UN AMOR IMPOSIBLE [ OSOCHORO ] {KARAICHI / JYUSHITODO}

Capítulo 4

Antes de empezar, quiero decir que el capítulo 3 estaba dispuesto a ser uno Karaichi, pero debido a que la trama principal es Osochoro decidí poner ese capítulo primero.

Y para aclarar, estos eventos que voy a poner a continuación acorten en un mismo día al igual que la pareja Osochoro y (próximamente) Jyushitodo. Así que yo les avisaré cuando terminó el día o simplemente decifren en que punto termina el día de cada pareja.

Ahora sí, vamos con el capítulo >:)

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Ichimatsu

Soy una escoria por creer que llegaría a amarme; espero nunca regresar a esa casa, solo volvería mi dolor y mi amor hacia esa persona que ni siquiera voltea a verme. Me quedaré a beber el resto de mi miserable vida o lo que me queda de ella.

-Oye, idiota! Ya no me queda ni comida, ni bebida por tu culpa, maldición.

-Callate, solo tírame a una trituradora o algo así.

-Ichimatsu-niisan, que estás haciendo? - Jyushimatsu de la nada apareció a su lado.

-Ah? Ahhhhh...eras tú Jyushimatsu...que haces?

-Vine a llevar a Nii-san a casa.

-No quiero! Y además, esa ya no es mi casa, ya no más.

-Y cuál es la casa de Nii-san ahora?

-Vivo con Chibita, no es así?

-Yo qué?! No no no no no, no quiero a otro de ustedes en mi casa; el último en fué Karamatsu y se acabó toda mi comida, maldición!

-Mmm... entonces no tengo casa -dije mientras Jyushimatsu me arrastra de los brazos a no sé dónde - te advierto que si me llevas a casa, todos pasaran un mal rato.

-No te llevo a casa, es otro lugar al que quiero ir contigo-Muscle!

-Genial! Mientras más lejos de ese cuchitril mejor.

Aunque me gustaría saber si ese traidor me busca o por lo menos se preocupa por mí, pero el no tiene porque tomarse la molestia, tiene a Choro, de qué le sirvo yo? Como juego? Pasatiempo? Cualquier persona que estuviera en mi situación actual se atormentaría, pero yo no soy como los demás y a mí en verdad me importa saber... Qué soy para él?

-Ichimatsu-niisan! Despierta, ya llegamos-Muscle! - sentí cómo mi cuerpo era movido de un lado a otro, abrí mis ojos, ya que al parecer me dormí todo el camino y lo primero que ví me dejó sin palabras - llegamos - dijo Jyushimatsu quitándose de mi encima para que yo pudiera apreciar el panorama; estábamos bajo un árbol de cerezo y los pétalos caían como lluvia, pero estoy seguro que es la única lluvia que más me agradaría en mi inmunda vida.