❪ Reconciliación ❫

950 138 2
                                    

Las semanas transcurrían, y a pesar de que Donghyuck y Mark nuevamente se encontraban juntos en todo momento, el ambiente era un tanto... Incómodo, esa era la palabra que describe perfectamente la situación, y es que la razón de esto es que las conversaciones entre ambos eran muy cortas o simplemente aburridas.

Ya no había risas, abrazos, quejas -de Mark por las travesuras del contrario- o cualquier otra cosa que hacía perfecta la relación amistosa entre los dos niños. Todo era tan diferente, y Mark ya no sabía qué hacer para animar a Donghyuck.

-Hyuckie.- Llamó, haciendo que el nombrado levantara la vista, dejando de colorear algunos dibujos que debía terminar para entregar en la siguiente clase. -Mañana que es fin de semana, me gustaría que vengas a mi casa a jugar, ¿qué dices?- Explicaba con entusiasmo.

Donghyuck se mantenía serio, con los labios ligeramente abultados, pensado en que responder.

-Mhm no lo sé, Mark...- Tomó su sacapuntas para comenzar a darle vueltas a un color, y así, evitar la mirada del contrario. -Tal vez mis padres quieran salir y no me dejarán ir a tu casa.- Continuó coloreando.

-Puedes preguntar cuando llegue tu mamá en la salida. Me dices, y si te dejan ir, mañana te espero. Comeremos el ramen de mamá. Además mi papá me compró un balón nuevo, aún no lo uso, ¡así que podríamos estrenarlo juntos!- Lo último sonaba muy tentador.

-Está bien. Pediré permiso para ir a tu casa.- El extranjero asintió varias veces con una gran sonrisa.

🍭 ݇-݈

Y así fue, ahí se encontraban jugando los dos niños con el nuevo balón de Mark.

Donghyuck corría detrás, tratando de quitarle el balón a Mark, pero por más que intentaba el contrario llevaba ventaja por su velocidad, y reía a carcajadas por los intentos fallidos de su amigo.

-Niños, la comida está lista.-

El llamado de la mujer extranjera desubicó a Donghyuck por lo que Mark hizo un movimiento rápido, anotando gol.

-¡Canadá!- El aludido rió. -¡Ese gol ya no cuenta!-

-¡Claro que sí!-

-¡No cuenta!-

-Mamá llamó para ir a comer, no para detener el juego, así que ese ha sido mi último gol. Yo gano.- Se encogió de hombros, Donghyuck resopló molesto. -Ya Hyuckie, vamos a comer.- Se rió por la expresión del otro.

Entraron a la casa, limpiando sus zapatos en el tapete de la entrada del patio trasero y se encaminaron a la cocina.

Donghyuck no se percataba de la inmensa alegría de Mark, pues este al fin había logrado que volvieran a hablarse como antes.

-Bien niños, aquí están sus platos. Yo estaré en mi oficina por si necesitan algo. Provecho.- Sobre la mesa dejó los platos llenos del ramen que desprendía un delicioso aroma, y una vez que los niños agradecieron, salió del comedor dejándolos a solas mientras veían una serie animada.

-Mark, ¿podemos salir a jugar a la calle?-

-No lo sé, tal vez mamá no nos deje, ¿no quieres seguir jugando en le patio?-

-Pues... Es que afuera hay más espacio y tú ayer me dijiste que podríamos salir.-

-Primero come, y luego preguntamos.-

Con esto, Mark finalizó la conversación, ya que por el momento lo único que le interesaba era la pelea entre Perry el ornitorrinco y el Doctor Doofenshmirtz.

Al terminar de comer, se mantuvieron entretenidos con la televisión por un rato y cuando por fin se sintieron más ligeros corrieron a la oficina de la madre de Mark; le preguntaron a la mujer si podían salir, y para ser sinceros tuvieron que rogar para obtener el permiso, pero después de súplicas y súplicas salieron de la casa muy emocionados.

Corrían a toda prisa instalándose en la calle, dividiendo el espacio que habían elegido para jugar, seleccionado en qué lado sería la portería de cada quién, con la ventaja de que la calle se encontraba sola.

Un Beso A Cambio「MarkHyuck」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora