Quédate A Mi Lado

Diecisiete: No Te Dejaré.

Después de lo que paso Atsuko quedó muy golpeado y herido, no savia que decir o cómo actuar ante él, solo pensaba en lo afortunado que era por tener un amigo como Atsuko, me había salvado la vida y no savia como pagárselo, tenía una grande deuda con él.

Lo solté y casi inmediatamente se desplomo en el suelo de lo herido y débil que estaba, no savia que hacer con un herido, así que solo puse su brazo encima de mi e hice que se apoyara de mí para pararlo y nos dirigimos inmediatamente al instituto lo más rápido posible.

Zoru:- Apóyate de mí… Te dije que no vinieras, ahora estas herido, ¿qué le diremos a los maestros?

Atsuko:- Pero si no lo hubiera hecho, quizás hubieras muerto, y si eso pasa nunca me lo perdonare y los maestros no se devén enterar de esto.

Zoru:- ¿Pero qué aremos con tus heridas? No lo podremos ocultar, debemos ir a la enfermería para que te atiendan.

Atsuko:- luego pensaremos en algo, por ahora solo quiero llegar a nuestro cuarto y descansar.

Zoru:- … Gracias… e-enserio te lo agradezco… fuiste muy valiente al enfrentarte a esos dos, estoy en deuda contigo, no sé cómo pagártelo.

Atsuko:- mira, ya llegamos, hay que entrar rápido

Cuando llegamos hicimos lo posible por que los maestros ni alumnos se enteraran de esto, así que fuimos muy lentamente hasta llegar a nuestro cuarto, entramos, y lo intento sentar en su cama, pero su peso me jala junto a él y caemos los dos en su cama acostados.

Zoru:- Estas pesado… bueno subiré a mi cama, te dejare descan… (Me interrumpe)

Atsuko:- No, por favor Zoru, quédate conmigo.

Zoru:- Pero no descansaras bien, te estorbare si me quedo contigo.

Atsuko:- No, estas cómodo, solo por esta noche.

Nos quedamos viendo la parte superior de la cama y comienzo a pensar que entonces enserio me quiere, enserio le gusto, enserio me ama, pero… ¿por qué? ¿Qué hice? No siento que me lo merezca, no siento que sea yo el indicado, entre tantos animales que hay ¿por qué a mí? No puedo comprenderlo, me cuesta trabajos discernirlo bien, hasta que…

Atsuko:- Zoru… creo que no te he sido del todo honesto, y es que no te conozco apenas, Auri no es la única que te conoce hace tiempo.

Zoru:- ¿A qué te refieres con eso?

Atsuko:- Cuando era niño conocí a un zorrito muy lindo, era muy bueno, inteligente, de muy buen corazón, pero inofensivo, y débil, llegó a tal grado mi admiración que decidí proteger a ese zorrito… un día observe que unos niños lo molestaban y fui a defenderlo, lo logre, pero fui yo a cambio de él, lo soltaron a él, pero a mí me golpearon, cuando terminaron se fueron… ese zorrito se quedó a mi lado y me pregunto: ¿estás bien? Y me extendió su mano, Pero no supe que contestar y solo me fui corriendo con ganas de llorar, al paso del tiempo lo fui admirando más, llegando a tal grado de que me enamore de él, cuando me di cuenta de eso, se lo quise decir, pero al siguiente día no fue, pensé que se habías enfermado, pero no asistió por unas semanas. Cuando le pregunte a la maestra ella me dijo que se había mudado… desde ese día no lo volví a ver, no supe nada de él… hasta ahora.

Zoru:- Entonces… ¿yo soy ese zorrito?… ¡ahora recuerdo! Paso hace mucho tiempo, ya no lo recordaba, cuando te fuiste corrí para alcanzarte, pero no era muy veloz, solo tropecé y vi cómo te alejabas y nunca supe quien eras.

Atsuko:- Me dolió tanto saber que no te podría ver de nuevo y rompería mi promesa de protegerte… pero ahora te protegeré cueste lo que cueste, y no dejare que te vallas de nuevo, no te perderé por nada del mundo, lo prometo.