FORZADOS

Capítulo 5 EMPATÍA (1ra parte)

DISCLAIMER: Los personajes de Naruto no son de mi propiedad, son del señor Masashi Kishimoto.

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Advertencia: Leve crack pairing NaruSaku.

Este capítulo se divide, en dos partes.

Aclaraciones:

-Habla

-"recuerda"

-Piensa

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CAPÍTULO 5

EMPATÍA

(Primera parte)

Aún sentía marcado los besos en su piel. No podía evitar cada vez que cerraba sus ojos, recordar como aquella noche vibró de placer, por primera vez. Se sintió mujer y lo hizo con alguien a quien no amaba.

Y ahora huía hacia Sunagakure con el corazón roto, sabiendo que a quien amó desde niña con tanta ilusión, yacía hace más de un mes junto a otra mujer. La cual no tenía culpa alguna de su desdicha, pues la única culpable era ella al aferrarse a algo, que jamás iba tener.

Pero lo que más le afectaba, era ese deseo palpable que sentía su cuerpo, por regresar aquella noche donde se olvidó de todo.

Necesitaba ese calor que Naruto le había dado reconfortandola, pero el rubio no merecía eso. No merecía ser presa de su despecho.

Caminaba junto a la comitiva a la cual se unió, en cuanto se enteró que el Kazekage solicitaba ayuda médica para entrenar a los nuevos residentes. Pues la cuarta guerra dejó muchas bajas y en ellas la mayor parte de sus médicos ninja perecieron.

Sakura Haruno vió una oportunidad. Una oportunidad para sanar su corazón y la tomó sin dudar. Porque no estaba solo roto, si no también confundido por unos luceros azules.

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" —Es...Espera Sakura chan— dijo tratando de controlarse ante la situación.

Sakura depositó un sugerente beso en el cuello del rubio. Y de ese beso, siguieron otros de forma agradable. Su razón le gritaba detenerla, pero su instinto salvaje gracias a la bestia que llevaba en su interior le exigían participar. Hasta el punto que desde que empezó aquello, sus ojos se afilaron en dos ocasiones.

— Naruto, se que ambos deseamos esto— dijo para luego besar sus labios con delicadeza—Solo sera un poco de distracción, somos amigos podremos manejarlo — siguió mientras sus besos se volvían más demandantes hasta que sintió un ligero mordisco en su mentón. Pese al acto y las circunstancia, Naruto no pudo evitar reprimir un gruñido.