Capítulo 2

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Sonó la alarma de Ali, eran las 10a.m, se levantó y se fue a la nevera a por leche y vio una nota de su madre donde decía: me voy a lo del empadronamiento y la matriculación, si quieres date una vuelta.
Ali salió de la caravana y se fue a la plaza, se sentó en un banco y miró una extraña fuente donde había una sirena robot.
-El diseñador debió de haber bebido
algo cuando la diseñó.- dijo alguien desde atrás.
Ali se le quedó mirando con cara confusa.
-¿Te acuerdas de mí?
-Si eres Daniel.
-Oye, ¿qué libro te estabas leyendo ayer?-se sentó en el banco.
-La chica invisible. De Blue Jeans, es un escritor de adolescentes de la época de mi madre.
-Si, me lo he leído, esta muy bien. ¿Sabes quienes son los asesinos?
-¿Hay más de uno?
El hizo una sonrisa pícara.
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Por otro lado la madre estaba en el ayuntamiento, hablando con una chica de unos sesenta años con el pelo blanco y ojos verdes oscuro.
-Entrégueme el DNI, el pasaporte y el contrato de venta del solar.
-Los tengo aquí y tenga también el de mi hija.-Metió los papeles por una pequeña rejilla por debajo del cristal.-Una cosa, ¿sabe donde puedo mirar para encontrar trabajo?
-Si hay algún puesto libre en el pueblo lo encontrará en el periódico, puede llevarse uno si así lo desea, esto ya está, puede irse.
-Gracias, adiós.
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-Yo... oo sabía que uno era el director, pero no tenía ni idea de que eran dos.-dijo con timidez.
-El segundo lo dicen en el último capítulo.
-Vaya- Ali levantó los hombros y se puso a mirar a la gente pasar, pasó un minuto hasta que Dani le preguntó:
-¿Te apetece ir a dar una vuelta?
-Va... vale.
Los dos se levantaron y se pusieron a caminar, llegaron a la parada de bus que llevaba a los alumnos al instituto del pueblo de al lado.
-Esto nos llevará al infierno donde nos hacen pasar la mitad del día.
Ali no supo qué decir, pero de pronto apareció Aliisa con una carpeta y un periódico en la mano.
-Hola- les saludó alzando el periódico.-¿Qué hacéis aquí?-Ninguno supo qué contestar- Bueno, no importa, Ali voy a matricularte, ven si quieres.
-Vale.
-Si quieres tu también puedes venir Dani.
-No.
-Bueno pues adiós- dijo Aliisa.
Ali levantó la mano para despedirse y madre e hija se fueron hacia el instituto caminando por la montaña.
-Bueno, ¿estás listas?
-Sii.. i, eso creo.
Entraron y a la izquierda estaba secretaria, entregaron el sobre para matricular a Ali.
-Tengo hambre, vamos a comer.
Ali asintió con la cabeza. Caminaron hasta llegar al bar de Lucas.
Abrieron, entraron y vieron que estaba lleno, se sentaron en la barra.
-Mamá, me apetece comer pescado.
-Vale, pídelo yo ahora no tengo hambre, luego comeré algo. - y abrió el periódico, buscó en una página que decía "ofertas de trabajo".
-Hola, ¿qué os pongo?- preguntó Lucas.
-A mi salmón, por favor.
-Yo no quiero nada por ahora, luego pediré algo.
-¿Cuentan algo interesante?- dijo mirando el periódico.
-Solo que hay muy pocos trabajos y ninguno está cerca.
-Si necesitas dinero yo te puedo dar trabajo en el bar. Podrías venir a media jornada, sería 403'31 euros al mes y 13'48 euros al día.
-Y, ¿cuál sería el horario?
-Trabajaría de camarera 5 horas diarias, pero no sabría decirte las horas exactas, si empiezas mañana, se que será de de 8a.m a 13a.m.
Aliisa se le quedó mirando sin saber que decir. Este se apresuró a decir:
-Lo que tu quieras, lo coges o lo dejas.
Aliisa no se lo planteó mucho - Lo cogió.
-Bien, a partir de ahora eres mi socia- y se estrecharon la mano.
En ese momento entró Daniel.
-Buenas noticias, ya tenemos a alguien que te sustituya este curso en el trabajo.
-Guau- dijo con un tono extraño.
-¿Eso es ironía?- preguntó Aliisa.
-Yo creo que no, que quiere decir que no le hace gracia que le hayan quitado el trabajo, pero no estoy segura.
Madre e hija se le quedaron mirando como si así lo pudiesen averiguar ante la atenta mirada de Lucas y Dani.
-¡Oye!- cambiando de tema bruscamente - He pensado que podíamos plantar un pequeño huerto y un jardín en nuestro solar.
-Si...ii, estaría bien.- dijo Allí un poco desilusionada, pero Alisa no se dio cuenta.
-Voy al baño un momento.
-Vale.
-No pareces muy ilusionada.- le dijo Dani, que había prestado atención a la conversación.
-Es que no me gusta estar parada en un sitio. Bueno, no es que haya sido la primera vez, estuve 10 meses viviendo en Helsinqui y cuando era un bebe y mi madre estudiaba, vivía en el pueblo de mi madre, pero no es lo mismo, porque ella pretende quedarse aquí toda la vida.
-¿Y qué tiene de malo?
-Pues que no somos muy buenas echando raíces.
-Entiendo, no eres la única, a mi tío le pasa.- Y soltó una risa, refiriéndose a que era una broma. Por primera vez en el día Ali se rio.
Aliisa salió del baño.
-No tengo hambre, me voy a dormir, si quieres te puedes quedar.
-Vale, aún no he acabado.-Alisa la miró extrañada, puesto que Allí se iba siempre cuando ella se iba.
-Buenas noches a todos.- Hizo un gesto con la mano y se fue.

De tal palo tal astilla. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora