Roots Ink; taekook

Pansy

Pensamientos: Conocida en algunos países como "nomeolvides", se dice que cada color de esta hermosa flor tiene un mensaje diferente con los amantes. Es una planta herbácea con hojas verdes y dentadas, divididas en lóbulos redondeados, cuya altura varía de acuerdo a sus variedades, generalmente entre los 12 y 20 centímetros, hasta las de mayor dimensión, como el gigante suizo. Las flores destacan por su colorido en tonalidades violetas, púrpura y lilas. Algunas especies florecen con dos tonos contrastantes y tienen pétalos blancos, amarillos y rojos. La mayoría desprende un aroma embriagador. Los pétalos planos redondeados parten de un centro amarillo y no miden más de 3 pulgadas de diámetro. Alcanzan una altura entre 4 y 8 pulgadas. Existen diversas variedades y colores, pero todas son híbridos de la viola tricolor que suele medir entre 15 y 20 cm de altura. Dicen que los pensamientos salvajes o silvestres poseen la magia de atraer el amor. En general, regalando esta flor estamos diciendo que guardamos un cierto recuerdo y, según su color un tipo de emoción. El de color azul significa confianza, si es blanco indica respeto, el amarillo habla de deseo lleno de poesía, el malva habla de la nostalgia del amor perdido, el negro de desesperanza en el amor, el naranja comunica deseo físico y el rosa, fidelidad. Con el rojo se demuestra un amor ardiente.

Era extraña la sensación de miedo, no era algo que Taehyung soliera experimentar, pues siempre era él quien daba miedo. Toda su cabeza era un mar de dudas. Comenzando por aquellos sentimientos nuevos que hacían que su corazón de roca palpitara, y terminando con el temor de que Yoongi desatará todo su método de agricultura. Era difícil su situación. Y no hallaba una forma correcta para lidiar con todo eso.

Apoyó su cabeza en el mueble de madera que usaba como mostrador, cansado y en problemas. Tenía ganas de llorar, pero le parecía raro que la razón de ese llanto sea por una persona y no por una flor. Cubrió su cabello con sus brazos, colocándolos por encima suyo. Era horrible querer tanto a alguien.

Escuchó como alguien abría la puerta. Pero no se molestó en levantar la vista y ver de quien se trataba. Nadie carraspeó, nadie quiso llamar su atención. Fue un largo momento de silencio, donde creyó que aquél cliente se había ido sin comprar o preguntar nada. Entonces, sintió como acariciaba su cabello. Se sintió volar cuando olió el aroma a esa flor. Y sabía que era Jungkook.

-¿Qué pasa, bebé?- De golpe levantó su cabeza asustando al tatuador.

-Hazme el favor de no llamarme así. - Dijo cortante, y de bastante mal humor.

¿Por qué sería tan bipolar? Realmente sus actitudes eran irritantes y daba ganas de golpearlo, incluso matarlo. Pero Jungkook no era un asesino. Debajo de esa capa oscura de tatuajes negros, sombras en los ojos, uñas pintadas en tono lúgubre, y esa música punk que él escuchaba, se encontraba el niño más bondadoso y dulce del mundo entero. Capaz de dar todo por un amigo. De dar todo por Taehyung, que lo quería con ansias considerar más que un amigo.

-Lo siento, Taehyung. No creí que... nada olvídalo. Te veo luego, ¿sí?

El florista se sintió como la mismísima mierda, tan repugnante por haber sido tan cruel con ese chico que lo volvía loco. Más loco de lo común. Se paró de prisa de su silla y corrió a saludarlo, besando sus labios. Se separó luego, dejando una corta distancia.

-Tus labios saben... Tienen un gusto muy rico.

Taehyung era apasionado por sus plantas, en extremo enamorado de ellas. Tan alocado estaba que no solo las cultivaba, también las bebía en tés y las comía en ensaladas. Ese mediodía había almorzado una deliciosa ensalada de tomates con pensamientos. Irónico y mordaz sabiendo que lo único que hacía Taehyung era pensar, con el estrés que esto conlleva.

-Gracias, supongo que fue por mi almuerzo.

-¿Qué comiste? Yo almorcé un sandwich de queso y jamón. – Taehyung deseaba quejarse, eso no resultaba ser del todo saludable para la dieta de Jungkook.

-Pensamientos.

-¿Comes pensamientos?- Era cautivadora la ignorancia de Jungkook respecto a las flores.

-Es una especie de flor. Son ricas, nutritivas y ...- Jungkook lo silenció con un beso suave y prolongado, dando a entender que él no quería probar de esas flores, él solo quería el gusto de los labios gruesos de Taehyung.

Se despidieron, no sin antes Jungkook obtener una muestra de ese capullo comestible.

Resultaba intrigante la forma en la que Taehyung comenzaba a enamorarse. Y era molesto que aun sintiera algún deseo por enterrarlo en su jardín.

Su teléfono sonó y le pareció extraño no saber quién era. No atendió, por miedo o porque no le importaba un desconocido. Pero luego llegó un mensaje.

Un nombre.

-Jung Hoseok.

Por cierto, soy Yoongi.

Ensalada de pensamientos.