en mi brazo derecho salgo a paso veloz dirigiéndome a donde el japonés, quiero encontrarlo aquí, debo encontrarlo aquí.
Han pasado al rededor de unas 3 horas y sigo aquí cómo no sé que, esperándolo.
Siento unas grandes manos estrellarse contra mis hombros haciendo que brinque del pequeño susto.

-Mya- un seco, frío y directo Yuta me está dirigiendo la palabra. -Tengo miedo- dice colocándose de rodillas frente a mí tomándome ambas manos.

Rio ante dichas palabras, -¿P-porque lo dices?- digo dando pequeños toques en su sedoso pelo negro dirigiéndole una sincera sonrisa, que no puede ver.

-Te aprecio- fue lo único que salió de sus labios antes de reposar su cabeza sobre mis piernas.
15 minutos de estar tocando su cabeza me percato de que todo este tiempo estuvo dormido, y como nadie nos ha visto... ¿Será cómodo dormir en las piernas de alguien con su alba puesto?

Mis ojos ven su pequeña cabeza levantarse y me doy cuenta de lo hermoso que se ven sus ojos recién abiertos, porfavor, en mi otra vida pueda tocarlos sin ningún temor.

-¿Cuánto tiempo paso?- preguntó tallándose sus enormes marrones y brillosos ojos.
Solamente sonrió y me levanto tocando sus manos. El debe estar percatado de lo qué pasó ayer entre nosotros.

-¿Estas bien?

-Claro, estoy bien, - Gracias por preguntar- sonrío.

-Nos vemos, Mya- se dirigió camino a su casa, acción seguida de mi parte.

El camino esta algo oscuro ya que es de noche, me genera pequeños escalofríos la idea de que alguien me esta observando pero no me voy a poder dormir si estoy así, todo esta bien, todo por el.

Scar kisses [Yuta]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora