Divíde e Impera [Bakukami]

2 - El Interrogatorio

Número de Palabras: 3118
Sinopsis: "Toda guerra se basa en el engaño; dale a tus enemigos lo que ellos esperan recibir" - El Arte de la Guerra

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Casi doscientos años atrás Minoru Chisaki estaba muriéndose de hambre cuando alguien lo invitó a participar en el robo de un camión de suministros, ese día descubrió que matar –además de ser una tarea sucia– no le reportaba remordimiento alguno aunque sí un poco de asco. Su carrera como bandido fue corta, pero fructífera, y le proporcionó el suficiente capital para invertir en el negocio de licor controlado por el grupo "Los Ocho Preceptos", nombre que hacía honor a los ocho caciques que lo dirigían. Con el tiempo –tras inevitables traiciones y abdicaciones– el Patriarca Chisaki asumió el liderazgo absoluto manteniendo el nombre de su grupo y creando lo que eventualmente se convertiría en un imperio único que se distinguiría por hombres bien vestidos capaces de crueldades inenarrables. Un grupo que controlaría, además del alcohol, el juego y las mujeres, en todas sus versiones y variantes.

Y, como les gustaba codearse con las familias de alta cuna, soñaron con integrarse a la sociedad, no como ciudadanos ejemplares sino personajes poderosos capaces de hacer su voluntad. Uno de los principales promotores fue Hajime Chisaki quien decidió abandonar las sombras para asistir a los eventos públicos orgulloso de su reputación y dinero. Murió asesinado cuando tenía treinta y siete años y su hijo, apenas de diecisiete, cobró venganza desatando una ola de asesinatos sin precedentes hasta que el mundo entendió que la familia Chisaki era intocable.

Con el hijo de Hajime a la cabeza, la familia escaló posiciones hasta alcanzar la cima y conforme ascendían –expandiendo su negocio– fueron olvidaron sus orígenes hasta darle la espalda a las ratas que se habían quedado atrás. Pues todos sabemos que una gran ciudad se compone de niveles, la cúspide corresponde a los hombres con poder o linaje, y en el lodazal del fondo existen alimañas peligrosas que te arrancarían un trozo si eso les reportara un beneficio.

La familia Chisaki había nacido en ese lodazal y cuando se marcharon dejaron un vacío de poder que pronto encontró un sustituto; y así, mientras la familia se refinaba, en los bajos fondos los nuevos reyes se elevaban y caían con la misma facilidad que un castillo de naipes, cada uno más violento que el anterior hasta que con el tiempo el mismo nombre empezó a repetirse en boca de todos: "LDV" o como sus miembros lo pronuncian el-di-vi. Con los años el grupo logró imponerse como el dueño absoluto del tráfico de armas, las pastillas psicotrópicas y cualquier droga de recreación conocida, cada líder demostró una veta cruel y sanguinaria que les permitió crecer y prosperar.

No es de sorprenderse entonces que los miembros de cada bando encontraran repugnante a sus adversarios –rastreros y viles en un caso, estirados y creídos en otro–, por suerte para el mundo cada uno orbitaba en su propia esfera independiente coexistiendo bajo la antigua regla de ignorarse, si bien era claro que la paz entre ellos era tan frágil como una hoja de papel simple. Que ambos grupos fueran vistos en el mismo espacio era una rareza única que debía incluirse en la categoría de imposibles dada la animosidad y el exacerbado rencor que se han profesado a lo largo de los años.

Y esa es la razón de que la reunión entre Shuichi Iguchi, mejor conocido como "Spinner", –hombre perteneciente al círculo privado de Tomura Shigaraki, líder actual del el-di-vi– y Katsuki "Nitro" Bakugou, apodado así por su habilidad tras el volante, –protegido y subordinado de Toya Setsuno, administrador del líder temporal Kai Chisaki– se convirtiera en un suceso imposible de esconder. Solo un evento extraordinario podría haberlos reunido a ambos en aquel lugar, lejos de sus dominios y en secreto de sus amos. Un evento extraordinario que generó murmullos curiosos; uno de estos murmullos alcanzó al siempre desconfiado y paranoico Toya, que de inmediato asumió lo peor y se preparó para vengarse pues si existía algo que el hombre no soportaba eran a los traidores.