SWAMPERT

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El movimiento calmo del barco a medida que se internaba en el mar le produjo una leve sensación de mareo, a pesar de que ya debería estar acostumbrada por las cantidades de veces que había viajado con este transporte. Como entrenadora de Pokemon de Agua, el sentirse enferma por algo así, hace que le diera algo de vergüenza.

Swampert la observaba con la cabeza ladeada, viéndola sentada en el borde de la cama.

—E-Estoy bien, luego de media hora mi estómago parece acostumbrarse...ugh....

(T/n) miro fuera de la pequeña ventana de su cabina, las olas zarandeándose, las nubes mezclándose entre sí y el sonido vivaz de las personas que recorrían el barco. La idea de organizar algunas batallas Pokemon para distraerse era tentadora, pero no sabía que tanto aguantaría sin verse obligada a correr al baño a vomitar.

Su Pokemon de repente agito las aletas, y el rostro de la joven palideció.

—Oh no... —murmuro—. ¿Tormenta?

Swampert asintió, la ligera preocupación mostrándose en sus ojos.

Para ser una entrenadora de Agua, (T/n) tenía serios problemas con la misma. Más allá de los mareos, la fémina una vez casi termina ahogada y en ese momento (Swampert), tan solo era un pequeño Mudkip, demasiado joven como para poder ayudarla. Desde entonces, la entrenadora había hecho lo posible para superar ese trauma, sobre todo porque la mitad de sus pokemones pertenecían a ese sitio donde le daba tanto pánico.

Así que la tormenta ciertamente sería un obstáculo más.

El pokemon azulado salto a la cama, posicionándose a su lado. Lo único que hizo fue refregar su cabeza en el hombro de (T/n), haciéndole saber que estaba con ella en todo momento.

Cuando era un Mudkip, solía ver el mundo desde los brazos de la entrenadora que siempre lo sostenía con amor.

Ahora, habiendo evolucionado en su fase final y ser el doble de fuerte de antes, Swampert sabía que haría un mejor trabajo cuidando de ella.

El cielo soltó un rugido, y la chica se abrazó a su Pokemon.



No hay mucha gente en la cubierta, sobre todo porque apenas son las seis de la mañana. La noche fue dura, con el constante movimiento del barco y la lluvia golpeando, además de la fuerza de las olas. (T/n) había hecho un esfuerzo enorme para no soltar a su Dratini e implorarle que la llevara lo más rápido posible al puerto (su Swanna definitivamente no estaría a favor de esa decisión).

El aire fresco del mar le envió un cosquilleo por todo el cuerpo, apoyándose en la baranda para dar un vistazo a las profundas aguas. Podía ver el puerto acercándose, y eso le arrebato un suspiro de alivio.

Swampert bostezo, también apoyando sus patas delanteras en la baranda metálica, y la idea de un chapuzón fue tentadora, sentía la piel ligeramente reseca.

La mano de (T/n) hizo contacto con su cabeza, sacándole una sonrisa.

—Sé que no soy la mejor entrenadora para ustedes ahora mismo —la oyó decir, con una mueca triste—. Pero haré todo lo posible para mejorar, por ustedes. Prometo que seré la mejor entrenadora tipo agua.

Dio un vistazo al agua, el puerto estaba cerca...

(T/n) saltó y Swampert no dudo en ir tras ella.

Antes de siquiera poder hundirse, el Pokemon la elevo sobre su espalda, nadando con rapidez y alegría. Las pertenencias de la entrenadora estaban dentro de una bolsa, y, de todas formas, la mitad de sus cosas son impermeables.

Dratini y Swanna se unieron al cabo de unos minutos al oír las risas.

Y a pesar de la sensación de vértigo en su estómago y el miedo a caer en lo más profundo del mar, (T/n) sabía que ninguno de sus Pokemon dejaría que eso suceda.

Ellos jamás dejarían que se hunda. 

¡Yo te elijo! [Pokemon x Fem!Trainer]Where stories live. Discover now