Capítulo 10-Rechazo

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Gray corría todo lo que sus pies le permitían acompañado de la maga celestial y Levy que trataba de seguir el ritmo. Lo suyo era la lectura y la magia, el ejercicio físico no es que fuera con ella.

—Venga Levy, aumenta el ritmo—aconsejo este.

—No puedo correr más deprisa—dijo tratando de no caer por el cansancio.

Los tres iban rumbo a la estación, era el método más rápido hasta el lugar donde había sido vista Erza. O al menos, la que se suponía que era ella.

—¿A donde vais tan rápido?—irrumpió una voz.

Todos se detuvieron, Levy lo agradeció más que nadie.

—Jenny—la maga iba tan fabulosa como de costumbre.

—Hemos visto a Erza en los periódicos—aquello le impacto de lleno.

—¿Estáis seguros de ello?—la maga se acerco un poco.

Gray le puso al corriente de la situación, Jenny escucho todo con atención. No podía creer lo que escuchaba pero si había una posibilidad, por muy remota que fuera de que Erza estuviera viva, tenía que comprobarlo con sus propios ojos.

En una zona alejada de allí, una joven se encontraba sentada en una mesa junto a una anciana tomando una taza de té. Ella tosió un par de veces antes de poder empezar la conversación.

—Me sigue fascinando lo que la magia es capaz de hacer—comento.

—Es lo que tiene haber vivido muchos años, aprendes muchas cosas—dijo la anciana.

—Oh, lo sé, yo también he vivido durante largo tiempo.

—No creo que hayas vivido tanto como yo je, je—dejo escapar una pequeña risa ante ella.

—Tengo más de 400 años.

—¿Qué?.

—Así es...tengo la inmortalidad como maldición...como Zeref, soy inmortal.

—¿Quién eres?—pregunto ella algo asustada.

—Mi nombre es Samantha—contesto.

Volviendo con el joven de pelo rosa, se encontraba parado delante de ella, la miraba a los ojos y veía en ella a la chica de la cual se enamoró y que dio por muerta.

—Erza...soy yo...Natsu—dijo ya consciente.

—Lo lamento joven, creo que se ha confundido de persona—comento.

Era imposible, era su voz, aquel suave tono que tanto le gustaba. ¡Tenía que ser ella!.

—No, no estoy confundido, eres Erza Scarlet, perteneces a Fairy Tail.

Ella se quedo callada unos segundos.

—¿Os importa dejarme a solas con él?—pregunto a su grupo de magos.

Cuando quedaron ellos dos, ella fue la primera en hablar.

—Mira, yo me llamo Zera, puede que sea igual que esa tal...¿Erza?—pregunto— yo solo soy una maga común. Lo siento—aquellas palabras le dolieron mucho.

—¿Te esta molestando?—un chico rudo, alto y con tatuajes se presentó.

—No cariño, tranquilo.

Aquello fue como una jarra helada tirada por encima de su cabeza.

—Espero que no la molestes o te arrepentirás...enano—dijo colocando su mano en el hombro de este.

—No me toques—dijo enrabietado.

Todo aquello le resultaba muy molesto, apretaba su puño mientras pensaba en todos los momentos que había vivido con Erza y como ahora que tenía la esperanza de tenerla de vuelta, se había desvanecido.

—¿Tienes algún problema?—dijo acercando su cara.

Natsu no soporto más la situación y en un visto y no visto le dio un puñetazo en el pecho que de la fuerza, una ráfaga de aire choco con la pared. Los ojos de aquel hombre se volvieron blancos mientras un hilo de baba caía de su boca. Con un simple dedo, lo empujo lo suficiente para tirarlo al suelo ante la mirada de la joven que no podía creer lo que sus ojos veían.

—¿Acaso te has vuelto loco?—zarandeo a su chico—no sabes quien soy, te confundes de persona.

—¿Puedes usar magia de reequipación verdad?—ella abrió los ojos.

—¿Cómo sabes eso?—pregunto.

—Ya te lo he dicho...eres Erza Scarlet.

Al escuchar el ruido, los magos de antes aparecieron y al ver aquello se pusieron en postura defensiva.

—Podemos contigo—dijeron apretando los puños.

—Yo de vosotros...no lo haría—una voz grave emergió de su boca mientras los ojos rojos de un dragón aparecían en Natsu.

—No tenemos miedo.

Natsu cerró los ojos y luego a los pocos segundos los abrió provocando una ráfaga de ondas invisibles que se esparció por unos metros. Todos cayeron a los pocos segundos inconscientes salvo la joven que resistió.

—¿Quién eres?—pregunto asustada.

—Soy...Natsu Dragneel—contesto con una sonrisa.

La maga se levanto y se quedo pensando en ello. Comenzó de pronto a gritar mientras se agarraba la cabeza.

—¿Qué te pasa?—pregunto este preocupado.

Tras un enorme grito, estuvo a punto de caer al suelo de no ser por el pelirosa.

—¿Natsu?—fue lo único que dijo antes de perder la consciencia por completo.

Continuara.


El amor de TitaniaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora