Tras el incidente del bosque decidí no aparecer más por la ciudad, no hablar con nadie salvo Tyler y sobre todo concentrarme en eliminar del todo los efectos de Abalám sobre mí.
La última vez que hable con Josh fue hace un año y medio, y desde entonces no sé nada de él.
Tyler, de vez en cuando, me dice como están todos, y por lo que dice parecen bien, Josh y Louisa están felizmente juntos y planean casarse en cuanto acaben el instituto.
Allison ha dejado el "oficio" familiar para ayudar a cuidar del pueblo.
En cuanto a mi estoy bien, una vez a la semana viene un cura mayor para controlar las apariciones de pentagramas, otro día viene Sheila para controlar posibles estados de fugas.
Y así vamos.
Lo máximo que hago es salir a correr por el bosque con las frecuentes apariciones de Abalám diciéndome que deje de luchar, cazo ciervos, en general hago cosas de hombre lobo salvo por el hecho de que cada vez que toco algún árbol empieza a arder o que ya ni controlo la aparición de las garras o la capacidad de incendiar mi piel. Todo va según lo que pensaba Sheila.
Tyler lo está pasando peor, solo puede acercarse a mí una vez a la semana ya que le buscan por el asesinato de la manada que maté.
Hoy por la tarde se supone que tiene que llegar Sheila para intentar hablar con Abalám y llegar a un trato pero no creo que funcione.
En esta casa no hay mucho que hacer más allá de mirar los espejos o ver como corren las liebres.
De golpe sonó la puerta.
Cuando fui a abrir escuche un disparo de un arco así que abrí rápido para ver que ocurría.
Era Allison disparando a un Wendigo que estaba lleno de sangre y por lo que podía oler era humana.
Josh y Louisa también estaban ahí, Louisa parecía distinta se había cortado el pelo y Josh tenía un montón de piedras colgando de cadenas alrededor del cuerpo.
Josh fue el primero en verme y me llamó.
Yago ayúdanos por favor.
Cuando le escuche pedir ayuda me recorrió una alegría inmensa al pensar que podría ayudarles.
Note que mis ojos empezaron a brillar de un tono ardiente como el sol y mis garras empezaron a salir más largas que de costumbre.
Allison disparo una flecha que casi me alcanza pero la cogí justo antes de que me diese y se la devolví al Wendigo dándole justo en una pierna.
Josh invoco a un Cancerbero que, junto con Tyler, atraparon al Wendigo contra una gran montaña que había cerca.
James, ¿haces el favor de acabar con él?-Dijo Louisa con sus ojos blancos.
Por supuesto pero, ¿Qué ha hecho exactamente?-Pregunte por curiosidad.
Ha matado a una familia entera sin justificación alguna.-Dijo Allison guardando el arco plegable en el carcaj.
Entonces será un placer hacerlo.-Dije acercándome a él mirándolo fijamente.
Según me iba acercando notaba un rostro de pánico en su cara, como si le estuvieran matando.
Cuando estuve suficientemente cerca de él le cogí del cuello y lo levante hasta la altura de mi cara para poder verlo mejor.
Acerque mi mano derecha hacia su cara y mucho antes de tocarle ya veía como su rostro empezaba a ponerse rojo y entre gritos de dolor escuchaba una pequeña voz diciendo que parase.
De golpe Sheila apareció de detrás del árbol y me dijo que parase, que lo único que hacía era alimentar el poder que Abalám tenía sobre mí.
Pero el Wendigo ya había muerto, tenía la cara derretida por culpa del calor que desprendía.
Justo en ese momento escuche el timbre de la puerta, era Sheila que había llegado ya para cuidar de mí.
Me había quedado mirando un gran espejo que hay encima de la televisión y entendí que Abalám había puesto esas imágenes en mi cerebro para que pensase que estaba en esa situación o al menos eso creo ya que están todos los muebles del salón ardiendo y hay un agujero en medio de la pared hacia donde se supone que lance la flecha.
Sheila entro junto a Josh, Tyler y Louisa diciéndome que podía haber una solución para acabar con Abalám de una vez por todas, pero tenía que ir con ellos y pasar toda la semana sin transformarme ni matar a nada ni nadie.
Y por supuesto que acepte.
