April corría histérica por el asfalto, con las lágrimas de crudo terror bajando por sus mejillas, tropezaba y los pulmones le dolían mucho.
- ¡Ayuda! ¡Por favor! ; ¡Ayúdenme! - pedía entre jadeos mirando con esperanza entre los edificios, alguna luz encendida, alguna persona fuera que la mirara. Alguien. Quién fuera... - ¡Por favor! -
Sus piernas se encontraban lánguidas y el peso de la falta de sueño le jugaba sucio. Sus costados se comparaban a una docena de alfileres perforando cada vez que ella buscaba inhalar aire.
No sabía cuánto había corrido y no tenía planeado detenerse; sin embargo, al mirar aquel árbol grande y frondoso en la siguiente esquina sollozó con más fuerza, estaba cerca.
Sólo. Sólo un poco más y estaría a salvo. Lo estaría.
Entre las hojas de aquel almendro, la criatura volvió a jadear , April gritó con fuerza y la fuerza de sus piernas se hubo ausente en ese momento. Comenzó a gatear con desespero - ¡MAMI! ¡PAPI! POR FAVOR! - sus uñas se enterraron en el concreto, despertando con el dolor los nervios de sus piernas, moviéndose de inmediato -
La criatura jadeaba con fuerza; imponiendo su presencia.
- ¡Papá! ¡Mamá! - sus puños daban fuertes golpes contra la madera de la puerta, llena de desespero, mirando hacía la oscuridad , ahí estaba. Mirándola, avanzando hacía ella - ¡Abran! Abran ya! - suplicó -
Lo sentía más cerca. Estaba allí, a unos cuantos pasos de ella.
Histérica golpeó con más fuerza la madera, sintiendo el crugir bajo sus golpes del material; ¡Estaba por tomarla! ¡Por arrastrar a la oscuridad! , Lo sintió cerca de su espalda, los cabellos se le erizaron y gritó a todo pulmón.
- ¡April! - gritó Penélope al abrir la puerta -
La muchacha se tiró a los brazos de su madre desconsolada, llena de un pánico y terror que se aferraba a su cuerpo completo. El aire mismo no le era suficiente , necesitaba aire.
- ¡April mírame!, Mírame cariño- sujetó el rostro de su hija con ambas manos; los ojos de April miraban todo sumida en pánico y ansiedad - ¡MÍRAME APRIL ! - exigió Penélope y April la enfocó - ... Eso es. ¿Que sucedió? - musitó asustada-
Uriel apareció después de unos segundos con Nicole detrás de él con rostro miedoso, aferrándose a su muñeca - ¿! Que mierda le pasa?! - espetó harto del escándalo y gritos -
- no losé - contestó Penélope, abrazando a April con fuerza - tiene otra crisis de pánico - sentía el cuerpo de su hija temblar sin control -
- ¡VIENE POR MÍ! - gritó ahogándose entre lágrimas -
Uriel miró a Penélope , ella temblaba. No esperó respuesta y tomó a Nicole entre brazos dejándola encima de su cama - no te muevas de aquí , y no te acerques a ella - ordenó con voz potente , la pequeña solo asintió , buscó certero debajo del escritorio en donde de encontraban prendas dobladas , tomó el revolver, lo cargó y salió , con las mandíbulas apretadas justo por dónde hubo entrado la chica -
Penélope mecía a April, acariciándo sus cabellos; ella todavía hipaba contra su pecho temblando - ya, ya, mi pequeña, todo estará bien, shhh -musitaba bajo y suave -
- ellos... - jadeó con recuerdos vívidos - ellos querían... Querían hacerme daño mamá, ellos... - Penélope la abrazó con más fuerza -
- ya , no temas mi amor, tu padre se encargará , todo estará bien -
April sollozó bajo.
- la cosa... La cosa viene por mí mamá... Ella. Ella me quiere a mí -
Penélope no dijo nada. Y siguió meciendo a su hija como en aquella época de antaño, en la cuál la necesitaba.
Uriel apareció abriendo la puerta principal de un golpe.
Estaba furioso.
Penélope desvío la mirada apenas se encontró con la verdosa de el sujeto - Uriel, Uriel espera , April ya se tranquilizó - pero el hombre ni si quiera consideró su voz; ella era muy pequeña y él, demasiado estoico -
Cuando Uriel estaba furioso. No había nada ni nadie que pudiese frenarlo. - ¡TU! - empujó el cuerpo de su esposa al sofá , apartándose de April, tomó a su hija de los cabellos rojos levantándola de un tirón - ¡Hice el maldito ridículo por tu culpa y allí afuera no había nada más que gente preguntándose quién mierda gritaba como desquiciado! ¿!sabes que dijeron?¡ Oh! ¡Seguro es esa mocosa! ¡¿Te das cuenta de la fama que tienes?! - arrastrando a April de aquella Cruel forma, abrió la puerta de su habitación y la dejó caer con fuerza sobre su pequeña cama - ¡Y no pienses que por está estupidez dejarás de ir a la escuela o me harás gastar dinero en estupideces. - su palma se estampó contra la mejilla de la chica virando su rostro por el impacto - ¡ Mañana habla con mi hermana y pídele lo que le meten al idiota de su hijo -
Penélope asiente bajando la mirada , cerrando la puerta de su habitación de un portazo.
April sollozó con dolor en un silencio denso y triste.
Se abrazó así misma todo lo que pudo. Buscando calor con anhelo, pero no lo consiguió.
Ella misma no era suficiente. Nunca lo era.
Y entre lágrimas se sintió estúpida ... Y vulnerable.
Vulnerable....
- Donny - jadeó entre lamentos - pero Donatello no vendría. -
Voces lúgubres comenzaron a resonar por toda la obscuridad de la alcoba, que rondaban a su alrededor. Balbuceos en una lengua antigua y extraña.
Pero, April los entendía. Los escuchaba.
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Se tapó las orejas con fuerza - ¡No! ¡Déjenme! ¡Largo! - apretó con más fuerza las palmas contra sus oídos - por favor! Dios! Ayúdame! Por favor! Mamá! - imploró con fuerza -
Pero las voces no cesaron. Y nadie escuchó sus súplicas.
Apretó con fuerza sus ojos y pidió. Que al menos aquello terminará rápido .
