REGLA 2°. ESTE CUADERNO HARÁ EFECTO SI SE PIENSA EN LA CARA DE LA PERSONA

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Hola! lo siento por no haber actualizado en tanto tiempo ;-; mis ideas estaban totalmente secas con esta historia. Pero ya hasta anote en un cuaderno lo que pienso hacer xD Ojala lo disfruten! ya voy a actualizar mas seguido :v los hamo!

Esas palabras.... "Me llamo Tatsu, y soy un shinigami". Quería retroceder, pero no podía darme el lujo de hacerlo, además mis piernas no respondían. Sus enormes ojos amarillos estaban fijos en los míos, provocándome una incesante sensación de miedo.

-Tengo entendido que te llamas Noboyuki, ¿o no?

Tragué saliva. -Si, Noboyuki Amane.

Los ojos del shinigami parecieron brillar un instante. Me pregunté que significaba aquello, pero algo dentro de mi no parecía querer averiguarlo. Tatsu, como decía llamarse, no dejó de verme fijamente, parecía que no tenía párpados.

-Bueno Nobu, creo que deberías leer el resto de las reglas de la Death Note. Al entrar en contacto con el mundo humano, en específico, contigo, mi libreta dejó de ser mía y lo será nuevamente cuando renuncies a ella. Mientras, tengo que seguirte a donde vayas.

-¿Estás loco? ¿piensas que andaré por ahí con un monstruo detrás mio?

-No deberías preocuparte -su voz sonaba un tanto... sarcástica. -Nadie que no haya tocado esa Death Note puede verme. Por tanto, eres la única. Ningún otro ser humano puede verme o escucharme.

Mi mente comenzó a procesar sus palabras. Si eso era cierto, entonces podría aparentar que estaba hablándole a la nada. Eso era ventajoso, porque si conservaba la Death Note y Tatsu me seguía, nadie sabría de su existencia. Me tendría que pensar muy bien las cosas para evitar que alguien más tocara la libreta que ahora, me pertenecía.

Mamá siempre hablaba de justicia, de un mundo lleno de pecado que debería ser limpiado de los asesinos, de los violadores, de toda esa peste de la sociedad. Pregonaba la palabra de un Dios que solo juzgaba a la escoria humana. Quizás era tiempo que alguien se ocupara de convertirse en ese Dios... ¡¿pero qué estoy pensando?! mamá me mataría si se entera de esto. Guardaré la libreta, tengo que esconderla. No pienso volver a usarla.

-¿Entonces para qué la conservas? si la guardas, es porque la usarás -irrumpió Tatsu haciéndome dudar un momento. ¿Podía leerme la mente?

-La conservaré porque no quiero que esto caiga en malas manos -respondí defendiéndome. Los ojos amarillos de Tatsu adquirieron un brillo interesado y se fijaron atentamente en los míos.

-Podrías renunciar a ella y devolvérmela. Admítelo, vas a usarla. Si realmente no lo harás, devuélvemela porque tengo cosas que hacer con Ryuk.

Un punzón en mi cabeza me hizo temblar un instante. Ryuk... había dicho Ryuk. Estaba segura de haberlo oído antes, pero no sabía de que. Un recuerdo me llegó a la cabeza, pero era difuso, borroso. Tatsu comenzó a reírse y yo me ruboricé; al parecer si me podía leer la mente.

-Bien, tu ganas, es cierto que quiero usarla. Pero no infantilmente, no mataré a quienes me caen mal.

Comencé a bajar las escaleras saliendo de la casa de la señora Kotomi. Una vez en la acera, empecé a andar nuevamente, preocupándome solo en mirar el camino y en llegar a casa para que mamá me sirviera la cena caliente. Tatsu al parecer venía siguiéndome, pero no le presté atención. Se estaba riendo en silencio, sin dejar de pegarme los ojos en la espalda.

-Eso han dicho todos.

No pude escuchar lo que dijo, pero sabía que había susurrado algo. Me guardé bien la Death Note en la mochila y continué leyendo mi pequeño librito. Pocos minutos después de caminar, llegué a mi calle. Todo estaba lleno de luces, pero estaba absolutamente solo. Mejor así. Desee que la señora Kotomi no hubiera sufrido. Tatsu sonrió macabramente detrás mio.

-Esto será divertido, Nobu.

Death Note Temp 2.1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora