EPÍOLOGO

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p.o.v RenJun

8 años después

Destapé la olla y me acerqué a ella para oler. Olía genial, y tenía un hambre voraz. Así que empecé a poner la mesa para nosotros y los seis cachorros que oía corretear por la casa.

-Chicos - les llamé - chicas - dije poniendo los vasos en la mesa - a la mesa, va.

Dos niños entraron corriendo y se pusieron a dar vueltas en círculos a la mesa gritándose cosas.

-YeonJun - les grité y el niño de ojos negros paró en seco - Soobin - dije y el niño me miró poniéndose muy recto como si esperara la bronca - dejar de correr y sentaros en la mesa.

-Lo siento tío RenJun - dijo en un susurro quedo SooBin sentándose en una de las equinas - es que YeonJun me ha tirado del pelo.

-Eso es mentira, tío RenJun - dijo el niño y yo lo miré poniendo mis manos en mi cintura - eres un mentiroso - le dijo sacándole la lengua a SooBin.

Menos mal que en el fondo eran parejas destinadas esos dos niños, y que en algún momento dejarían esa tontería de molestarse el uno al otro y se querrían.

Jeno entró con RyuJin en un brazo y Lia en el otro, y en la espalda, colgado de su cuello tenía a JeongIn que jugaba con su pelo, mientras las dos niñas tiraban de sus mejillas y le hacían muecas. Jeno se rió cuando las dejó en el suelo y las dos le dieron un beso en la mejillas cuando los dejó en el suelo.

-Va, a la mesa, antes de que RenJun se enfade - le dijo devolviéndoles el pelo a las dos niñas para después dejar un beso en el pelo de JeongIn.

-¿Por qué siempre quedó yo como el tío malo? - le dije bajito entregándole los platos para que los pusiera en la mesa. Jeno me miró frunciendo el ceño y dejando los platos que le había dado en la encimera para agarrarme de la cadera.

-Pero si eres el favorito - me dijo restregando su nariz en la mía - yo soy el que les hace hacer veinte flexiones todos los días.

-Eso es verdad - dijo Lia en un grito, que esa niña tuviera el poder de escuchar hasta una arañita tejiendo, en el fondo me daba mal rollo - te queremos mucho tío RenJun.

Yo le sonreí y le tiré un beso a lo que ella me sonrió. Jeno puso los platos en la mesa y los niños empezaron a comer. La puerta se abrió.

-Llegáis tarde - dije sin girarme, pero enseguida sentí unas manos rodearme la cintura y besarme la nuca.

-Es que Felix quería coger unas flores para RyuJin - me dijo JaeMin pasando su nariz por mi piel, erizando allí donde me tocaba - es un romántico.

-No como tú - dije yo dándole un codazo para que se apartara y entregándole un plato de comida.

JaeMin me miró con un puchero en sus labios abultados.

-¿No te parece romántico la mamada que te he hecho esta mañana nada más levantarte? - dijo el haciéndome cejitas y toqueteándome el culo. Yo rodé los ojos y seguí con la tarea de poner la comida en los platos.

-Tío JaeMin - dijo Lia después de que él se acercara a la mesa y dejara un beso en los labios de Jeno para después sentarse con Felix encima de sus rodillas - ¿qué es una mamada?

Los niños miraron expectante a JaeMin, quien abrió mucho los ojos y dejó caer la cuchara encima del plato. Jeno miró a los niños y después a mí, y luego JaeMin y él se quedaron mirando.

-Niña, tienes un problema con eso de escuchar todo lo que los otros dicen - dijo él y los niños empezaron a comer otra vez - preguntale a Taeil, que para eso es tu padre.

Todos nos sentamos a comer en la mesa y JaeMin, como siempre empezó una conversación banal con los niños. Porque en el fondo, el tío favorito era JaeMin, y en eso no cabía duda. Y sentado hay hablando con ellos mientras Jeno lo miraba con una sonrisa en la boca, aunque ya lo supiera, me di cuanta por quinta o sexta vez, que Jeno y yo hubiéramos estado perdidos sin él.

Después de revivirnos a nosotros dos, JaeMin murió al acto. Ya que todas sus fuerzas las había dejado en nosotros, Jeno y yo nos llevábamos todo de él cuando nos revivió. No iba a volver, y eso me dolió en lo más hondo del corazón. Porque había ganado la guerra, pero Jeno y yo sentíamos que la hubiéramos perdido.

Recogimos los cuerpos, todos, menos el de JiSung. Que desapareció. Se decidió enterrar a los muertos esa misma tarde, y después salir a por su cuerpo. Pero JiSung llegó de la mano de Yuna al pueblo, diciendo que Yuna había hecho un pacto con las brujas. Le había entregado a SooJin su inmortalidad y sus poderes de vampiro para revivir a JiSung, y que la bruja estaba dispuesta a revivir a JaeMin.

Jeno y yo llevábamos el cuerpo sin vida de JaeMin ante las brujas, las cuales se pusieron alrededor de él, rociéndolo con una líquido hecho de hierbas y especias, diciendo cosas el latín y recitándolas mientras se movían en círculos alrededor de la mesa donde reposaba el cuerpo de JaeMin.

La brujas pusieron sus manos encima del cuerpo desnudo de JaeMin, gritaron unas palabras que no llegue a comprender, y un rayo de luz atravesó de lado a lado al chico, que despertó sobresaltado.

-¿Entonces no nos vas a contar que es una mamada? - preguntó SooBin con inocencia en su rostro, tenía los mismo ojos negros que Mina, la mujer de mi hermano. Al igual que Lia había heredado la sonrisa de mi hermano y Felix la bondad que siempre albergaba Taeil.

-Cuando seas más mayor lo entenderás junto a YeonJun - dijo llamando al hijo de Mark y Joy que miró a su pareja destinada con los ojos muy abiertos.

-Sea lo que sea - dijo poniéndose muy serio el niño - no pienso hacerlo.

-Vale, crak, ya hablamos cuando tengas las hormonas alborotadas - dijo JaeMin bajando a Felix de sus piernas.

El niño se acercó con nerviosismo a RyuJin, que la miró con seriedad, la misma mirada que tenía Joy cuando mandaba. Felix le entrego las flores y ellas las cogió mirándolas, el niño se puso rojo y agachó la cabeza y miró sus zapatos. RyuJin, que aunque era pequeña había sido quien de Felix, SooBin y YeonJun, había entendido mejor que era ese sentimiento que sentía al ver a Felix, agachó un poco la cabeza y dejó un beso en la mejilla del niño. El cual que acto seguido salió corriendo hacía JaeMin para esconderse entre sus brazos.

-Muy bien, Felix - le dijo haciendo que el niño chocara los cinco - ganándote las mama... - Jeno le dio un coscorrón a JaeMin haciendo que su cabeza se moviera hacía delante - a la novia, ganándote a la novia.

Acabamos de comer y después vimos los tres con los niños una película. Y aunque era sábado por la tarde, se tuvieron que ir a sus casa pronto. Porque Jeno les hacía entrenar de lunes a sábado y a los próximos líderes le hacía entrenar incluso los domingo.

YeonJun quería asesinarlo, todos lo teníamos claro, pero entre RyuJin y él, Jeno lo eligió a él que tenía una mejor actitud de batalla, y lo veía buen lobo para ser el próximo líder de Saúl y Corea del Sur, como hijo de Joy y Mark que era. Lia había entendido que era lo que tenía que hacer, porque entre ella, SooBin y Felix, era la mejor para ser líder de Daegu. Y JeongIn no tenía más remedio que ir, porque como hijo único de JiSung y YuNa, era lo más cercano a el heredero de Busan por ser el hijo de el jefe de batalla de Corea.

-¿Recordarme porque prometimos que vendrían cada dos fines de semana a dormir el viernes? - dijo Jeno cuando se tiró en el sofá poniendo la cabeza en los muslos de JaeMin cuando dejo a todos los niños en sus casas.

-Porque son adorables - dijo JaeMin cogiéndome el brazos para que me acercara a ellos. Yo acabé con la cabeza en el hombro del chico de pelo rosa.

-Felix es adorable, los demás són unos bestias - corregí yo con oviedad y ellos se rieron.

Me encantaban sus risas compenetradas y como se escuchaban las dos juntas. Porque era muy bloque, o los tres o ninguno. Y me gustaba, me daba igual que no pudiéramos tener hijos, o que siguiéramos siendo los reyes más raros que hubieran gobernado las manadas de Seúl. Daba todo igual, porque valía la pena por escuchar la risa de ellos dos en mis oídos.

The destiny of the wolf (Norenmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora