La Princesa Del Just Dance.

1. El Nuevo Jefe.

Ashley:

Muevo mis caderas con sensualidad buscando llamar la atención de cada hombre en este lugar. Cierro mis ojos dejándome llevar por la música mientras comienzo a deslizar mis manos por mis lugares mas íntimos y disfruto de todas esas miradas lujuriosas que acarician todo mi cuerpo.

Escucho jadeos y gruñidos a mi alrededor y me siento en la cima, poderosa.

Abro lentamente mis ojos y noto todas esas braguetas apretadas y mi vagina se moja.

Mi mirada se cruza con la de un extraño y me mira con deseo en sus ojos. Está junto a Alex y me doy cuenta de que es su amigo puesto que están hablando entre ellos.

Vuelve a observarme y creo que no me agrada su mirada sobre mi. Es seria, demandante y reservada, azul como el hielo.

Lo miro un segundo más y paso de él. Sigo haciendo lo que me gusta.

•••

Maximiliano:

—Como se llama? —le pregunto a mi amigo y nuevo socio observando a la espectacular rubia sobre el escenario.

—Ashley. Es la estrella del escenario Max. Cada hombre a nuestro alrededor, se queda hasta el final de la noche para presenciar esto, esa belleza de mujer —me señala el escenario.

Observo a todos a mi alrededor y admito que Alex tiene razón. Cada hombre en este lugar tiene la mirada puesta sobre el mujeron que da su espectáculo en el escenario. La rubia toma el tubo entre sus manos mientras realizas sus espectaculares maniobras y sus sensuales movimientos de caderas. Le hago una seña al barman para que me dé un trago.

Mi vista vuelve al escenario cuando Ashley está por terminar su baile y justo cuando la canción llega al estribillo nuestras miradas se encuentran y creo reconocer el rechazo en sus ojos.

Mi ceño se frunce. Me levanto del asiento junto a la barra y tomo entre mis manos el trago que acaba de dejar el barman.

—Alex... —me arreglo mi traje pensativo — Reúnelas para darles la noticia —le digo y me tomo de una la bebida alcohólica, mientras me dirijo detrás del escenario, hacia los camerinos.

No puedo aceptar tal desplante de su parte. Tiene que saber quien soy y sobre todo, a quien pertenece a partir de hoy.

Porque si algo tengo seguro es que esa mujer tiene que ser Mía.

Ashley:

La canción llega al final y para cuando observo mi alrededor me doy cuenta de cuantos clientes tendré el dia de hoy.

Me encanta esa receptividad.

Sonrío

Miro a mi alrededor buscando con la mirada a los chicos de seguridad. Me despido por última vez de todas esas miradas lujuriosas y comienzo a bajar del escenario con la ayuda de los guaruras. Uno de ellos me guiña un ojos y sonrio con picardía. Quizás se anime a jugar conmigo esta noche.

Mientras termino de bajar el último peldaño, noto que Alex, mi jefe, me hace una seña discreta para que me acerque a él.

Es un hombre alto e imponente de 49 años recien cumplidos que, pese a su edad aún tiene lo suyo. Se ejercita diariamente.

Camino con sensualidad hacia él haciendo mi coreografía dando vueltas sensuales y sonriendole mientras me guindo de su cuello. Me sonríe poniendo su mano sobre mi cadera y dando un suave apretón que me estremece.

—Que tal mi show de hoy? —le pregunto con voz ronca guiñando mis ojos exageradamente.

—Fue... Estupendo, ash —admite sonriendo complacido, con sus ojos grises brillando con una extraña emoción —Necesito que conozcas a alguien —toma mi mano y me lleva hacia los camerinos.