Y sobre todo, locura

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                                                                                        (Lexa)

Las calles estaban llenas de gente, gente que iba a comprar, o solamente passear, ese día todo el mundo parecía estar feliz.
Me deslumbro ese sol de tarde, que daba sus últimos rayos de luz, antes de esconder-se de nuevo.
Cada vez que pensava que lo iba a volver a ver, los nervios y el miedo a que mis padres se enterasen se apoderaban de mi, y me hacian que me planteara la idea de volver a casa y olvidarme de todo, peró el amor y el deso eran demasiado fuertes como para poder ignorarlos sin mas.
Me parecía haver llegado ya a su casa, así que subí la mirada del suelo, y alli estaba.
Iba con una chaqueta muy elegante de color azul oscuro y unos tejanos a juego con ella.
Sonreí, y fuí caminando hacia donde estaba él, peró no se dio cuenta de mi presencia hasta que no estuve prácticmente delante de él.
Me miro directamente a los ojos, y me senti un tanto intimidada por sus intensos ojos marrones.
Me sonrío, y me dio un beso suve y rápido.

- Como estas? -me dijo el agarrandome de la muñeca para que me pusiera delante de él.

-Un poco aburrida la verdad, pensava que tú...ya sabes...me podrías mejorar el dia.

- Así que quieres que yo te mejore el dia, con mis grandes habilidades, he?-me dijo en tono divertido y atrevido a la vez.

-Eso quiero- le dije con una sonrisa que aportaba diversion y deseo, acercando-me cada vez mas a él.

Sentí su calida mano en mi mejilla acariciandome mientras sus ojos me miravan hambrientos. Me acerque mas a él, y no pudimos resistir-nos mas. Sus cálidos labios me rozaron la boca por un instante, y luego se fundio en un maravilloso beso.Y en ese momento le pude sentir, pude sentir como me deseaba de verdad.
Le llevaba esperando demasiado tiempo, y los dos sabíamos que entre nosotros no podria existir nunca una relaácion sin pasión, amor, deseo, y sobretodo, locura.
En ese momento lo desee mas que a nada, y quería más de él, lo quería todo, quería que fuese mío.
Subí una mano acariciándole el hombro, hasta llegar a su pelo. Me encantaba su pelo, era castaño, y no tenia una forma determinada, era corto y eso lo hacía más sexy.
Deje que mi mano le acariciara la cabeza, y poco a poco lo acercaba más a mí, para tenerlo más cerca y así poder sentirlo completamente.
Creo que él notó lo mismo que yo, y de repente la mano que tenia en mi mejilla, la tiro hacia delante, entrelazando-la así con mi ondulado pelo, y tirando de mí para que me pegara más a él.
Nuestras lenguas se movían en perfecta coordinación, parecía todo un sueño.
Él ya no pudo resistir-se más y bajo su otra manó hacia mi cadera, que fue recorriendo mis curvas, y llego al trasero, donde no podía dejar la mano quieta, y sus besos cada vez eran más apasionantes.
De repente, le deje de besar lentamente, y sin despegar-me de el, me acerque a su oído, y le susurre:

-¿Preferirías acabar esto en tu casa?

Le mire, y vi esa sonrisa que me encantaba y me aportaba mucha felicidad.
Me soltó y se separó de mí, me dio un beso rápido en los labios, y me agarro de la mano entrelazando así sus dedos con los míos.
Suerte que estábamos en su portal, y solo debíamos coger el ascensor hasta llegar a la tercera planta, donde con suerte no nos encontraríamos a sus padres ni a su hermana, y podríamos hacer todo lo que quisiéramos.
Mientras subíamos al ascensor, me coloque delante de él, y con una sonrisa de traviesa le dije:

- Si resulta que no están ni tus padres, ni tu hermana...podríamos bañarnos a mi manera...no?

-Creo que me conoces demasiado bien- dijo con tono de chico malo.

Me dio un beso, y por fin llegamos a su piso. Mientras abría la puerta, los dos deseamos que no estuvieran en casa, y pareció que la suerte se puso de nuestra parte, porqué sus padres dejaron una nota en la nevera en la que decían:

"Te hemos dejado dinero en tu mesita de noche para que te vaias a comprar algo decenar, si quieres. Nosotros estaremos fuera esta noche, y volveremos mañana por la mañana.
Tu hermana esta en casa de unas amigas.
Por favor, cuida de la casa. Te queremos, tus padres".

Cuando lo leímos, nos miramos y sonreímos a la vez.
Me agarro de la cintura y tiro de mí, mientras me besaba y sentía su felicidad en su cuerpo.
Se separó un instante de mí, y me dijo:

- Si aún te apetece esa ducha, podemos darnosla, y si quieres te puedes quedar a dormir.

Me quede pensando unos segundos en que responderle, porque yo nunca me havia quedado a dormir a su casa, de echo apensa havia estado un par de veces en ella. Así que le mire, y le respondi.

- Ahora mismo entraremos en esa ducha de agua caliente, pero antes le debo preguntar a mi madre si no le importa que me quede contigo esta noche.- dicho eso, me sonrio, y me dijo:

- Vale mi amor. Voy a ir preparando esa ducha mientras tu le envias eso a tu madre, te espero en el cuarto de baño.

-En seguida voy.

Agarre el móbil de mi bolso, y busqué a mi madre en los chats para poder mandarle el mensaje, pero me acorde, que ella nunca mira el móbil, así que decidí llamarla.

- Lexa? -pregunto ella con tonó desanimado.

- Hola mamá. Te llamaba para saber si està noche me puedo quedar a dormir en casa de una amiga, que mañana es su cumpleaños y nos quiere a todas en su fiesta.

-Normalmente lo hablaria primero con papà, ya lo sabes, però estos días te has portado muy bien...así que, voy a dejar que te quedes, pero mañana no llegues muy tarde, vale?

-Perfecto, llegare antes de comer. Mil gracias mama. Te quiero. -le dije mientras estaba a punto de dar saltitos de alegria.

Mientras guardaba el móvil en el bolso, no parava de pensar en si de verdad era necessario mentir a mí família sobre él, peró en cierta manera no tenia otro modo de evitar una guerra entre mí família y la del chico con el que mis padres ya me havían emparejado des de pequeña.

Dejando todos esos temas aparte, cerre la cremallera, y me dirigi al baño, aunque quedaba un poco lejos, ya que ese piso, era más bien un duplex de lujo, y el baño en el que me esperava, quedaba en su cuarto, es decír al fondo de la segunda planta.
Una vez lleguè, vi la puerta entreabierta, y salia mucho vapor por el lado de la puerta.
Empuje suavemente la puerta, para que se abriera y lo vi a él.
Estava precioso, y tengo que reconocer que su look me ponia mucho.
Iba con un albornoz de color marron oscuro, con el cinturon muy poco apretado, dejando así al descubierto su marcado pecho.
Su cuerpo era deslumbrante, era atleta, por lo tanto tenia un cuerpo digno de eso.
Él estaba con las piernas cruzadas, apoyado con la espalda en una de las paredes de cristal del baño, y su mirada posada en mí, repasando cada detalle de mi cuerpo vestido aún.
Me acerque lentamente hacia el, y me puse delante suyo.
Él se me acerco para darme un beso, peró estire un brazo y le puse mi manó en su desnudo pecho, y lo empuje hacia atras, negandole con la cabeza. Le regale una deis mejores sonrisas de chica mala y atrevida.
Ese día iba a poner yo las reglas, jugariamos a mí manera.

Sobre todo, locuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora