Era una madrugada fría, había niebla y el viento soplaba muy fuerte, tal vez no era apto para salir, pero algo me llamaba y conducía mis pasos. El ambiente era agradable, un reloj en la pared marcaba las 04:12 hrs.
Miraba como Sasuke dormía en el cuarto contiguo, y a un hermoso bebe que sonreía entre sueños, había pasado un tiempo, aunque no mucho pero ella estaba segura de que no era esto lo que esperaba de su actuación en la familia Uchiha.
Su cabeza le traía recuerdo de otro tiempo en que compartía una cama pero era otro pelinegro quien le arrebataba suspiros y deseos de amor que ya no volverían, es más esta vida tampoco era lo que ella esperaba, era todo lo contrario a la felicidad que ella anhelaba, quizás había sido muy tonta al pensar que un amor de niñez funcionaria en la adultez, en especial con alguien así pues para su actual esposo ella era solo un trofeo que podía sacar a relucir cuando se trataba de hablar de sus actos heroicos, ya que también tenía un pasado que no valía la pena recordarle.
A veces entre sueños ella estaba segura de que era itachi quien la llamaba y le dedicaba hermosas palabras, y que le hablaba de un mejor futuro lejos de todos, de cero y con ese sentimiento que ella jamás logro del todo expresarle.
Siguió caminando un pasillo hasta llegar donde una puerta que daba al patio, había un especie de mecedora donde se sentó y miraba a la nada cuando de sus ojos comenzaban a brotar lágrimas, como si se estuvieran rebalsando de su ser y solo fluían en calma mientras ella solo podía recordarle en esa despedida tan abrupta.
—Dime estúpido Uchiha mayor, se supone que sería feliz pero no está sucediendo como lo planeamos, ¿acaso estoy haciendo algo mal?, creo que nos equivocamos ambos, estoy destrozada por dentro pero aquí estoy dando la pelea, además te equivocaste aún más en tu decisión de dejar a tu hermano como sucesor de toda tu estirpe—dejo salir un suspiro mientras cerraba sus ojos muy fuertemente, y escondía su cabeza entre sus brazos
El viento de pronto de detuvo y cambio su dirección, pero seguía siendo muy frio, ella solo quería retroceder y cambiar algo que le permitiera estar con quien ella deseaba, pero ahora también había un bebe, su gran tesoro y por quien resistiría toda dificultad incluyendo este matrimonio.
—Itachi, en que pensabas en tus últimos minutos, dime ¿acaso yo estuve en tus pensamientos?, ¿deseaste venir en persona una vez más a mí? Sigo sentándome aquí cada noche a preguntar cosas que jamás me responderás, pero que seguirán dando vueltas en cada pensamiento, y mi corazón te sigue amando aunque intente evitarlo y tratar de volcar ese amor a tu hermano, de verdad lo intento cada minuto del día, pero no puedo verlo o sentirlo más que como un amigo, y no de los mejores precisamente.
Se levantó, camino sobre la hierba y estaba algo húmeda pero agradable, este clima de cierta forma lograba darle algo de calma además sería el único momento del día en que no tendría que lidiar con Sasuke.
La niebla de a poco se hacía más espesa y con menos visibilidad, de hecho ni siquiera podía ver la puerta de la casa y solo estaba a unos 6 metros, pero no podía dejar de caminar alejándose, de ponto sintió unos brazos rodeándola, pero no se opuso, no había razón para resistirse ya que era tan familiar el calor y ese nostálgico aroma.
—Este es el mejor sueño que tendré en mucho tiempo —susurro —haz que dure por favor —la hicieron girar, de forma que sus pies ya no sentían el suelo bajo sus pies, luego su rostro estaba apoyado en el pecho de un hombre y podía escuchar cada latido y un calor especial que le traían nostalgia, quiso devolver el abrazo pero su cuerpo no reaccionaba —hasta mi mente me auto castiga, podre sentirte pero ni en sueños te volveré a tocar, es una trágica realidad....
Esa sensación se alejó, la niebla se comenzó a disipar, volvió a entrar a casa todo seguía igual, todos dormían y ella camino a su habitación, sigilosamente se recostó y cubrió, miro su mesita de noche el reloj marcaba 04:30 horas, eso era imposible, es más tuvo que haber pasado como una hora, pero tal vez todo esto era un sueño y su mente la torturaba.
Se giraba de un lado a otro, pensaba que por el día Sasuke saldría con él bebe a visitar a Naruto, por lo que podría descansar durante el día, el insomnio la mantendría cansada, sus ojos comenzaron cerrarse, pero tal vez ya lo estaban y soñaba, podría ser su mente atormentándola no sería la primera vez.
Pasaron unos días desde aquella noche tan particular, todo se hacía cada vez más difícil, y en muchas situaciones, su esposo no la quería más que para exhibirla y cada vez le era más molesto, puesto que desde que se casaron todo fue de mal en peor, la respetaba solo por su embarazo durante la primera parte pero ya con la niña nacida se volvía nada, nada de amor y las veces que intento algo solo termino siendo humillada, y dejando en claro que ella tendría el título de aquella familia más nada más, y que sería necesaria para cuando fuera necesario seguir procreando Uchihas pero no podría optar a nada más, ella después de todo había estado con su mayor rival y ahora le pertenecía a él, así que sería su decisión que hacer o no.
Las cosas claramente no habían salido como lo habían planeado pero estaba con quien creía que había amado, sin decir que jamás podría olvidar al pelilargo, pero ya solo era un recuerdo, esta vida le había tocado vivir y la actuaria hasta el final.
Esta noche trataría de no pensar en nada, es más se fue a dormir pero junto a su bebe
—Eres una niña hermosa, tienes rasgos de tu padre, características del apellido que te antecede, tu cabellos es igual, aunque claramente sacaste los hermosos ojos de tu madre, serás una ninja hermosa, tu padre estará orgulloso de todos tus avances y de todo lo que lograras, te esperan grandes hazañas.
—Su padre... —una neblina otra vez apareció pero esta vez más espesa y en su propio cuarto, hasta pensó que sería atacada pero no—esa voz... acaso...que cruel es mi mente que ahora hasta puedo escucharte...
La niebla la hacía sentir flotar pero se aferró a la bebe, y sintió como un manto las envolvió cerro sus ojos, suavemente los abrió al notar que ya claramente no estaban flotando sintió una carcajada de la niña... —Tenías razón... tienes los hermosos ojos de su madre... —miro frente a ella y como en aquella noche las lágrimas desbordaban sus ojos, y esta vez un nudo se formó en su garganta, su voz se apagó y su rostro se volvió blanco como una hoja de papel —aunque es mucho más linda que cualquier chica Uchiha que hubiera conocido —ella seguía sin decir palabras... su mente la volvía loca.
—Eres tú...volviste... ¿eres tú Itachi...?
—Tu mente no te tortura, siempre de una u otra forma volví hasta ti, solo que esta vez me atrevía más.
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Eres mi esposa y seras mi viuda
Fiksi PenggemarSería una Uchiha, aunque no de una forma muy convencional, ni Sasuke, lo habría imaginado así -los personajes no me pertenecen son de: Masashi Kishimoto -el fics es completamente de mi autoria, no al plagio!!!