Capítulo IV

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Ya es miércoles por la noche y la cabeza me parte. Anoche me quede hasta tarde buscando información para terminar el trabajo que debemos entregarle a la profe Adeline, sin contar con todos los otros trabajos. Por suerte, la práctica profesional comienza el otro mes.

Será un año duro, pero una vez terminado todo este proceso seremos profesionales.

Miro mi celular y noto que ya serán las 12 de la noche, así que me dispongo de ordenar mis cosas para la clase de mañana -solo tengo dos módulos en la tarde- me despojo de mi ropa, quedando en bóxer, y me dirijo a mi cama.

Lo bueno es que mañana no tengo clases tan temprano, por lo que aprovechare para dormir un poco más, o eso intentaba, hasta que empezaron a llegarme notificación de WhatsApp... el muy idiota de Samuel a estado molestándome desde que supo mi número, pese a que nos dividimos el trabajo por Drive y está casi listo.

No pesco el celular, y me dirijo a mi objetivo principal. DESCANSAR. Pero cuando llevaba ya uno buenos minutos a punto de entregarme al sueño, mi celular comienza a sonar, meto como puedo mi mano bajo mi almohada.

-Por la cresta, es que acoso no sabes que no son horas para molestar a una persona imbécil -digo algo enfadado sin captar quien me hablaba.

-Se puede saber porque me dices eso Gabriel- Mierda, es mamá- sabes que no te molestaría a esta hora de no ser necesario.

Lose, no me esperaba que fuera ella, ya que ella se juntaría esta noche con sus colegas de trabajo para tener su noche de chicas. Hoy le toco a una que no recuerdo muy bien como se llama, pero se que es muy cercana a mamá, es por eso por lo que mi mamá se quedara alojarse con ella, pero no pensé que llamaría, pensé que la estaría pasando a lo grande.

-Lo siento mamá -me acomodo mejor en la cama- no quise decir eso, pero dime, que necesitas -se me escapa un silencio bostezo.

-Cariño me podrías poner mi ropa de trabajo a lavar, mañana me toca trabajar y no alcance a lavarla.

Abro mis parpados de golpe por lo que acabo de escuchar- No que mañana no trabajabas.

-Si lose -dice y luego hace una pausa, de seguro alguien le comento algo por que se escucho un murmullo- pero al parecer Marcela no podrá hacer su turno -pongo los ojos en blanco- tiene hora al ginecólogo.

-Y como siempre no te pudiste negar o no mamá -se que le gusta ayudar a los demás, pero muchas veces ese "ayudar" es un abuso por parte de los demás- no te preocupes lo haré.

-Gracias hijo, te quiero -le devuelvo la despedida y cuelga. Ya sin más, dejo nuevamente mi celular bajo la almohada y cierro nuevamente mis ojos para descansar por fin. Pero como siempre, las cosas que pido no siempre se cumplen, y nuevamente suena mi celular, quizás sea mamá nuevamente.

-Te he dicho que no te preocupes, que te lo haré -pero al otro lado no suena la voz de ella, sino mas bien la risa de alguien irritante. Al solo escuchar su risa, abro los ojos como plato.

- ¿Y se puede saber que es que me harás? -dice Samuel con ese tonito de altanero.

Alejo rápidamente el celular de mi -mierda, mierda, mierda- no puedo tener tan mala suerte. No pensé que llamaría. Paso rápidamente mi mano por mi cabeza y lo revuelvo.

-Se puede saber para que me llamas a esta hora -manifiesto mi tono de enfado- no todos somos murciélagos.

Me levanto de mi cama y comienzo a caminar por mi pieza.

-No has contestado mi pregunta -comenta calmadamente- que me harás? es que ahora te estas tirando para otro bando, y quieres declararte.

-Ya decía yo que tu imbecilidad deba para mas -detengo mis pasos- si no dirás nada coherente, cortare idiota- y cuando estoy a punto de cortar, habla.

- Mañana te espero en mi casa a las 11 de la mañana para terminar el trabajo -dice como si nada- te enviare la ubicación por WhatsApp.

Lo que me faltaba, no hablamos nunca y ahora por que tenemos que hacer un trabajo juntos, quiere que nos comportemos como si fuéramos cercano, llamándome e invitándome a su casa. No es que sea caprichoso, pero no es para tanto, lo más bien podemos terminar esto por drive, y comentar por la app lo que debemos ajustar.

-No creo que sea necesario -digo fríamente.

-No te estoy preguntando, te estoy avisando -dice subiendo un poco el tono- nos vemos mañana – tras decir eso cuelga la llamada.

Miro incrédulo mi celular -PERO QUE TE HAS CREÍDO PEDAZO DE IMBÉCIL- grito para después lanzar mi celular sobre mi cama. Tomo nuevamente mi cabeza, pero ahora con ambas manos. Porque tuve que llegar tarde a clases, no estaría pasando por esto, de no haberme atrasado. MIERDA.

Salgo de mi pieza, paso por la de mi madre para retirar su ropa, y luego dirigirme al baño para poner a lavar la ropa. Después de programar la máquina, me dirijo a la cocina, abro el refrigerado y saco lo necesario para hacerme un pan, con tanto ajetreo y mal humor, me ha dado hambre.

Mi casa no es tan grande, pero tiene lo necesario para poder vivir tranquilamente. Dos dormitorios cocina, baño y un pequeño living para descansar.

Una vez hecho mi pan, me dirijo al living para ver algo de televisión, y así hacer tiempo para después colgar la ropa de mi madre.



No me di cuenta de que me había quedado dormido, veo el reloj en la pared y observo que ya son pasadas las 4 de la madrugada. Que mal, me duele un poco el cuello por la pose en la que me quede dormido en el sillón, apago la televisión, voy en busca de la ropa para dejarla tendida y no se arrugue -suerte que tenemos lavadora y centrifuga en una sola-.

Una vez terminada mi labor, me dirijo a mi pieza, tengo que aprovechar las horas que me quedan para descasar. Tomo mi celular que esta sobre la cama y me dispongo a poner una alarma, mientras lo desbloqueo, noto que tengo un mensaje en WhatsApp, el idiota, me mando la ubicación acompañado de un "NO LLEGUES TARDE".

Uff, dejo programada mi alarma, ubico debajo de la almohada el celular y me dispongo a dormir.

Mañana será otro día.





Holas, esperando que tod@s esten bien <3 , tengo el agrado de poder subirles un nuevo cap de la historia. Espero les guste al igual que a mi.

Qué les parece las historia hasta el momento?...

Cariños.

Jan.

  

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