Doce: Bailando Bajo La Luna

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Hay un dicho que dice “el amor es siego” se refiere a que la gente cuando se enamora no ve defectos, pero siento que a veces es al revés, el siego es la otra persona y verán por qué les digo esto.

Cuando terminaron las últimas clases, salimos y Atsuko me invito al jardín, en la parte de las canchas, nos sentamos en el césped y comenzamos a charlar.

Zoru:- Ha, creo que después de esto no tendré pareja, bueno, no amenos en el instituto.

Atsuko:- No puedes saber eso, quizás encuentres a alguien que te guste y que le gustes dentro del instituto.

Zoru:- No lo sé, no lo creo… y bueno, ¿tú que me cuentas?, algún problema, alguna novedad, algo que te paso en el día, alguien que te guste (cuando dije eso ultimo vi cómo se sobresaltó y su cola se erecto)… ¿Quién te gusta? los amigos se  cuentan todo ¿no?, dime entonces ¿Quién te gusta?

Atsuko:- No tienes que saberlo… será mejor que entrenos a el cuar… (Lo interrumpo)

Zoru:- No vamos ir a ningún lado hasta que me digas quien te gusta, ¿Es del instituto? ¿Es un canino? ¿De qué grado es? ¿Quién es? ¿Quién es? ¿Quién es? No dejare de molestar hasta que me digas ¿Quién es? ¿Quién es? ¿Quién es? ¿Quién es? ¿Quié…? (Me interrumpe)

Atsuko:- ¡Esta bien! ¡Ya! ¡Me gustas tú, ¿sí?!

Zoru:- … ¿Eh?

Atsuko:- Me gustas tú, no te quería decir esto porque savia que no lo entenderías bien, soy gay ¿sí?, tenía miedo de que no me aceptaras, solo una persona más sabe esto, así que intentaba coquetearte, y pensé que era muy obvio, pero al parecer no es así.

Zoru:- … Es que… Wow… me quede sin nada que decir… ¿eh?

Quédate A Mi LadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora