Capítulo 1

3.1K 69 8
                                    

Antes de empezar, quisiera aclarar que en este fanfic a pesar de ser de el hobbit, agregué unos elementos de los juegos del hambre ya que creí que quedarían genial con la historia. espero les guste tanto como a las pocas personas que ya lo han leído. :D

Parte 1- Lana

Despierto y veo que ya está amaneciendo. Me levanto, me lavo la cara y me visto. Me hago una trenza y salgo para sentarme en el escalón de la entrada de la casa. Hace frío, pero no importa, esperaré lo que sea necesario.

Mientras espero, observo lo que pasa. Las personas empiezan a despertar y a hacer sus actividades diarias. Todo está tan pacífico hasta que veo un par de niños pasar corriendo que al verme empiezan a canturrear "¡Fenómeno!".

Se supone que debería molestarme pero no. Ya estoy acostumbrada a toda clase de apodos que me han dicho por diez años.

En vez de reaccionar de alguna manera que representara que me hicieron daño, los saludo con un ademán, cosa que los deja perplejos y se van refunfuñando. Me hace feliz que esta vez yo haya ganado.

Conforme avanza la mañana, más frío hace, así que meto mis manos a los bolsillos y encuentro un broche de Sinsajo, lo único que conservo de mi verdadera familia.

Hace mucho que olvidé todo lo que era y quien era. Es como si todo lo que había vivido antes se hubiera borrado. Mis recuerdos empiezan esa noche de verano, cálida y despejada. Yo iba caminando por ahí sola, tenía siete años y no sabía que hacer. De pronto apareció una jauría de wargos montados por orcos que me empezó a perseguir. Corrí tan rápido como pude, pero uno de ellos me alcanzó y mordió mi tobillo haciéndome caer. Intenté defenderme lanzando piedras y ramas, pero era inútil.

Creí que todo estaba perdido, pero entonces surgió una esperanza de entre los setos. Fue ahí cuando conocí a lo chicos, que llegaron a tiempo para matar al wargo antes de que me asesinara.

Después de eso me llevaron a su casa donde me curaron, y como podría decirse, me adoptaron. Sí, fui adoptada por una familia de enanos. De alguna extraña manera me quedé de su tamaño pero aún así soy diferente.

Para empezar no soy como el resto de las mujeres enanas. Son feas y blagh. "Mamá" es la excepción, ella es muy bonita, al igual que el resto de la familia. Todos resultan atractivos para ser enanos.

Volviendo al tema, yo soy la única en toda la redonda que posee ojos azules, lo que me hace más diferente. A pesar de tener el cabello oscuro, el mío tiene algo que no es como el del resto. En pocas palabras, soy diferente en todos los aspectos.

Cuando llegué, todos desaprobaban mi presencia. Me llamaban de distintas maneras crueles: fenómeno, monstruo, muto, engendro, entre otros.

No fue una infancia muy adorable que digamos, pero hubo sólo una cosa que me hacía sentirme mejor: la lectura. Pasaba todo el tiempo leyendo, cuando no tenía quehaceres me escapaba al bosque o a los rincones más silenciosas que encontraba a leer. Casi nadie notaba mi ausencia ya que soy muy callada, sólo hablo con quien me inspire confianza o se la haya ganado.

Por esa razón y porque nunca me meto en problemas, siempre paso desapercibida. Por ahora esos son los únicos detalles de mi vida que recuerdo o que quiero recordar.

Llevo como una hora ahí afuera cuando la puerta de la casa se abre y escucho pasos que se dirigen hacia mí. Volteo para ver quien es y noto que es Kili, la única persona en este lugar en la que confío.

-¿No hace mucho frío aquí como para disfrutar el paisaje?-pregunta mientras se sienta a mi lado.

-Claro, como me encanta ver casas y personas que son amables conmigo-respondo con sarcasmo.

Fanfic 1: Un viaje especialDonde viven las historias. Descúbrelo ahora