La Heredera Mágica (Starco)

XXVIII Todo Es Mi Culpa

Mientras fantásticos temores llenaban los corazones de Star y Marco; su nuevo y desconocido enemigo dejaba un camino de muerte por donde pasaba.

POV DRAXON

Un hambre incontrolable me consumía.

Lo único que me mantenía en pie, era consumir aquella fuente de magia que he percibido desde que volví a despertar.

Todo era...diferente, desconocido.

Este no era el Mewni que conocía.

Monstruos y mewmanos viviendo en armonía. Patético.

Draxon y Rasticore se dirigieron hacia el Bosque de la Muerte Segura, al refugio que compartía el septariano con otros asesinos monstruos y humanos.

En el camino, Draxon consumía la energía vital de cualquier pobre animal que pasaba cerca. Sus fuerzas se recuperaban lentamente.

Dado que todos eran criminales buscados y la tecnología era muy avanzada, estos tenían que procurar nuevas estrategias.

Los asesinos tenían un campamento, cubierto con un campo electromagnético que los volvía invisibles a las cámaras satelitales y drones de vigilancia. Todo esto era algo desconcertante para el devorador de magia.

Draxon: Rasticore.

Rasticore: ¿Señor?

El ex general de monstruos estaba sentado bajo la sombra de un árbol, meditando.

Draxon: Dijiste que crees conocer a la fuente de ese inmenso poder mágico. ¿Verdad?

Rasticore: Si. Como le dije, Mewni se fusiono con esta dimensión llamada Tierra. La magia había desaparecido y el legado Butterfly acabó, o eso creía.

Draxon: ¿Creías?

Rasticore: Hace muchos años, la última Butterfly, la princesa Star y su novio, usaron magia para terminar con la vida de la antigua General Loveberry, quien se había vuelto su enemiga.

Draxon: -Sonriendo- Así que esa desgraciada por fin encontró su fin. ¿Qué sabes de esa Star y su novio?

Rasticore: Sé que están casados...-sonriendo- y tienen una hija.

Draxon: Si esa niña estúpida es la fuente de la magia, recuperaré todos mis poderes, también podría consumir a sus padres y sería invencible. Rasticore, quiero los espíes. Cuando estén más vulnerables, les arrebataremos a esa niña.

Rasticore: Si, señor. Eso será fácil, y lo podemos hacer aquí.

Draxon: ¿A qué te refieres?

Rasticore: Este es un nuevo mundo, señor. Ya no somos cavernícolas. Tenemos tecnología.

Draxon: ¿Tec qué?

Rasticore lleva al viejo septariano al "cuartel general" de los asesinos, estaba a punto de mostrarle un nuevo mundo.

-EN EL HOSPITAL DE ECHO CREEK-

Es como si el destino quisiera que Star y yo nunca estemos en paz.

La alcaldesa Picaraña abandonó el lugar, pidiendo la ayuda de Star y Marco, ya que son los únicos seres con magia, que podrían dar de cara a la amenaza. Su respuesta estaba pendiente.