A las 10 de la mañana ya había sonado la alarma y Aliisa y Ali ya habían desayunado y ahora estaban afuera plantando las semillas y el almendro.
-Yyy... la última ya está- dijo poniendo un palito al lado de la semilla plantada. - Vamos con el almendro. Ayúdame a cogerlo- las dos lo cogieron y cuando lo levantaron se dieron cuenta de que no habían hecho un hoyo para plantarlo.
-¿Tenemos palas?
-Nop. Vamos a buscarlas.
Pasaron por el bar y estaba cerrado al igual que el chino y cualquier comercio del pueblo.
-¿Qué hacemos?- dijo una Aliisa ya desesperada.
-¿Y si nos dividimos? A lo mejor encontramos a alguien que tenga más rápido.
-Buena idea. Quedamos en media hora en la caravana. Si no encontramos nada siempre podemos coger el coche e ir a otro sitio.
-Vale.
Cada una se fue por una dirección distinta.
Aliisa iba caminando por la calle mirando a ver si veía a alguien que conocía, y de repente se encontró a Taylor.
-Hola nueva vecina.
-Hola persona humana que no me acuerdo como se llama.
-De verdad, anda que no acordarse de mi nombre, yo que os presenté delante de todo el pueblo.
-Sin nuestro permiso- soltó disimuladamente.
-Bueno, pensé que os gustaría.
-Pues pensaste mal. Y una cosa ¿tú tienes palas?
-No, pero sé quien las tiene.
-¿Quién?
-Lucas.
-Pero el bar está cerrado.
-Ya pero el tiene casa.
-Y ¿dónde está?
-Ahí enfrente-y señaló una pequeña casa de dos pisos con las paredes grises y viejas.
-Gracias.- dijo y se fue.__________________________________________________________
Por otro lado Ali iba caminando por la calle cuando alguien desde detrás la saludó:
-Hola pelirroja.
-Hola Daniel, siempre me saludas por detrás.
-No me llames Daniel.
-Cuando tú me llames por mi nombre yo te llamaré por el tuyo.
Daniel se río.
-¿A dónde vas?
-Estoy buscando a alguien que tenga palas.
-¿Qué las quieres para enterrar a alguien?
Ali se le quedó mirando entre cabreada y con ganas de reír.
-No, para plantar un almendro.
-A vale, mi tío tiene, si quieres vamos y te las doy.
-Vale.
__________________________________________________________Aliisa llamó al timbre, a los 10 segundos salió Lucas despeinado y con mal aspecto, parecía que se acababa de levantar.
-Hola, ¿ocurre algo?
-Taylor me ha dicho que tienes palas.
-Emm, sí, sí que tengo.- se quedó con la mirada perdida.
-¿Pasa algo?-y le pasó la mano por los ojos.
-Ayer cuando te fuites hablé con Dani.
-¿Y?-abrió los brazos y al mismo tiempo abrió y cerró las manos, como queriendo decir "venga cuéntamelo, en el fondo sabes que quieres"
-Le conté todo, todo lo de su madre, lo que había hecho y se fue.- Dijo nervioso.
-¿Lo has llamado?
-Si y no lo coge. Un adolescente de 15 años, que está a mi cargo lleva más de 8 horas desaparecido. -Dijo alterado.
-A ver, tranquilizate, vamos a buscarlo, 4 ojos son mejores que 2.
Y los dos se fueron a buscar a Dani.
__________________________________________________________-Bueno ¿qué tal tu mañana?- preguntó Dani mientras iban caminando.
-He estado plantando con mi madre. ¿Y la tuya?
-Mi tío me ha contado una cosa sobre mi madre que no me gusta y desde ese entonces no he aparecido por casa.
-Y.. ¿dónde cree tu tío que estás?
-Ni idea.
-Y ¿dónde has estado?
-Eso es secreto de confesión.
-Vale.
Siguieron caminando durante 10 minutos en silencio hasta llegar a casa de Lucas.
-Ya estamos.
-Gracias.
-Yo me voy, no entro.
-Yo creo que deberías entrar, creo que tendrías que hablar con tu tío de lo que esté pasando.
-¿Tú cres?-se quedó un rato pensando, asintiendo levemente con la cabeza. - La verdad es que tienes razón. Vamos a entrar.
Los dos entraron, pero para sorpresa de ambos no había nadie.
-Yo tengo que ir a la caravana, he quedado con mi madre en 10 minutos.
-Vale, te acompaño, a ver si veo a mi tío.
Los dos retomaron el camino de vuelta.
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Aliisa y Lucas ya habían pasado por todo el pueblo y no encontraban a Daniel.
-No está, tiene que estar en otro pueblo o incluso a estas horas puede llegar a estar en otra provincia.-dijo Lucas nervioso.
-Es posible que esté en la cala.-sugirió Aliisa.
-Puede ser, venga vamos.
Los dos fueron a la cala, pero ahí no había nadie.
-Escucha yo ahora he quedado con Ali, pero luego te puedo seguir ayudando a buscarlo.-dijo ya de vuelta.
-No, no hace falta, tranquila.
-¿Seguro?
-Sí, venga vete que tu hija te espera.
-Si cambias de opinión avisame.-a continuación se fue.
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De tal palo tal astilla.
Non-FictionAliisa y Ali son una madre y una hija muy especiales. Con solo 18 años de diferencia mantienen una muy buena relación la una con la otra. Las cosas cambian para ellas cuando, después de viajar con su caravana por muchos países, Aliisa decide que deb...