열 일곱

367 44 8
                                    

Estaban justo en la gran entrada de la casa Kim, los grandiosos y muy respetados Kim.

— Déjame aquí— dijo MinSeok— te llamare para devolverte la ropa de SeHun, disculpa las molestias— hizo una sonrisa forzada mientras esperaba a que JongDae se estacionara—

— ¿Estas seguro?— comentó con un tono de preocupación mientras se estacionaba donde MinSeok le había indicado— ¿No quieres que te acompañe?

— No— respondió rápidamente— así esta bien, gracias por traerme— dijo bajándose del auto—

— ¡MinSeok— gritó JongDae haciendo que el omega se volteara— puedes contar conmigo para lo que sea— le sonrío tiernamente— Adiós, te llamaré en la noche— dijo encendiendo el auto y saliendo de ahí—

MinSeok solo intento hacer su mejor sonrisa hasta que JongDae se fue, volteando frustrado hacia la entrada de su antigua carcel y lugar de tortura.

Caminando con mucho pesar y ganas de asesinar a todos, entro por el maravillo jardín que poseían, si bien era cierto su casa era una de las más grandes de todo Corea.

Tenía varios pisos, muchísimas habitación, tres cocinas, casi 3 baños por piso, un enorme bosque, dos piscinas, una cancha de tenis, otra de fútbol y otra de béisbol. También tenían otra pequeña casa cerca del bosque pero está no era utilizada por nadie, convirtiéndose en el depósito de la familia.

Lo primero que pudo divisar MinSeok fue a su madre en la puerta, esperando como siempre a que llegue para darle un abrazo frío y sin sentimientos.

— Hola mamá— dijo MinSeok— ¿Que hago hoy aquí? Y a estas horas para ser precisos.

— Entra— gruñó la mujer volteándose y caminando— rápido niño, no tengo todo el día para ti.

MinSeok se quedó extrañado, sabia porque estaba ahí, pero bajo ninguna circunstancia su madre lo trataba mal al momento de su encuentro, ya fuera en privado o en público ella siempre mostraba una sonrisa y los abrazaba como si de verdad los amara.

MinSeok se dejó caer en uno de los sofás, mientras su madre se colocaba lo más elegante que podia y miraba con odio al omega.

— Tráenos té— ordenó a una empleada que salió de inmediato— Ahora, explícame que hacías en la casa de Cho.

— Me quede a dormir— respondió— ¿Por qué?

— ¿Solo dormir?, ¡¿Solo dormir?!— gritó su madre— No soy idiota MinSeok, dime que hiciste en esa asquerosa casa y te perdonaré.

— Me quede a dormir— repitió MinSeok— JongDae, el hijo del Señor Cho, no quiso dejarme solo por miedo a que me pasara algo o que alguien intentara meterse en mi departamento de nuevo— se encogió de hombros mientras jugaba con su cabello— no me pareció mala idea así que accedí, ¿Tampoco puedo decidir donde dormir?

— Mira maldito mocoso...— soltó enojada, levantándose de su asiento y caminando hacia MinSeok— Pase por alto tu revista, pase por alto todos tus compromisos fallidos, pase por alto tú estúpida entrevista a ese viejo, ¿Pero que duermas bajo su techo y con su hijo?— alzó su mano, dándole una cachetada a MinSeok— ¡¿Quién te crees que eres para burlarte de mi, pequeño bastardo?!— gritó— ¿Tanto te crees para meterte con el hijo de ese idiota?

MinSeok estaba en shock, ¿En serio lo había golpeado?.

— No me estoy burlando de ti— se levanto de su asiento, volteando su rostro hacia su madre— Es tu problema si crees que todo gira en torno a ti.

— ¿No ves lo que nos afectará esto? Seguramente solo quieren utilizarte para hacer que la compañía caiga y quede en bancarrota MinSeok, ¡Somos tu familia!.

A veces no, a besos sí. (CHENMIN OMEGAVERSE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora