capitulo.11

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—¡LUCY! —Grita Edmund.

—¡CATALINA! —, Grita un muchacho al cual no se leve la cara.

Ambas están siendo apartadas de ellos, los cuatro eran adolescentes, pero más Lucy y Edmund, Lucy y Catalina son esposadas en sus muñecas. Lo más curioso es que Susan y Peter no estaban.

—¡Todo saldrá bien! —Dice Edmund pero es golpeado.

Catalina despierta de golpe ¿Que está pasando? ¿Por qué lo había soñado? Se para de su cama y sale de su carpa, ve a Aslan también salir de la suya.

—¿No deberías estar dormida hija?

—Aslan, soy Catalina, no Nadia.

—Lo sé querida, pero así les digo a todos, además me recuerdas mucho a Nadia, cuando tenía tu edad te pareces mucho a ella solo que en los ojos, los hederaste de tu madre.

—¿Cómo era Nadia? Aparte de mi físico Claro.

—Ambas tienen la misma actitud, pero Nadia tiene mucho orgullo.

—¿Donde esta? ¿Algún día la conoceré?

—Sólo diré que esta lejos de Narnia y a salvo. Y me temo que esa es la decisión de ella. Veo y siento que tienes otra pregunta Catalina, no por nada estás despierta.

—¿Quieres hablarlo? 

—Sí.

—De acuerdo, ve por tu capa y por tu espada, aquí te espero.

Catalina entro rápido a la carpa, agarra su espada, se coloca su tahalí sobre su cintura, se pone su capa azul para después salir de la carpa, ambos caminan rumbo al bosque.

—Nuevo, son mis sueños Aslan —, dice Catalina mientras agarra su melena, la cuál es muy suave.

...

Lucy giraba en su cama, intentando dormir, en eso escucha unos pasos afuera de la carpa haciendo que se levante, observaba dos siluetas, las cuales son de Aslan y Catalina.

—Susan —llama a su hermana en un susurro, Susan despierta y la ve confundida.

Señala las siluetas, ambas salen de sus camas, toma su poción y su daga, Susan toma su arco, flechas y ambas toman sus capas, para no tener frío.

En silencio salieron de la carpa, para seguirlos sin ser vistos, se van escondiendo detrás de los árboles.

...

—Eso fue lo que soñé, siento que no solo son sueños sino también es como si en verdad va a pasar.

—Tu don es muy poderoso, Nadia podía ver el futuro el mismo día de lo sucedido o no lo llegaba a ver.

—Entonces veo lo que —Aslan la interrumpe.

—¿No deberían estar acostadas? —Pregunta Aslan, Catalina mira atrás de ellos ve a Susan y Lucy salir de su escondite.

—No podíamos dormir —dice Lucy mientras caminan hacia ellos.

—Perdón Aslan, ¿Podemos acompañarlos? —Pregunta Susan.

—Su compañía, nos hará bien —, dice Aslan, Lucy se pone a un lado de Aslan y Susan al lado de Catalina.

Lucy pone su mano en la melena de Aslan y siguieron caminando. Después de un buen rato caminando, Aslan se detiene y las tres hacen lo mismo.

—Ya es tiempo, a partir de aquí debo continuar solo.

—Pero Aslan —, protesta Susan.

—Deben confiar en mí —voltea a verlas —, porque debo hacer esto. Gracias Catalina mi bisnieta, gracias Susan y gracias Lucy hasta siempre.

Las crónicas de Narnia: El león, la Bruja y el ropero Donde viven las historias. Descúbrelo ahora