The destiny of the wolf (Norenmin)

CAPÍTULO 4

"No sabes bien lo bien que sabes"

p.o.v RenJun

Salí de la ducha y me puse el albornoz encima de mi cuerpo para irme secando. Me encantaba eso, que pasara el tiempo mientras yo me miraba en el espejo, cantaba y hacía mil gilipolleces más mientras mi cuerpo solo se secaba. Me permitía ser yo mismo en esos pequeños momentos donde solamente era Hung RenJun, y no el líder de Deagu, que tenía que ser serio y maduro.

Canté como un loco una canción antigua de Lady Gaga mientras me ponía los pantalones y me guiñaba el ojo. Solté una risita tonta, por lo que acaba de hacer y me acabé de vestir mirándome en el espejo.

El RenJun de hace unos años se hubiera vestido rápido y hubiera evitado que su mirada se encontrara con el espejo, aquel objeto maligno que devolvía la imagen de un chico bajito, delgado y casi sin músculo. Me daba asco y repulsión verme, estaba completamente comido por mis inseguridades.

Pero entonces llegó el, y como si se tratara de un ángel caído del cielo, WinWin tocó cada parte de mi cuerpo como si fuera algo preciado, como si fuera lo más bonito que pudiera contemplar en su vida. Me enseñó lo que era el amor propio, y me hizo ver que era mucho más fuerte que mis inseguridades. Amé la forma en la que me enseñó a amarme, y por eso lo acabé amando más que a mi propia vida.

Estaba completamente y tontamente enamorado hasta los huesos de WinWin.

Por eso no me iba a permitir perderlo por nada del mundo, porque estaba convencido de que nadie me iba a amar tanto como él y yo jamás quería a alguien que no fuera él.

Bajé cuando estuve vestido con una simple camiseta blanca y una chupa de cuero negro a conjunto con mis pantalones del mismo color. En la sala ya estaban los dos otros líderes. JaeMin estaba sentado en la mesa con sus pies colgando de ella, llevaba una camiseta negra de cuello alto y unos pantalones de vestir que le quedaban muy elegante. Su pelo rosa estaba perfectamente peinado hacía atrás y su sonrisa era incluso más brillante aquella noche cuando subió su mirada para mirarme.

-RenJun - dijo él guardándose su móvil en el bolsillo - estás muy guapo.

-Gracias - dije, y noté como los colores me subían al rostro. Porque era incapaz que alguien me lanzase un piropo y que no pasara eso. Además de que sus ojos estaban fijos en mi rostro.

-Si, la verdad es que estas muy bien - dijo Jeno que estaba apoyado en la pared con los brazos cruzados. Él se había vestido con una simple camisa negra que se adhería a su cuerpo como una segunda capa y unos pantalones negros rotos por todas partes. Yo le sonreí tímidamente y él recorrió todo mi cuerpo con su mirada - ¿nos vamos ya?

-Si - dijo JaeMin bajando de un salto de la mesa y andando hacia fuera - ¿hoy me dejarás conducir tu cochazo? - le preguntó poniéndose delante de él.

-Tira - dijo dándole la vuelta a su cuerpo y haciéndolo andar cogiéndolo de los hombros.

Recogimos a la chica, que se llamaba Momo en su casa. Esta se sentó delante con Jeno conduciendo. Y al subir plantó un beso voraz en los labios de Jeno, agarrando su nuca con una mano para que el otro no pudiera huir. Giré mi cabeza hacía la ventanilla para no mirar la escena. Era una mierda eso de ser medio animal, porque nos hacía ser posesivos y unos egoístas, yo solo me sentía así con WinWin, ahora al parecer a ese sentimiento también se les había unido Jeno y JaeMin.

Llegamos al local, las luces moradas anunciaban el nombre de la discoteca. Había una gran cola, pero Joy había movido los hilos necesarios para que nos tuvieran en la lista y entrar directamente.

-¿Como sabemos quien es? - preguntó JaeMin cuando nos dirigíamos hacia la barra para pedir unas bebidas. Todos cogimos una menos Jeno, que se excusó diciendo que tenía que conducir. No entendí porque, ya que los hombres lobos teníamos que beber más de diez cubatas para que nos subiera.