Dia 5

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Desde que subieron a la habitación del cenizo no volvieron a bajar.

Tampoco la señora Mitsuki les quizo despertar al encontrarlos durmiendo sobre la cama con sus manos unidas.
Ya sospecha que algo se andan trayendo ellos dos. Pero no dice nada, y se va del cuarto.

A la mañana siguiente , cada quien se levanta por su lado, katsuki, como madrugaba,se despertó un poco antes que el pelirrojo, y lo dejó dormir mientras el hacia su rutina diaria.
Kirishima al despertar se sintió solo, pero no duro mucho pues al voltear se encontró con el chico que le quitaba el aliento y se incorporó en la cama estirándose casi como un gato, se sentía tan cómodo en la cama, pero no quería parecer un flojo en la casa de su "futura" Suegra, así que se levantó de una buena vez sin quitarle la vista encima a Katsuki

–Buenos días Katsuki–Dijo con voz somnolienta pero con cierto cariño en sus palabras.

–Buenos días, hoy iremos a recorrer la ciudad.

Escucho decir al pelicenizo, y se encaminó a su maleta para sacar ropa –¿Con tus padres?.

–Bueno, ese era el plan inicial pero de alguna manera no sospechosa que digamos a mi vieja se le ocurrió salir con mi padre para unos asuntos familiares, según ella, pero que más da, así mejor.

–¿Entonces tendremos una cita?–El pelirrojo habló bromista mientras se comenzaba a cambiar de ropa esperando algún tipo de respuesta por parte del cenizo.

–¿Si?–Dijo con todo de obviedad mientras se colocaba sus tenis sin darse cuenta del pobre kirishima que casi se había atragantado con su propia saliva.

–¿Q-qué?

El pelirrojo vio al cenizo ignorarle y terminar de colocarse las zapatillas, luego encontrándose con la mirada de este viendole como si esperará algo

–¿Te vas a apurar?–Recibió un "¡Oh cierto!" Del pelirrojo el cual estaba levemente sonrojado y lo vio irse al baño para comenzar a prepararse.

En todo ese rato el cenizo había aprovechado de hacer la cama y asegurarse de tener dinero en su billetera y al estar listos este arrastró al pelirrojo fuera de la casa, cerrando esta con llave y tomando su mano para comenzar a caminar por un rumbo desconocido para el pelirrojo, pero estaba disfrutando la vista pues nunca había estado en un lugar tan lindo y verde como ese.

Las personas eran amables, les veían y saludaban deseándoles un buen día o solo un simple hola y nadie decia nada sobre su imagen al estar tomados de las manos, era como si todos respetaran a todos, estaba seguro de que la mayoría de la gente ahí era así, ahora juraba criar sus futuros hijos en esa ciudad, le maravilló.

–¿Tienes hambre?.

–Claro, no desayunamos nada.
Responde el pelirrojo posando la mano libre sobre su estómago y vio que se acercaban a lo que parecía ser una cafetería.

Tenía colores principalmente cafés pero se veía muy lindo, y por fuera se podían ver algunas personas hablando aún lado de los ventanales que daban a la calle, y como supuso, entraron al local llendo a sentarse a una mesa vacía y no pasaron más de unos segundos para que les atendieran, a kirishima le costo escoger más ya que no sabía que vendían ahí, pero fue ayudado por el cenizo que le hizo escoger uno de los desayunos.

–Katsuki, ¿lo de la cita era verdad?.
Musita el pelirrojo algo tímido mirando sus manos de vez en cuando para evitar mirar al cenizo.

–Ya te dije que sí,¿no querías?

–¡No no no!, digo, ¡si¡, osea, si–Responde con rapidez de más bajo disminuyendo levemente el tono de su voz al haber atraído la atención de algunos clientes de la cafetería.–Solo no estaba seguro.

Days/BakushimaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora