Cap. 7: Rubias 1

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PDV RACHEL

Desperté y me arreglé lo más rápido que pude pues ya quería llegar a la escuela ¿está mal que sienta esto? no lo sé de lo único que estoy segura es de que esa rubia despierta algo en mi, no puedo dejar de pensar en ella, a todas horas está en mi mente, bajo las escaleras casi corriendo pero cuando me dirigía a la puerta...

Sh- ¿A donde crees que vas? acabo de regresar a casa y quiero desayunar con mi hija así que ven y siéntate -ordenaba mi madre desde la cocina, me acerqué a la mesa frustrada pues no podía hacer nada más que aceptar lo que mi madre me pidió

R- Lo siento mamá es que tengo algo muy importante que hacer en la escuela y por eso me iba tan temprano -mentí con la esperanza de que me dejara ir

Sh- Oh y eso tan importante... se llama Quinn ¿no? -dijo soltando una carcajada cuando noto mi cara de sorprendida ¿como rayos sabe de ella? ¿va en serio eso de los súper poderes de las madres?

R- Es...este yo pues am ¿cómo sabías? -ella me miró y sonrió

Sh- Bueno soy tu madre es mi deber y además... hablaste dormida y no parabas de decir su nombre -lo ultimo lo dijo con un tono burlón y eso aumentó cuando vio mis mejillas más rojas que un tomate

¿Había hablado de Quinn dormida? es impresionante la cantidad que ocupa de mi actividad cerebral tanto que hasta en mi sueños aparece

Sh- ¿Rachel?-dijo en un tono serio, yo dirigí mi mirada hacia ella y le hice una señal con la cabeza para que continuara -¿Santana sabe que esta chica te atrae más que para una amiga? -su mirada era penetrante como si tratara de leer mis pensamientos y eso me ponía muy nerviosa

R- No... la verdad es que ni yo sé que es lo que me pasa con Quinn, es raro mamá, cuando estoy con ella siento como si la conociera de hace mucho tiempo, cuando vi sus ojos por primera vez fue como si en realidad me reencontrara con esa mirada... pero aún no sé que sucede, por eso mismo no le he dicho nada, además San ahorita esta muy estresada por el regreso de su ex -yo sabía que tenía que decirle a mi novia lo que me ocurría pero primero tenía que saber que me pasaba

después de un rato más de plática con mi madre por fin me dejó ir, salí de mi casa, subí al coche y a los pocos minutos me encontraba en el estacionamiento del instituto, bajé de mi coche y de la nada terminé en el piso por un empujón por la espalda, me di un golpe en la cabeza pero poco me importo el dolor porque cuando gire la cabeza y vi de quien se trataba mi cuerpo ardió de furia

R- ¿Pero quien mierda te crees que eres? -frente a mí estaba el mismo tipo que molestaba a Quinn

-Exacto tú ni siquiera sabes quién soy yo, así que te diré que será mejor que no te metas donde no te importa o acabarás muy mal -en su rostro se dibujaba una sonrisa de superioridad que estaba más que dispuesta a quitarle

me levanté en un movimiento rápido y cuando menos se lo esperaba me lancé sobre él y cuando lo tenía tirado en el suelo golpeándolo a mi gusto acerqué mi boca a su oído y le susurre

R- Déjame decirte que tú tampoco sabes quien soy yo, pero eso se soluciona fácil... me llamo Rachel Berry -sonreí cuando lo sentí temblar debajo de mi

-¿Ra...Rachel Berry? -me levanté y apuntándole dije

R- ¡La próxima vez no me detendré y acabarás en muy malas condiciones así que te lo diré por última ocasión, ¡te quiero lejos de la vida de Quinn! ¿¡ENTENDIDO!? -note como se encogió ante mi grito -Ahora largo de aquí -acto seguido desapareció cual correcaminos

Curar al CorazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora