De tal palo tal astilla.

Capítulo 12

-Entonces ¿cómo lo vamos a hacer?
-A ver hija, salimos de casa a las 19:00p.m disfrazadas, de 19:00 a 21:00p.m hacemos truco o trato, después volvemos aquí para cenar y a ver si nos hacen truco o trato y luego volvemos a salir.
-Hay que ir a comprar los disfrazes.
-Voy yo.
-Va a venir Carlos?
-Creo que no. Yo llevo el disfraz de la policía zombie y tu de la detenida zombie.
-Acuérdate de traer las esposas.
-Que sí pesada.
-Yo voy a comprar los dulces.
-Yo me piro a trabajar.
-Acuérdate de que el domingo vamos a ver a la abuela y a la tía.
-Ya lo sabía.
Ali la miró fijamente.
-Es posible que se me hubiera olvidado. Bueno adiós. Que vaya bien el instituto.
-Adiós.
Aliisa se fué a trabajar y Ali se preparó la mochila para ir al instituto.
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-¿Cómo fue la cena?
-Nos fuimos al poco de iros vosotros. ¿Cómo está Fernando?
-Bien, mejor, aún sigue en el hospital.
-¿Y Carlos?
-No lo sé.
-Pensaba que tú lo sabrías.
-¿Yo? ¿Por?
-¿No sois novios?
-¿Y tú cómo lo sabes?
-Es el nuevo rumor del pueblo, lo han visto varias vezes contigo por el pueblo.
-¿Y yo porqué no me he enterado del rumor?
En ese momento entró Luna por la puerta.
-Aliisa ponme un café bien cargado porfa. ¿Qué tal con él novio?
-¿Quién más lo sabe?-dijo mientras le ponía el café.
-Dirás quién no lo sabe. No lo sabe Jesús, el chico que vive en la montaña que hay cerca de la cala, que nunca aparece por el pueblo y Luisito el abuelo que es sordociego. Además al no llevar mucho tiempo por el pueblo hacéis que rumoreen mucho de ti y de tu hija.
-Por curiosidad ¿qué dicen de mi hija?
-Que pasa mucho tiempo con el sobrino de Lucas.
-Sólo son amigos.
-Yo no digo nada.-dijo Luna alzando los brazos.-¿Qué vas a hacer ahora?
-En cinco minutos acabo de trabajar y alomejor me voy a dar una vuelta.
-¿Quieres comer conmigo?
-Vale.
Aliisa acabó su turno en el bar y fue hacia donde Luna estaba sentada.
-¿Dónde comemos?-preguntó Aliisa.
-A mi me gusta la comida de aquí.
-Pues comemos aquí.
Se levantaron de la mesa y fueron a la barra.
-Una hamburguesa por favor.-le pidió Aliisa a Lucas.
-¿Me lo estás diciendo enserio?-preguntó Lucas incrédulo.
-Sí.
-Acabas de salir de trabajar. !Has trabajado aquí! ¿De verdad quieres comer aquí?
-Este es el mejor bar.
-Lo sé.
-Pues ya está.
-Bien.
-Perfecto.
-¿Y tú Luna? ¿Qué quieres?
-Una tortilla.
-Ahora os traigo la comida.
-¿Qué tal el trabajo?
-Bien. ¿Y Ali?
-En casa de Fátima.
-¿Cómo lo sabes?
-Escuché como hablaban de que se iban a a su casa a escuchar música.
-¿Cuál es tu grupo favorito?
-Imagine Dragons. ¿Y el tuyo?
-No tengo, si escucho una canción que me gusta me la descargo y ya la tengo en mi móvil.
-Sabes, a mi me gusta tu estilo de vida, tu caravana, con solo lo necesario, tu jardín, tú y tu hija solas, puedes viajar cuando quieras, etc, etc...
-La verdad es que está muy bien, me ha costado conseguirlo y conseguir mi estabilidad y la de mi hija.
-Debe de ser difícil, ser madre tan joven, digo.
-Hombre, no es fácil, pero puedes abortar, no sé, si crees que no vas a poder cuidarlo.
-¿Por qué no abortastes?
-La verdad lo iba a hacer, ahora no lo haría, pero si es verdad que mi plan cuando me enteré, tu piensa que tenía 17, era abortar, pero luego pensé, "si el padre me va a ayudar será más fácil", porque yo creía que él me iba a ayudar, al final no. Pero si lo hubiese sabido habría abortado, es muy difícil, criar a alguien y cuidarlo, incluso cuando no está, siempre lo tienes en mente, y es complicado compaginar la universidad con la escuela, llevarlo al médico, pasar tiempo con él, no dormir cuando es un bebé, no es que sea fácil, pero se puede conseguir.
-¿Merece la pena?
-Sí, mucho. Pero no creo que los 17 fuese la mejor edad, pero ahora no cambiaría nada. Es mejor tenerlo cuando ya eres adulta legalmente y eres más estable.
-Sí.
-Mi hermana tiene 28 y está embarazada.
-Felicidades.
-Gracias.
El teléfono de Aliisa sonó.
-Hola guapo.
-Hola. ¿Qué vas a hacer en Halloween?
-Celebrarlo con Ali. ¿Y tú?
-No tengo planes.
-¿Quieres venir?
Estubo un rato pensándolo.
-Vale.
-Tienes que ir de policía zombie.
-Vale, hasta luego. Te quiero.
-Te quiero.
Aliisa colgó el teléfono.
-Ya está.
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Ali y Fátima estaban en casa de la segunda escuchando música.
-Escucha esta canción, es de la rapera Ramo-mo-mona.
Pusieron la canción, estuvieron en silencio los cuatro minutos que duró la canción.
-No está mal. Oye ¿qué tal con la novia?
-Paula y mi padre no se llevan muy bien, no le gusta que quiera ser abogada.
-Suele pasar.
-¿Tienes el móvil?-dijo un niño de unos 11 años.-Hola-dijo al ver a Ali.
-Hola.
-Ten.-le dió un móvil rosa que se doblaba.
-¿Compartís el móvil?-preguntó Ali extrañada.
-Mi madre dice que así aprendemos a compartir, hay uno para los 6, además es uno de esos que sacaron en los años 20, esos que se doblan, no tiene ni holograma ni nada.
-Mi madre tiene uno de esos, dice que para que quiere uno con holograma, yo tengo uno de los de hoy en día, pero es de segunda mano.
El hermano de Fátima se fue a su habitación.
-¿Eso es de la tienda que sacaron hace poco para darles una nueva vida a los móviles? ¿Verdad?
-Sí.
-Tengo que irme a ayudar a mi madre a la floristería.
-Vale.
-Voy a llamar a Eiden para que te haga compañía. ¡Eiden!
-¡¿Qué?!
-¡Ven a hacerle compañía a Ali, que me voy a la floristería!
-¡Voy!
Al minuto apareció Eiden con un ñiño de 3 años.
-Hola Ali. Este es Omar.
-Hola.-le dijo al niño.
-Un beso Omar.-Fátima se agachó a darle un beso.-Adiós Eiden. ¡Adiós hermanos, no matéis a nadie!-y se fue.
-Bueno. ¿Qué hacíais?
-Escuchar música. ¿Y vosotros?
-Hemos estado pintando. ¿Qué hemos pintado Omar?
-Pezes.
-Y...
-Tiburón.
-Que guay.-dijo Ali.
-Y ahora voy a ver la tele.-se levantó de las piernas de Eiden y se fue.
-Está muy enganchado a Los Lunnis.
-Le pasa a los mejores.-se rió.
-Sí pero va a molestar a mi hermano Faruck, está viendo un programa de talentos.
-¿Cuántos años tiene?
-8.
-¿Qué edad tienen tus hermanos?
-Fátima y yo tenemos 15, en enero 16. Jamal tiene 11, en abril 12. Zaid tiene 9, en febrero 10. Faruk tiene 8 y en junio cumplirá 9. El más pequeño es Omar, en septiembre cumplirá los 4.
-Sí que sois gente.
-Ni que lo digas.
-¿Te apetece acompañarme a comprar dulces para esta noche?
-Vale. Mi padre se va a llevar a Jamal al instituto. Va a improvisación.
-Me alegro por él.
Ambos salieron de la casa, no era una casa muy grande pero si era acojedora.
Caminaron durante 10 minutos hasta llegar a la calle Sandía donde estaba la tienda de dulces.
El teléfono de Ali sonó.
-Estoy comprando los dulces.
-Vale. Una cosa, ¿te parece bien si Carlos se acopla?
-¿De qué va a ir vestido?
-De policía zombie.
-Ummm... No sé que decirte.
-Lo que tu quieras, ya le había dicho que sí pero sino quieres le puedo decir que mejor no.
-Si le has dicho que sí mejor que venga, sino vas a quedar mal.
-Gracias, eres la mejor.
-Denada. Te quiero.
-Te quiero.-y colgó.
-¿Te gusta San Martín del Sella?-preguntó Eiden.
-Aún me estoy acostumbrado. Pregúntame dentro de unos meses.
-¿Te cae bien el novio de tu madre?
-¿Cómo sabes que mi madre tiene novio?
-Lo sabe todo el pueblo.
-Sí, es majo.
Entraron en la tienda de dulces.
-¿Que desean?
-Pongame 10 lenguas, 12 chicles de sandía y 14 chupschups.
Esperaron un minuto mientras la chica contaba la cantidad y les decía el precio.
-Serán 4'50€.
-Tenga.-Ali le dió el dinero y salieron de la tienda.
-¿Tú que vas a hacer este Halloween?
-Mi familia y yo somos parte del grupo de gente del pueblo que se encarga de asustar a la gente, somos vampiros. Hay una tradición en el pueblo, si te encuentras un vampiro tienes que pararte, si te mueves te llevan a la casa donde se hacen las reuniones del pueblo y hay juegos de todo tipo.
-Que chulo.
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Eran las 18:30p.m, Ali, Aliisa y Carlos se estaban disfrazado y maquillando.
-¡Ali dame el pintalabios rojo!
-¡Lo estoy usando para hacer la sangre!
-¡Acaba ya que lo necesito para pintarme los labios! ¡Carlos ven aquí, te tengo que pintar la cara de blanco!
-¡Un segundo que me estoy cambiando!
¡Ali dame el gorro de policía!
Ali salió del baño y le dió el gorro a Carlos.
-Estas muy guapa.
-Gracias.-Ali tenía la cara y los brazos pintados de blanco con unas ojeras rojas, un traje a rayas y unas esposas en las manos.
-¡Carlos!-gritó Aliisa.
-Voy con tu madre.-le dijo a Ali.-¡Voy!
-Dale el pintalabios.-Ali le entregó el pintalabios.
Carlos fue a la habitación y Ali se sentó en el sofá a esperar, al fondo se escuchaban risas de Aliisa y Carlos.
-Dame el pintalabios Carlos.-dijo Aliisa riéndose.
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Aliisa y Carlos iban detrás de Ali con pistolas de mentiras, Ali llevaba unas esposas en las manos.
-Vamos a la calle de La Rosa, ahí hay casas muy grandes, tiene pinta de que tienen mucha pasta, vamos a ver que nos dan.-dijo Aliisa.
-Sí, menuda casa tienen, con su jardíncito, su piscina, su barbacoa, su ferrary.
-Yo no cambiaría mi casa por esa, yo me quedo con mi caravana que es lo que quería desde que tenía 15 años.
Además debe de ser horrible limpiar esas casas tan grandes.
-Pero si tú no limpias.-dijo Ali con una sonrisa.-Soy yo la que limpia.
-Ya pero yo hago la difícil tarea de despertarte.
-Cuando tú me despiertas yo ya me he hecho la mochila y he desayunado.
-Yo soy la que tiene que ir de compras, y sufrir por la cola larga y la gente.
-Eso es verdad.
-A tu madre nunca le gustó irse de compras.
-La ropa y todo eso está guay pero me agobio mucho. La parte positiva es que Ali ya no crece tan rápido y no tengo que ir ya tanto.
-Siento fastidiarte mamá pero la mayoría de la ropa me viene pequeña y los sujetadores se me están quedando pequeños, tengo las tetas como tú las tienes ahora mamá.
-¿¡Y no te puedo dejar mis sujetadores!?
-Puedes, pero quiero los míos propios personalmente hablando.
-Te pareces a tu madre de joven.-dijo Carlos.
-Ehh.-le dió en el brazo.-Que yo aún soy joven.
-Lo que tu digas.-dijo Carlos para fastidiarla.-Que no.-y le dió un beso que Aliisa correspondió.
En ese momento un murciélago empezó a volar alrededor de los tres, Aliisa y Ali se empezaron a reír porque Carlos intentaba echar al murciélago de allí. Cuando el murciélago decidió irse Aliisa y Ali intentaron parar de reír pero al ver que Carlos estaba rojo como un tomate no lo consiguieron.
-Dejad de reíros ya.-dijo Carlos un poco avergonzado.
En ese momento Dani apareció.
-¿Qué les pasa?-preguntó este.
-Se ríen del murciélago y de mi cara.
-¿Qué?-preguntó Dani extrañado.
-Nada, nada. Cosas nuestras. ¿Pasa algo?-dijo Ali.
-No, solo que os he visto y me he dicho a mi mismo "voy a ver a mi pelirroja favorita".
-¿No te disfrazas?
-No me gusta Halloween.
-Me lo imaginaba.
En ese momento el grupo de vampiros aparecieron y todo el mundo se quedó quieto, incluido Dani.
Se llevaron a unos niños que no se pudieron quedar quietos.
-Pensaba que pasabas de estas cosas.
-Y lo hago, pero no quería que por mi culpa te llevaran a la "Sala Odiosa".
-¿A mi porqué?
-Porque si te hubiese dicho algo tú me habrías contestado. Bueno me voy, nos vemos mañana pelirroja, adiós Aliisa, adiós Carlos.
-Adiós.-dijeron los tres a la vez.