—Jaemin, ¿Estás bien?— Preguntó preocupado Johnny.
—Sí, ¿Por qué no debería estarlo?— Contestó con una sonrisa forzada.
—Jaemin, se nota que no estás bien.— El otro solo bajo la mirada. — Escucha, sé que es difícil pero tú eres más que él, da igual lo que esté haciendo ahora, da igual si está hablando con alguien porque tú también mereces ser feliz.
—Tan solo no puedo creer que todas las veces que me dijo que me amaba, probablemente, eran mentira.
—Basta de esa cara larga.— Gritó Johnny aprentando sus mejillas. —¿Quieres ir a comer?
—Si tú pagas, claro.— Rió.
