Sonó la alarma de Ali, eran las 10a.m, se levantó y se fue a la nevera a por leche y vio una nota de su madre donde decía: me voy a lo del empadronamiento y la matriculación, si quieres date una vuelta.
Ali salió de la caravana y se fue a la plaza, se sentó en un banco y miró una extraña fuente donde había una sirena robot.
-El diseñador debió de haber bebido
algo cuando la diseñó.- dijo alguien desde atrás.
Ali se le quedó mirando con cara confusa.
-¿Te acuerdas de mí?
-Si eres Daniel.
-Oye, ¿qué libro te estabas leyendo ayer?-se sentó en el banco.
-La chica invisible. De Blue Jeans, es un escritor de adolescentes de la época de mi madre.
-Si, me lo he leído, esta muy bien. ¿Sabes quienes son los asesinos?
-¿Hay más de uno?
El hizo una sonrisa pícara.
______________________________________Por otro lado la madre estaba en el ayuntamiento, hablando con una chica de unos sesenta años con el pelo blanco y ojos verdes oscuro.
-Entrégueme el DNI, el pasaporte y el contrato de venta del solar.
-Los tengo aquí y tenga también el de mi hija.-Metió los papeles por una pequeña rejilla por debajo del cristal.-Una cosa, ¿sabe donde puedo mirar para encontrar trabajo?
-Si hay algún puesto libre en el pueblo lo encontrará en el periódico, puede llevarse uno si así lo desea, esto ya está, puede irse.
-Gracias, adiós.
______________________________________-Yo... oo sabía que uno era el director, pero no tenía ni idea de que eran dos.-dijo con timidez.
-El segundo lo dicen en el último capítulo.
-Vaya- Ali levantó los hombros y se puso a mirar a la gente pasar, pasó un minuto hasta que Dani le preguntó:
-¿Te apetece ir a dar una vuelta?
-Va... vale.
Los dos se levantaron y se pusieron a caminar, llegaron a la parada de bus que llevaba a los alumnos al instituto del pueblo de al lado.
-Esto nos llevará al infierno donde nos hacen pasar la mitad del día.
Ali no supo qué decir, pero de pronto apareció Aliisa con una carpeta y un periódico en la mano.
-Hola- les saludó alzando el periódico.-¿Qué hacéis aquí?-Ninguno supo qué contestar- Bueno, no importa, Ali voy a matricularte, ven si quieres.
-Vale.
-Si quieres tu también puedes venir Dani.
-No.
-Bueno pues adiós- dijo Aliisa.
Ali levantó la mano para despedirse y madre e hija se fueron hacia el instituto caminando por la montaña.
-Bueno, ¿estás listas?
-Sii.. i, eso creo.
Entraron y a la izquierda estaba secretaria, entregaron el sobre para matricular a Ali.
-Tengo hambre, vamos a comer.
Ali asintió con la cabeza. Caminaron hasta llegar al bar de Lucas.
Abrieron, entraron y vieron que estaba lleno, se sentaron en la barra.
-Mamá, me apetece comer pescado.
-Vale, pídelo yo ahora no tengo hambre, luego comeré algo. - y abrió el periódico, buscó en una página que decía "ofertas de trabajo".
-Hola, ¿qué os pongo?- preguntó Lucas.
-A mi salmón, por favor.
-Yo no quiero nada por ahora, luego pediré algo.
-¿Cuentan algo interesante?- dijo mirando el periódico.
-Solo que hay muy pocos trabajos y ninguno está cerca.
-Si necesitas dinero yo te puedo dar trabajo en el bar. Podrías venir a media jornada, sería 403'31 euros al mes y 13'48 euros al día.
-Y, ¿cuál sería el horario?
-Trabajaría de camarera 5 horas diarias, pero no sabría decirte las horas exactas, si empiezas mañana, se que será de de 8a.m a 13a.m.
Aliisa se le quedó mirando sin saber que decir. Este se apresuró a decir:
-Lo que tu quieras, lo coges o lo dejas.
Aliisa no se lo planteó mucho - Lo cogió.
-Bien, a partir de ahora eres mi socia- y se estrecharon la mano.
En ese momento entró Daniel.
-Buenas noticias, ya tenemos a alguien que te sustituya este curso en el trabajo.
-Guau- dijo con un tono extraño.
-¿Eso es ironía?- preguntó Aliisa.
-Yo creo que no, que quiere decir que no le hace gracia que le hayan quitado el trabajo, pero no estoy segura.
Madre e hija se le quedaron mirando como si así lo pudiesen averiguar ante la atenta mirada de Lucas y Dani.
-¡Oye!- cambiando de tema bruscamente - He pensado que podíamos plantar un pequeño huerto y un jardín en nuestro solar.
-Si...ii, estaría bien.- dijo Allí un poco desilusionada, pero Alisa no se dio cuenta.
-Voy al baño un momento.
-Vale.
-No pareces muy ilusionada.- le dijo Dani, que había prestado atención a la conversación.
-Es que no me gusta estar parada en un sitio. Bueno, no es que haya sido la primera vez, estuve 10 meses viviendo en Helsinqui y cuando era un bebe y mi madre estudiaba, vivía en el pueblo de mi madre, pero no es lo mismo, porque ella pretende quedarse aquí toda la vida.
-¿Y qué tiene de malo?
-Pues que no somos muy buenas echando raíces.
-Entiendo, no eres la única, a mi tío le pasa.- Y soltó una risa, refiriéndose a que era una broma. Por primera vez en el día Ali se rio.
Aliisa salió del baño.
-No tengo hambre, me voy a dormir, si quieres te puedes quedar.
-Vale, aún no he acabado.-Alisa la miró extrañada, puesto que Allí se iba siempre cuando ella se iba.
-Buenas noches a todos.- Hizo un gesto con la mano y se fue.
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De tal palo tal astilla.
Non-FictionAliisa y Ali son una madre y una hija muy especiales. Con solo 18 años de diferencia mantienen una muy buena relación la una con la otra. Las cosas cambian para ellas cuando, después de viajar con su caravana por muchos países, Aliisa decide que deb...