Fanfic 1: Un viaje especial

Capítulo 10

Para los lectores:

Antes que nada quisiera darles las gracias por sus comentarios, votos y por leer mi fanfic. También les deseo una feliz navidad y mis mejores deseos para el año que viene. 

Por esto de las fiestas decembrinas, la temporada que viene estaré muy ocupada y tal vez se me dificulte seguir con la historia, pero no se preocupen, si tengo oportunidad escribiré todo lo que pueda. Les dejo el capítulo 10, que ya he acabado y espero que les guste. Con cariño, yo :D

Espero a que llegue la hora, el momento en que las arañas me coman. Me encuentro muy nerviosa, mi corazón late a una gran velocidad y la cabez me retumba. No se me ocurre alguna forma de escapar.

De pronto, algo tira de la red donde estoy, y a juzgar por el golpe, caí de una altura considerable.

La red se abre y veo a Bilbo. Me ayuda a salir y no puedo evitar espresar mi agradecimiento. Cuando ya estamos todos libres, recuperamos las armas. No encuentro  mis hachas ni mi abrigo que perdí durante el ataque. Me tendré que resignar a usar mi espada, y en casos extremos, la navaja de mi bota.

Corremos a través del bosque, pues al parecer hay más arañas que nos persiguen. En un instante, quedamos rodeados. No queda más que acabar con ellas. A pesar de que son muy grandes,tenemos ventaja porque las arañas no son tan veloces.

 Y en momentos como éste agradezco ser de estatura baja, ya que eso me permite escabullirme a través de las patas de estos mounstros. Aunque resulta un poco difícil matarlas ya que no son tontas.

Mientras ruedo a través de sus patas, una de ellas logra tomar uno de mis pies y me intenta capturar en su red. Intento lanzar ramas para distraerla, pero es inútil. 

De pronto, veo que  Fili corre hacia donde estoy y llega de un salto. Toma mis manos y con todas sus fuerzas intenta jalarme para liberarme de la telaraña. Al no tener éxito, corre y corta con su espada la red, cosa que enfurece a la araña.

-¿Qué dices hermanita, les enseñamos a estas cosas a no meterse con nosotros?-dice.

Asiento con la cabeza mientras preparo mi espada. Entre los dos matamos un par de arañas, por un momento siento que tenemos esa coordinación que a veces él y Kili tenían. Como si adivináramos lo que el otro haría.

Uno de nosotros distrae y el otro liquida. Sin decir una sola palabra, corremos hacia la misma dirección y vemos las arañas al mismo tiempo. Después de poco tiempo ya hemos destruido a una considerable cantidad de bestias con seis patas.

Las arañas se cansan de usar sus redes y comienzan a abalanzarse sobre sus “presas”. Una araña me intenta capturar con sus patas y, una flecha pasa volando al ras de mi rostro y da justo en un ojo arácnido.

-Esa flecha no es de…-dice Fili sorprendido.

-…Kili- termino su frase. No es de él, ni de los demás de la compañía; es de…

-Elfos-masculla terminando lo que yo estaba pensando.

-¿Y son amigables, como los de Rivendel?-pregunto con preocupación.

-No lo creo, no éstos-responde mirándome con esa peculiar mirada que tiene, una mirada con un toque de instinto paterna(al ser el mayor podría decirse que todo el tiempo nos  protege a los menores y creo que por eso con el tiempo ha desarrollado una personalidad responsable, protectora y cálida que se refleja en sus ojos)

 En medio de la confusión y la batalla. un ruido llame nuestra atención. Una araña trata de devorar a nuestro hermano.