EL REY DRAGON Y LA REINA DE FUEGO

CAPÍTULO 8:"El llamado del destino"

El hobgoblin después de gritar, lanzó a la mujer contra una de las paredes de la cueva y se lanzó contra mi.

El hobgoblin me lanzaba puñetazos tan fuertes que destrozaban el suelo.

Yo solamente podía esquivar, me sorprendía la velocidad que tenía para ser tan grande.

Junto las dos manos, cerro los puños y lanzó un fuerte ataque desde arriba de mi, con un rápido movimiento lo logré esquivar lanzando me hacia atrás, cuando dirigi de nuevo la vista hacia el, vi como un puñetazo del hobgoblin venía directo hacia mi.

El golpe dio en el blanco, y no se detuvo hasta que me contramino con la pared.

El hobgoblin sonrió, pensó que me había derrotado, pero su rostro cambia al ver que, había detenido su golpe con mis dos hachas, clavando las en su puño, a pesar de haber detenido su ataque siempre resivi el daño del impacto contra la pared, tenía sangre saliendo por mi boca.

El hobgoblin al ver que seguía vivo, retiró su puño y se preparó para dar otro ataque.

Cuando el retiro su puño, cai al suelo escupiendo sangre, cuando vi una gran sombra debajo de mi.

Al levantar la mirada al techo, vi como el hobgoblin se preparaba para dar un gran pisotón sobre mi, cuando su pie caía hacia mi con gran fuerza lo esquive rápidamente dando vueltas en el suelo.

Me levanté rápido y comencé a escalar por la pierna del hobgoblin usando mis hachas, el hobgoblin al sentir las hachas clavandose en su piel, comenzó a moverse bruscamente tratando de botar me, con sus manos trató de agarrar me, pero todo fue en vano, logré escalar por su espalda hasta llegar a su cabeza.

Cuando el vio que estaba sobre su cabeza, lanzó un ataque con la Palma de su mano, salté mientras el golpeaba su propio cabeza, cuando el vio que yo había saltado levanto la mirada y fue ahí cuando cayendo con fuerza le clavé un hacha en el ojo izquierdo.

El hobgoblin gritó con tanta fuerza y dolor, que por un momento sentí pena por el.

Ese sentimiento me distrajo y el hobgoblin me atrapo, me estrello contra la pared una y otra vez,  hasta que vio que no me movía.

El sabía que yo aún estaba vivo, así que con un gruñido ordeno a los duendes traer su arma. Era un tronco de un árbol grueso, con clavos en la punta.

Cuando los duendes regresaron el arma el la tomó y se prepararon para dar me el último golpe.

No moriré aquí, aún tengo que vengar a mi familia. Dije poniendo me pie.

Me levanté usando la espada que siempre cargaba conmigo para apoyar me, mi cuerpo estaba destrozado y sangrando, pero mi mirada había cambiado, mis ojos eran completamente rojos, de mi boca salía una especie de humo blanco.

NO MORIRE AQUI!!!. Grite con todas mis fuerza.

Corrí en dirección hacia el hobgoblin, todos los demás duende se lanzaron contra mi, estaba peleando contra cientos de duendes mientras esquivaba los ataques del hobgoblin.

YA BASTA!!. Grite y una llamarada de fuego rojo salió de mi, formando un anillo que se expandió por toda la cueva.

Todos los duendes murieron quemados al instante, las mujeres se escondieron detrás de una gran roca y eso les salvó la vida, el fuego llegó hasta los pies del hobgoblin provocándole serias heridas, pero era tan fuerte que no murió ni se rindió.

El fuego desapareció,  cai de rodillas ante el hobgoblin, el al verme debilitado corrió hacia mi listo para dar me su ultimo golpe.

Apunto de perder la consciencia, recuerdo que rápidamente di un gran salto, llegando a la altura de la cabeza del hobgoblin, este al verme se detuvo y se puso en guardia, tomé la hacha con las dos manos mientras aún estaba en el aire, al rededor de la hacha salió una gran llamarada de fuego que cubría toda la hacha, levantando la, lance un ataque directo al hobgoblin, bajando la espada con todas mis fuerzas, una onda de choque salió directo al hobgoblin, el cual fue cortado a la mitad con un corte limpio, cuando las dos partes se separaron se levantó una gran llamarada de fuego que cubría al hobgoblin por completo, hasta que este se convierto en ceniza.