Roots Ink; taekook

Chrysanthemum

Crisantemos: Las flores crisantemos florecen en varias formas, y pueden ser parecidas a las margaritas, decorativo, pompones o botones. Las flores del crisantemo entran una variedad inmensa de formas y tamaños. Los crisantemos cuentan con una amplia gama de colores. Además del tradicional amarillo, otros colores populares son blancos, púrpuras, y rojos. Ellos son muy populares en ramilletes y arreglos florales. La flor es normalmente considerada como positiva y significa alegría. En algunos países se considera una declaración de amor regalar crisantemos.

Esa mañana la ocupó en su jardín. Cultivó algunas semillas y desplantó otras tantas flores. Ensuciándose por completo con la tierra, llegando a estar marrón. Frotó su frente con el dorso de su mano, manchándose aún más la cara. El calor de ese día de verano era terrible, lo hacía sudar. Se levantó para ir a buscar algo de beber.

Su local estaba cerrado, pues tan temprano no atendía al público. Fue a la parte de arriba, donde él vivía, y abrió la heladera. Sacó de ahí dentro una jarra con té de crisantemos. Crisantemos frescos cultivados por él mismo, que había hecho una infusión con ellos el día anterior para poder beberlos cuando estuviera sediento.

Bajó deprisa, con su vaso y jarra en mano. Pronto iba a tener más sed y debía estar preparado. Salió al jardín, entrecerrando sus ojos por la luz solar que lo enceguecía. Oyó voces en el patio de su vecino justo cuando iba a tirarse al suelo para seguir su tarea. Se acercó al muro de 1,60 m. que dividía las partes traseras de sus locales. Vio como Jungkook conversaba con un hombre mayor. Lo regañaba por alguna razón. Se ve que aquél empleado que el castaño había contratado era bastante contraproducente.

Terminó de retarlo y el señor entró de nuevo al espacio interior. Jungkook se tomó la frente, exhausto de aquél trabajo. Taehyung saludó con su mano, luego de poner en el suelo la jarra.

-Hola, ¿cómo estás? - Preguntó acercándose.

-Taehyung...

-Ya sé tu nombre, Taehyung. No hace falta que me lo recuerdes. - Se apoyó en la pared, él también estaba transpirado.

-Yo estoy bien, pero tú pareces agotado. ¿Qué ocurre?

-Es que esta gente es una inútil. Compré un aire acondicionado nuevo y los llamé para que me lo instalen, y ya me lo rompieron. Los odio.- Miró a Taehyung, notando su mugre por todo el rostro. - ¡Estás hecho un asco!

-Estuve desplantando algunas flores.

- ¿Con este calor? Te podría agarrar una insolación. - A Taehyung le encantó que Jungkook lo protegiera de esa forma. Se sonrojó, no sabiendo si era por el sol en su cara, o por lo maravilloso de su vecino. Jungkook sacó un paquete de cigarros de su bolsillo y tomó uno de ellos, poniéndoselo entre sus labios. Agarró de su pantalón el encendedor y se dispuso a prenderlo. Pero Taehyung no lo dejó. Le pegó en la mano donde tenía el elemento que genera fuego y se lo hizo tirar al suelo. - ¡Hey!, ¿Qué haces? - Está de más decir que al castañito no le gustaba la gente que fuma.

-No fumes, le hace mal a tu organismo, y a mis plantas. - Jungkook se encogió de hombros, no sabiendo que contestar.

-Necesito tener algo en mi boca. Es la ansiedad. - Taehyung le sacó el cigarrillo de sus dientes, y se lo guardó en el bolsillo de su delantal. Otro objeto para ese pequeño altar de Jungkook que estaba queriendo hacer.

-Entonces toma. - Le dio su vaso con té. Jungkook lo bebió de un sorbo, sin preguntar que era.

- ¡Wow! Es delicioso.

-Es té de crisantemos. Esas pequeñas flores de ahí. - Señaló detrás suyo unos capullos florecidos de colores brillantes y bien grandes.

-Me encantan, son muy lindos, y ricos. - Taehyung sonrió contento. Corrió hasta la planta y arrancó la flor más bonita de todas.

-Ten, Kook. Para ti.

Esta vez fue Jungkook el que se puso colorado. Le gustaba mucho que Taehyung sea tan atento y dulce con él. Comenzaba a preguntarse porque era de esa forma, maravillado por su forma de ser tan pura y tierna.

-Gracias, eres muy atento. Creo que esta flor voy a tener que hacerla té. ¡Esto está increíble! La que me disté ayer la puse entre las hojas de un libro. Una pena que no haya guardado la que me diste el primer día.

-No hay problema. Estoy lleno de flores, Kook. Puedo darte cuantas quieras. Guarda esa en ese libro. Te prepararé más té yo mismo.

Se despidieron luego de un beso amistoso. Era tan sencillo hacerse amigo de Jungkook. Le había preguntado cuando abriría por fin su local, pero él dudaba sobre la fecha.

Entró a la tienda y abrió la cortina. Sacó los cajones de flores poniéndolos en la vereda. Dentro de aquél lugar guardó el cigarrillo sin usar de Jungkook, junto con la flor y el pañuelo con sangre.

Era perverso, psicópata interiormente. Pero la gente nunca lo sabría, pues nadie se esfuerza por saber que hay dentro tuyo, sino que te juzgan por tu portada. Y Taehyung, a diferencia del libro de Jungkook, no estaba lleno de flores.

Té de crisantemos.