Quédate A Mi Lado

Dieciocho: Más Juntos.

¿Encontrar a alguien después de mucho tiempo, cuando ambos tomamos caminos muy distanciados? Es algo que no puedo procesar muy bien todavía, y por ahora es algo que da vueltas en mi cabeza.

Hoy en la mañana tuve que decir que Atsuko se había enfermado y que estaba grave y no podría asistir a clases por ahora, pero lo más raro es que si funciono, decían que mandarían a la enfermera, pero les dije que no era necesario, que yo lo ayudaría con la recuperación, y aceptaron, eso fue muy raro ya que hasta me dieron acceso a el botiquín de primeros auxilios de la enfermería.

Zoru:- Oye Atsuko… ¿Cómo supiste que era yo aquel niño de hace mucho tiempo?

Atsuko:- Tu eres el único que conozco con esas marcas en el rostro, y el único con ese nombre, cuando pase por tu casa y te vi, no podía creerlo, vi que se estaban mudando, y para hacercarme lo único que se me ocurrió fue ayudarte, me emocione al reconocer mejor tu rostro, y aunque parecía que no me querías cerca no me importo, yo estaba feliz de volverte a ver, de saber que todavía podía cumplir mi promesa, y más cuando tu madre me dijo que estudiarías aquí.

Zoru:- Oh, entonces por eso te comportabas muy amable conmigo, y aunque te trate mal, tu seguías buscándome… espera, ¿mi madre te dijo que estudiaría aquí? Me lo tenía que imaginar, era de esperarse… entonces por eso me encontraste rápido cuando llegue a el instituto.

Atsuko:- Si, por esa razón tampoco me despedí cuando vine al instituto, porque ya savia que vendrías aquí… te sonara que te acoso, pero yo fui quien hizo que te quedaras en este cuarto, el director de esta escuela es mi padre, pero aun así tuve que hacerle algunos favores, ya que aunque me quiere, tiene que mantenerse firme a que soy como un alumno cualquiera del instituto, esa es otra razón por la cual no quiero que se entere que me pelee, porque no solo arruino mi imagen, sino también la de mi padre.

Zoru:- entonces… ¿tu padre es el director de la escuela? Enserio no lo savia,  Eso es genial, y algo tenebroso.

Atsuko:- Lo sé, por esa razón muchos no quieren ni acercarse a mí, porque les da miedo mi padre, pero espero que tu no seas así, espero que tu si quieras estar conmigo.

Zoru:- oh, claro que estaré contigo, después de todo lo que haz echo por mi seria egoísta no hacerlo.

Tuve que cuidar de Atsuko por un tiempo, en lo que sus heridas se recuperaban y sanaban, y creo que fue bueno para los dos, ya que así nos pudimos conocer mucho más y mucho mejor entre nosotros, gustos como disgustos era lo que nos contábamos, cosas que nos pasaron después de dejarnos de ver, algo que nunca había hecho, me siento muy feliz, esa sensación de estar acompañado, de tener a alguien conmigo, hace tiempo que no la siento, ya no la recordaba, hasta a esos momentos, esos mágicos momentos.

Se me ocurrió tocarle un poco el violín a Atsuko en los últimos días, y al parecer le gusto mi música, ya que siempre movía la cola cuando tocaba.

Zoru:- Creo que ya estas mejor después de todos estos días, me divertí mucho cuidándote, quizás mañana ya puedas ir a clases por tu propio pie

Atsuko:- Te lo pagare de algún modo, muchas gracias por tu cuidado hacia mí, te amo Zoru

Zoru:- Yo también te amo, y no es necesario que me pagues, te hiciste esto por mi culpa en primer lugar, así que lo menos que puedo hacer es cuidar de ti.

En estos últimos días me he sentido extraño con Atsuko, me siento muy atraído por él, al estar algo herido lo tenía que ayudar a bañarse, entonces lo veía seguido sin playera, y al verlo me sonrojaba mucho, tenía que entrar con él al baño para que no se resbalara, y tenía que ocultar mi erección, ya que no me lograba controlar, no podía evitarlo, pero él no lo tiene que saber, sería muy vergonzoso para mí.