La Heredera Mágica (Starco)

XXXV Ritual de Magia Negra

Otra mañana cálida se alzaba en la ciudad de Echo Creek, las vacaciones seguían su curso normal, pero no todo era alegría.

Un equipo de policías y forenses cercaban el área donde había varios cadáveres de jóvenes y algunos adultos, al conocer esta noticia, la alcaldesa Penélope Picaraña, fue de inmediato a constatar la horrenda situación.

Era una verdadera masacre, era un horror indescriptible. Cuerpos por doquier, momificados, ella sabía quién era el responsable de tal atrocidad, temía cuantos más tendrían que morir.

Penélope: Esto se va a poner feo. Debo avisar rápidamente a Star y Marco, ese monstruo está haciendo un caos.

-En la residencia Díaz-

Danielle se encontraba desayunando, entusiasmada por su segundo día de entrenamiento en la magia.

Hoy me tocaría entrenar con mamá, ya que papá tuvo que salir a un encuentro con la tía Janna, no sé para qué la verdad, pero por otro lado el tío Tom, Lili y Dan vendrán en breve, serán buena compañía para mi entrenamiento.

Al terminar de desayunar, la rizada va a alistarse para su práctica, minutos después llegó el demonio junto con sus gemelos. Sin sospechar que una de las cámaras espías de Rasticore vigilaba la parte frontal de aquel hogar.

Rasticore: Parece que el heredero Lucitor ha llegado a la casa de la niña.

Draxon: Con que un Lucitor, ¿eh? ¿Sabes si posee magia?

Rasticore: Hasta donde averigüe, no.

Draxon: Da igual, consumiré su energía de todos modos. El será un buen bocadillo. Siempre odie a esos Lucitors.

Rasticore: ¿Cree que sea prudente salir? La policía no está muy lejos de aquí, viendo los cadáveres de los jóvenes, no tardaran mucho en descubrir...-triste- aquel campamento de monstruos que consumió ayer.

Draxon: -Apretando el puño- No sería muy difícil acabar con todo ellos y consumir sus energías. Pero es mejor ser discretos por el momento, atacar sigilosamente, pero si vemos sola a esa niña no dudaré en ir por ella.

Rasticore: -Suspirando aliviado- De acuerdo, señor.

De vuelta en la casa Díaz, Danielle estaba con sus amigos platicando en el patio trasero, mientras que la ojiazul y el pelirrojo conversaban también.

Tom: ¿Cómo se encuentra ella?

Star: Bien, decidida, quiere aprender magia para protegerse, para proteger a su familia.

Tom: Es muy noble de su parte.

Star: Lo sé, Tom, pero ha decir verdad tengo miedo de que los chicos tengan que pelear, que se involucren en esta situación con ese monstruo desconocido.

Tom: Star, ellos tienen la misma edad cuando peleabas con monstruos a diario, cuando te enfrentaste a Ludo y a Toffee. Son muy fuertes para su edad, debemos tener confianza en ellos.

Star: Lo sé, pero es diferente, nosotros somos padres y ellos son los hijos. –Suspirando- Creo al fin pude entender cómo se sentía mi madre aquellas épocas, no debió ser tan fácil como pensaba, a veces resulta irónico.

Tom: Entiendo tu sentir, desde Mina y posteriormente, Jason en la universidad, Janna y yo siempre hemos entrenado, no solo en la magia, sino físicamente, en caso de que se presentarán situaciones extremas donde tendríamos que pelear. Y hemos entrenado a nuestros hijos, esperando que ese día no llegue, pero talvez está más cerca que nunca ese momento.