|DÍA TRES|

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Queda con ella nuevamente, sé amable y caballeroso, hazla recordar momentos lindos a tú lado.

*

—Pellízcame, quizá esté soñando —rodé los ojos al ver como Pansy le ofrecía su brazo a Blaise para que lo hiciera.

Theodore golpeó la cabeza de mí mejor amiga con la almohada.

Pansy lo miró mal seguramente tratando de ignorar lo sucedido y se volteó hacía mí con complicidad.

—¿Hablaste con Potter? —asentí nuevamente y ella soltó una risilla—. Disculpa, disculpa, es que es de no creerse, jamás pensé que Potter traicionaría a su mejor amigo de esta forma.

—Ya lo hizo antes —objetó Theodore con una sonrisa.

De repente los 4 parecimos acordarnos de aquellos gloriosos días donde Hermione Granger era mía.

Nuestra relación duró muchos años, 8 años para ser exactos, pero creo que eso es algo que ya todos saben, ¿no?

Simplemente y como todas las relaciones, no siempre fuímos corazones, bombones y arcoíris con unicornios, teníamos nuestros altibajos, como todos.

La mayoría de ellos eran debido a lo ciega que estaba Hermione como para percatarse de que Weasley seguía enamorado de ella.

Hermione Granger siempre ha sido una ingenua en varios aspectos de la vida.

Y así fue como Harry se ganó mi respeto al ponerme al tanto de ciertas situaciones, en las salidas en grupo siempre tratábamos de evitar el que Weasley asistiera, por lo que si no quedaba de otra o se unía Potter a nuestro grupo o simplemente éramos él, Hermione y yo pasando un buen rato.

—¿La besaste? —preguntó Blaise sumamente curioso, mis otros amigos me miraron en espera de la respuesta.

Empujé a Pansy de la silla para tomar asiento en ella, la pelinegra me dió una mirada mortífera desde el suelo.

—No, no pude besarla.

—¿Y ella quería que la besaras? — preguntó nuevamente.

—Amor, no lo atosigues —gruñó Pansy mientras tomaba la mano de Theo quien la ayudaba a reincorporarse, la pelinegra caminó hasta donde su novio tomando asiento en su regazo.

El recuerdo del rostro de Hermione tan cerca del mío, con las mejillas rosadas y sus ojos cerrados en espera de un beso, me hizo sonreír.

—Creo que ella todavía siente algo por mí —murmuré por lo bajito.

Pansy me sonrió con ternura.

—Cosita, estás sonrojado.

—¡Ternurita! —chilló Blaise con una enorme sonrisa pintada en el rostro.

Y puesto a que realmente lo necesitaba, dejaría la estúpidez de mis amigos de lado y comenzaría a desahogarme.

—Cuando estuve con ella ayer... —inhalé hondo intentando encontrar las palabras necesarias para describir lo que había sentido—. Fue como sí el tiempo jamás hubiera pasado, sentí esa mágica conexión aparecer de nuevo, había algo, una fuerza sobrenatural que me empujaba a querer abrazarla, besarla...

—Como sí fueran dos imanes —dedujó Pansy.

Asentí de acuerdo a sus palabras.

—Creo que sí esa llamada no hubiera llegado, probablemente la habría hecho mía en ese momento allí en el baño.

Theodore sonrió con picardía.

—Vaya, vaya, ¿quién lo diría? —empezó el castaño—. Esa chica, Granger, te tiene nuevamente babeando por ella.

Como Impedir Una Boda En 10 Días✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora