Acompáñame esta noche.

Capítulo III.

Me siento sobre la banca que esta cerca de la universidad, cierro los ojos y permito que el sol entibie un poco mi rostro.

-Toma, te servirá para la resaca -dice Barbara mientras me extiende un vaso con café- parece que la fiesta de anoche te dejo muy mal.

Me enderezo y extiendo mi mano para recibir el café- no me digas nada Barby -le doy un sorbo al vaso- yo pensé que la clienta de ayer no sería un gran trabajo y me iría rápido a casa, pero la realidad no fue así, y termine llegando a las 6 de la mañana.

-jajaja -su risa invadió el ambiente- eso pasa por tener esa clase de trabajos, con suerte llegaste a clases... bueno, lamentablemente no te queda de otra.

Barbara es mi mejor amiga desde enseñanza media, el primer día del colegio nos toco sentarnos juntos, y basto comentar una formula poco entendible de matemática, para que nuestras vidas estuvieran unidas hasta ahora. Aún no olvido como muchos de nuestros compañeros y compañeras nos molestaban en esa época, diciendo que estábamos en una clase de relación y que no queríamos reconocerlo, pero basto que ella dijera un comentario -Que sepan que ya nos acostamos, pero tira como el culo, no tiene lo suficiente para estar con una chica como yo- para que dejaran de molestarnos. Claro que no era cierto. Pero Dios, quién diría algo como eso. Solo ella. Por eso es la mejor.

Ella es la única persona que sabe que mi trabajo es de "acompañante" ... pero no fue una decisión sencilla, digo, no fue como que de la noche a la mañana dije ya seré "escort" por gusto, para comprarme ropa o invitar a salir a chicas. No.

Una tarde llegué a casa, y descubrí un sobre debajo de la puerta, al parecer mi padre había pedido prestado mucho, pero muchos millones de pesos a gente que no debía, dejando de aval a mi madre. Y cuando digo mucho dinero no hablo de 10 millones o 50, no, estamos hablando de alrededor de 150 millones de pesos, que con los intereses incluidos y con el tiempo que había transcurrido desde el préstamo, ya se debía el doble.

¿De dónde carajo un estudiante universitario saca 300 millones de pesos? Si con suerte, sudor, lagrimas, y apoyo de su madre, puede pagar la mensualidad de la Universidad.

Y digamos que el mensaje que tenia el sobre, no era de simpatía o cariño.

Me sentía tan ahogado que hasta las ganas de comer se me quitaron, no podía decirle a la policía, no podía decirle a mi madre, solo mi fiel compañera podría ser de oído para tal terrible noticia.

Cuando ella escucho la historia, tenia tanta o mas ganas de asesinar a mi padre como yo. Pero, en fin, tener esos deseos no traería ninguna solución, y como dos mentes piensan mejor que una, algo tenia que salir, y así fue:

-Robar un banco.

-Hacer bingos... Bueno, muchos bingos.

-Vender todas mis cosas y sus cosas.

Entre muchas otras.

Pero ninguna que tuvieran una solución real y concreta. O eso creía, hasta que un día en medio de un carrete en nuestra discoteca preferida de la ciudad, "Nice Party", mi amiga me metió a la fuerza al baño de mujeres y me hizo escuchar la historia de una chica -nombre que no recuerdo- que gano mucho dinero en una noche por trabajar de escort. Mi amiga me miro, yo la mire, y sabíamos en nuestras miradas que esto sería una posible pero irreal solución. Nos conseguimos después de varios favores -subirla al salón vip, tragos gratis, pedirle una canción al dj, entre otras cosas- la información necesaria para poder conseguir el trabajo. Por suerte, Barbara había salido un par de veces con el administrado del lugar y logro conseguir todos eso favores.

A no juzgar, cada uno con sus gustos.

-Hey, hey -dice mi amiga dándome un empujo en mi hombre- hombre, que te quedaste un momento en el mundo de la nada.