Final

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El pelinegro abandonó el lugar con pasos desganados, se dirigía hacia lo que alguna vez fue su hogar, al que podría volver con algo de alegría para encontrarse con su amado Taehyung. Pasó por un parque, el parque donde había tenido su primera cita, recordó con melancolía ese día, sus ojos empezaron a soltar lágrimas y su cuerpo se hizo cada vez más pesado.

Cuando llegó a su apartamento, el cálido olor del perfume que Taehyung utilizaba lo inundó. Recordó cuando él había alagado el olor de su novio y desde aquel día usaba el mismo perfume.

Fue a la cocina, en donde habían dos galones con gasolina dentro. Tomó ambos y subió aún llorando a su habitación. Cuando entró pudo ver fotos de él y su novio pegadas en las paredes. Recordó que a Taehyung le gustaba redecorar cada cierto tiempo, tomaba nuevas fotos y las colocaba en las paredes para así quitarle la monotonía al lugar.

Se acercó a una de las fotos y la desprendió con mucho cuidado. Observó el cabello castaño de su novio recordando lo suave que era este. En la foto aparecía junto a un oso de peluche, el mismo que había ganado en una feria a la que asistieron en Halloween.

Esto es de hace muchos meses.

Recorrió su habitación observando las fotos, todas eran de hace 5 meses o más.

Hace mucho que no estoy junto a él... hace mucho que no nos tomamos una foto juntos.

Empezó a echar la gasolina por la habitación mientras recordaba cada momento junto a Taehyung, se dañaba más a sí mismo perdiéndose en sus memorias porque su conciencia le decía que lo merecía. Necesitaba olvidar y necesitaba que Taehyung se olvidará de él, que buscara la felicidad junto a alguien que si lo merezca.

"Deberías morirte"

Las palabras de Seokjin resonaban en su cabeza. Sí, debía hacerlo. Debía morir. Una escoria como él no podía seguir desperdiciando oxígeno en este mundo. Jugaba con un encendedor mientras volvía a ver la foto que desprendió de la pared, admirando la belleza de Taehyung.

Sus ojos fueron hasta la pulsera que aún se encontraba en su muñeca, observó los dijes con detenimiento, recordando como se sumaba uno en cada aniversario. Solo habían 4. Esto le incómodo demasiado, Taehyung lo había llenado de amor durante 5 años, aún estando inconsciente, si su corazón seguía palpitando, Yoongi se sentía amado. Fue hacia su mesa de noche, del tercer cajón sacó una pequeña cajita, la abrió y dentro encontró dos piezas de rompecabezas que se complementaban entre sí. Sacó una de ellas y la puso en su pulsera.

Se recostó sobre su cama y volvió a jugar con el encendedor.

"— Prométeme que estarás conmigo hasta que seamos como dos pasitas.—

No puedo prometer eso.

¿No?

No, Taehyung. Ni siquiera después de morir me separaré de ti. Te prometo que iré a cualquier lugar en el que estés, te encontraré entre la muerte para seguir amándote.

Te amo, Yoongi.—"

Vuelvo a faltar a mi promesa. Lo siento tanto, mi amor. tiró el encendedor hacia el camino de gasolina que había dejado. La habitación se llenó de humo rápidamente, el fuego consumía el lugar con fervor como si quisieran demostrar que Yoongi de verdad merecía morir.

Fuera de la casa se escucharon gritos de desesperación, luego de unos minutos se sumó el ruido de las sirenas. Yoongi yacía inconsciente sobre la cama con la misma expresión de dolor que Taehyung ocultó por muchos meses y con la esperanza de que el humo se llevara sus recuerdos. El humo se llevó mucho más que eso.

» ¿Por qué me olvidaste, Yoongi? «

Fin.

• ¿Me Recuerdas? • YoonTae •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora