❝Yo Quisiera Amarla❞ Suga;

Rompe cabezas. (Suran)

Presente.

Suga observaba desde su ventana la oscuridad de la noche sin decir ni una palabra, estaba así desde ese momento. Sus ojos dilatados por la belleza de la luna, parecía un tipo de conjuro que estaba dominando su cuerpo. 

-¿Cuántas veces soñamos este día?- Dijo sin volverme a ver. - Pasamos años de hotel en hotel sin el temor de ser descubiertos por mi esposa, ya que ella nos había autorizado. 

-Nuestro sueño era ser libres, poder tener una vida tranquila sin esa mujer. -Respondí a su pregunta, pero mi ceño se frunció. 

-Me ibas a dejar, ¿ verdad?

-¡Vaya!- Jadee- Eras consciente de lo que iba hacer ese día que me arrestaron, ¿cierto?

-Me entere por medio de Tae.

De pronto me abrumó una oleada de mortificante congoja, no podía evitar arrugar mi rostro cada vez que escuchaba el nombre de Kim Taehyung. Solo su voz causaban que mi cuerpo temblara sin control.  

-Ese infeliz embarazo a mi..

-No lo digas, maldita sea

Se produjo un leve chasquido cuando mi mano reboto contra su rostro. 

-¿Acaso pretendes repetir la historia, ¿eh? PRETENDES QUE AHORA YO SUFRA POR TUS DESPRECIOS Y QUE TE OBSERVE TODAS LAS NOCHES ARREPENTIDO POR NO CORRESPONDER A TU ESPOSA A TIEMPO. -Mis gritos comenzaron a ser cada vez más fuertes. 

Sus manos tomaron mis hombros, tratando de calmarme, pero eso empeoraba mi estado de animo. 

-Quita tus manos, Suga.

Levante la vista a su rostro el cual estaba procesando cada palabra que había dicho con anterioridad. 

Sus manos al fin se apartaron de mi cuerpo, caminado lentamente hacia atrás.

-¿En qué momento te enamoraste de ella?

-Suran..-Resoplo para si mismo.-¡No la amo! 

-NO MIENTAS. 

Negué con mi cabeza una y otra vez,perdiendo fuerza en mis piernas caía en el suelo derramando lágrimas, pero él no hacia nada para calmarme. 

-No lo sé..-Suga de nuevo volvió a tomar asiento cerca de esa ventana. -No sé en que momento me enamoré..Lo siento. 

Fui incapaz de ver nada más, pues tenía el corazón hecho pedazos al escuchar esas frías palabras, sin embargo estaba atenta en su silueta delgada y perfectamente creada. 

-¿Y por qué estás aquí?- Pare en seco mi rabieta. 

-Ella ya no me ama, Suran. Sólo te tengo a ti y eso es suficiente. 

Entonces, jadeó, jadeó de dolor. 

-Debí irme ese día.

-¿De qué hablas?- Su ceño se frunció confuso.- Entonces si te ibas a ir, ¿verdad?

-Desde hace mucho tiempo era consciente que estabas empezando a sentir cosas por ella, entonces aumenten mi insistencia en que la dejaras y te vinieras conmigo, pero entonces Tae me secuestro y.. ¡Te perdí!

Había llegado con lentitud y pude sentirlo, era su calor y sus brazos cubriendo cada parte de mi cuerpo.

-Lo siento, Suran.

Volvió a pedir pedir perdón, parecía una costumbre. 

-Suga soy tan egoísta. Debí dejarte ir en el momento que empezabas amar a esa mujer.