3. Lecciones de vida en el mundo virtual

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–¿Estás segura de esto?

–Estoy lo suficientemente enojada para estar segura.

–Ehh, no, no. Actuar por enojo no siempre es la mejor opción.

–Julian, aún así voy a ganar.

–Eso lo sé perfectamente, ya te lo dije. Pero creí que no querías llamar mucho la atención, y esta escena ya atrajo mucha más gente.

Era verdad. La discusión de hace un momento no solo mantuvo aquí a los hombres que presenciaban los duelos, sino que atrajo a quien fuera que paseara por La Plaza. No me gustaba la atención, pero quería probarles un punto. Era más fuerte mi resolución que mi vergüenza.

–Es demasiado tarde para echarme atrás.

–Eres una chica y eres joven, usa eso a tu favor. Actúa medio tonta, di que fue todo una mala broma y nos vamos. Si alguien trata de detenernos les diré que tienes cambios de humor o un trastorno de personalidad. ¿Qué tal? Soy brillante, ¿o no, Will?

–Sí, lo eres. ¿Nos vamos entonces?– por supuesto, Will no mostraba el más mínimo rastro de interés en este embrollo en el que me metí.

–Váyanse si quieren. Los alcanzo en nuestro campo de entrenamiento– claro que no era nuestro, pero era la zona donde solíamos ejercitarnos y practicar nuestras habilidades.

–¡Claro que no vamos a dejarte! Como adulto responsable tenía que ayudarte a que contemplaras tus opciones. Ya cumplí. Ahora disfrutaré verte patearle el trasero a alguien que no sea yo.

Me es imposible contener una sonrisa, aún cuando veo a Will cruzar los brazos en molestia por la decisión tomada. Poco a poco, Julian se estaba ganado mi confianza con pequeñas palabras, acciones y actitudes. Lo admito para mí, pero no se lo diré, al menos no pronto.

–Te los encargo un momento– le digo a Julian, refiriéndome a los niños.

–Están en buenas manos. Pero si alguien empieza a decir que soy el papá y me los encarga, saldré corriendo y no sabrán de mí. Única advertencia.

Paso de su comentario para dirigirme a Lia, Alec y Zachary. –Quédense con Julian y no se preocupen. No me va a pasar nada.

–Sabemos que no puedes morir en este tipo de peleas, pero si te pega en el duelo te dolerá– Zachary, a pesar de no haber participado en la discusión que empezó todo, parecía el más afectado de todos. Como si se sintiera muy culpable de cómo se desarrolló la situación.

–Sí, tienes razón. Pero no tengo pensado dejarlo darme ni un rasguño.

–¿Puedes hacer eso?– pregunta Alec, algo emocionado.

–¡Claro que sí!– Ok, me dejé llevar un poco. –O bueno, lo puedo intentar. ¿Quieren que lo haga en esta pelea?

–¡Sí!– responden al unísono.

–Okeeey. Sus deseos son los míos también. Deséenme suerte.

–¡Suerte!

Comienzo a acercarme a mi puesto para comenzar la pelea, pasando de largo al más reciente ganador.

–¿Suerte, huh? No creo que la necesites– escucho a Kris, hablando en un susurro que solo yo percibo.

Llego al mismo punto donde Frederick inició en la pelea anterior. A unos 7 metros delante de mí ya se encuentra esperando el tipo barbón, observando cada uno de mis movimientos.

Rayos, de pronto recuerdo algo y troto hasta llegar junto al PC mediador. Le hablo en voz baja para que nadie escuche.

–¿Podrías no mencionar mi Nivel de jugador en la presentación?

WorldwideDuel ~ BTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora