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Llevaba días llovíendo sin descanso algúno; no era algo nuevo. Debido a la ligera descongelación de los polos, la temperatura de toda Europa bajó. Además, las corrientes de aire eran algo más violentas, y el Anticiclón de los Azores ya no protegía tan bien España de las grandes tormentas. Aún así las tormentas no llegaban a ser muy violentas, pero si muy duraderas, lo que provocaba que lloviera durante mucho tiempo en España, y que nevara aún mas en Invierno.

Esta era la situación actual, llevaba casi una semana lloviéndo sin parar, los embalses estaban todos llenos de agua, muchos se habían desbordado inundando muchas zonas de España. Lo bueno es que los ríos duplicaron su volúmen, permitiéndo obtener mayor energía eléctrica a partir de las centrales hidroeléctricas, y con la consiguiente reducción de los precios de la electricidad. Todo había bajado de precio, la electricidad, el agua, el paro (debido a la necesidad de reconstrucción de las zonas dañadas por las inundaciones) y el nivel de educación volvió a bajar. Eso se debe a que los jóvenes prefieren trabajar en las zonas devastadas y conseguir algo de dinero a estar en su casa estudiándo sin tener dinero y depender de sus padres, podres tontos. Uno de los mayores problemas de este ligero cambio climático era que los afectados por las inundaciones dejaban sus casas y se refugiaban en las ciudades cercanas, por cual había un gran número de mendigos con las calles muy sucias ya que los servicios de limpieza no daban a basto.  Además, las personas de las ciudades se solidarizaron con estas familias refugiadas y las ayudaban, por lo cual las ciudades no eran muy peligrosas, excepto por los ladrones que siemrpe había.

Por otro lado, debido a las bajas temperaturas en verano (32ºC máximo) las plantas vieron su crecimiento acelerado ayudadas por las abundantes lluvias, llegándose a tragar en menos de diez años pueblos enteros, pequeños pueblos. Su crecimiento llegó a tal punto que las raíces de las plantas pusieron en peligro las excavaciones de las Cuevas de Altamira, pero ya se había solucionado. Las condiciones meteorológicas de España, y el resto del mundo, cambiaron mucho en los últimos diez años, a partir de 2020 se empezaron a notar las bajadas de temperatura, pero por primera vez, el gobierno español solucionó el problema de manera efectiva y rápida, ya que muchos animales habían muerto y los cultivos autonómicos peligraban. Se aprendió a proteger los antiguos cultivos y a trabajr con los nuevos posibles cultivos, además, se aumentó el número de invernaderos, para los cultivos tropicales.

Mientrás todos estos cambios se notan cada vez más, yo estoy aquí, bajo la lluvía de Madrid, en la Puerta del Sol, ahora poblada por árboles. Estoy delante de la salida del metro, una gran cúpula de cristal y hierro que se eleva desde el suelo por encima de los árboles, con forma de boca. Este nuevo "diseño" de la Puerta del Sol es relativamente nuevo, pero bueno, las cosas cambian con los años.

He quedado a la salida del metro de Sol con una vieja amiga, a la que hacía años que no veía, y cómo siempre, llega tarde, cinco minutos por ahora. Eran las nueve de la noche del otoño de 2030, y apenas hacía 2ºC de temperatura. Todo el mundo llevaba abrigo de invierno, gorro y paraguas o impermeable. Pero hacía mucho tiempo que yo no sentía el frío, tan sólo llevaba unas botas negras, unos pantalones vaqueros negros, un jersey negro y una chaqueta marrón osura. Según algunos, era una moda vieja, pero poco me importaba eso. Estaba empapado por la lluvía, sentia como las gotas bajaban por mi cara, y por mi columna, y cómo subían por mis pantalones vaqueros.

Ya habían pasado diez minutos desde la hora que habíamos quedado, y por fín la ví salir del metro. No era muy alta, apenas medía un metro sesenta. Ella sabía que había llegado tarde, así que me buscaba por todas partes. Yo preferí quedarme escondído dónde estaba. Me quedé observándola un rato, abrió el paraguas y me siguió buscándo con la mirada, pero sin moverse del sitio. Era guapa, y un hombre se paró a hablar con ella, pero pronto se deshizo de él, pero otros tres se acercaban a ella, y no parecían muy educados. Estos eran chulos, y no muy inteligentes, se veía desde lejos. Así que decidí que ya era hora de acercarse a ella, por si acaso. Mientrás me acercaba, ví como uno se paró a hablar con ella, mientrás ella negaba con la cabeza de manera enérgica. Pero el chico la agarró del brazo atrayéndola hacía el mientrás sus dos amigos se reían. En ese momento la alcanzé, y decidí intervenir.

-Deberías soltarla, mientrás puedas-Dije con calma y serenidad

-¿Es una amenaza?-Preguntó con su evidente chulería mientrás los otros dos se acercaban un poco.

-No, es un consejo

En ese momento el chaval la soltó, tras pensarlo un poco.

-Toda tuya, ya he terminado con ella.Sentenció y dió media vuelta para irse.

-Pues como seas tan rápido en todo es penoso-dijo mi amiga de manera sorprendente, pero a mí no me sorprendió, eso me alegró, parecía que no habái cambiado mucho desde la última vez que la vi. Pero en ese momento el chico se acercó a nosotros con ira en sus ojos. Así que aparté a mi amiga y me puse delante de ella, entre él y ellla,

-Adiós-fué lo único que dije, y me quedé de pie, mirándolo fijamente a los ojos, esperándo que se fuera, pero preparado para luchar. Tardó un poco en irse, no dijo nada, tan solo me miró y me levantó un dedo como amenaza, pero al final se rindió y se fueron. Al darme la vuelta, mi amiga me abrazó con mucha fuerza y cariño.

-¡Por fín! Cinco años sin verte, más te vale. Te he echado mucho de menos Traian

-Hola María, veo que sigues sin saber pronunciar mi nombre-y decidí que ya era hora de abrazárla. 

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La Ascensión de T.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora